El Simposio Mundial sobre los Suelos y el Agua reúne a expertos de todo el mundo para estudiar colaboraciones

FAO: priorizar la conservación del suelo y el agua en todos los programas de trabajo internacionales

El Director General de la FAO, QU Dongyu, en el centro, la Directora General Adjunta, María Helena Semedo, a la izquierda, y Lifeng Li, Director de la División de Tierras y Aguas, a la derecha.

©FAO/Giulio Napolitano

02/10/2023

Roma - Hoy se da comienzo a cuatro días de intenso debate, con la apertura del Simposio Mundial sobre los Suelos y el Agua, albergado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El suelo y el agua mantienen una relación estrecha y constituyen la “base de nuestros sistemas agroalimentarios, nuestro medio ambiente y nuestra propia existencia”, aseguró el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, en su discurso de apertura del Simposio, que incluye más de 35 presentaciones sobre temas que van desde los efectos de los productos químicos y los incendios forestales en la capacidad del suelo para retener agua a una mejor gobernanza, la gestión integrada y la conservación de los recursos naturales.

“Nuestros suelos están bajo presión”, advirtió el Sr. QU, quien subrayó que el mundo se enfrenta a un “reto global, colectivo y urgente: preservar el equilibrio crucial del suelo y el agua”.

Los suelos son como un Objetivo de Desarrollo Sostenible “virtual”, profundamente entrelazado en muchos de los objetivos formales, y que subraya los numerosos y complejos equilibrios a los que contribuyen los cimientos de unos ecosistemas terrestres sanos.

El Director General de la FAO instó a los participantes a trabajar para “dar prioridad a la conservación del suelo y el agua en todos los programas de trabajo internacionales”.

La organización del simposio corre a cargo de la Alianza mundial por el Suelo, con base en la Sede de la FAO, el Grupo técnico intergubernamental sobre los suelos compuesto por 27 expertos en suelos, de todo el mundo, y la División de Tierras y Aguas de la FAO, cuyo personal moderará muchas de las sesiones paralelas de debate técnico.

“El agua es el rey de los alimentos”, aseguró la Sra. Josefa Leonel Correia Sacko, Comisaria de la Unión Africana para Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Azul y Medio Ambiente Sostenible, citando un proverbio malgache. El agua y el suelo “forman la base de nuestra supervivencia, nuestra economía y nuestro futuro”, dijo, y señaló asimismo que la FAO está ayudando a la Unión Africana a elaborar un marco jurídico armonizado para garantizar que el continente tenga una base sólida para salvaguardar sus recursos hídricos y del suelo.

Los suelos son simbióticos con el agua, tema central de la celebración este año del Día Mundial de la Alimentación, además de tema básico de la reciente Conferencia de la FAO y prioritario en el Marco estratégico de la Organización para 2022-2031.

Dada la importancia de la ordenación integrada de los suelos y el agua, el simposio coincide con la edición de 2023 del Diálogo de Roma sobre el agua (4 y 5 de octubre) y se beneficia de él, ya que permite un intercambio técnico y una interfaz científico-normativa entre los participantes de ambos actos, lo que incluye la presentación de informes y la celebración conjunta de la sesión plenaria de clausura. Además, en el Día Mundial del Suelo de 2023 (5 de diciembre), el suelo y el agua serán el corazón del tema de este año, celebrado bajo el lema: “El suelo y el agua, fuente de vida”.

Temas principales

El simposio se articula en torno a cuatro temas principales relacionados con la gestión del suelo y el agua.

En los sistemas agrícolas de secano, la capacidad de retención de agua del suelo es especialmente importante. Un punto de debate es la idoneidad de utilizar el carbono orgánico del suelo como indicador de la neutralización de la degradación de las tierras y de la escasez de agua, una cuestión que ya es crítica para más de 3 000 millones de personas.

En los sistemas agrícolas de regadío, la eficiencia y los enfoques de economía circular pueden potenciar la fertilidad y la calidad del agua, y mejorar la eficacia en el uso de nutrientes y del agua.

La salud del suelo es clave para el enfoque de “Una sola salud”, que engloba cuestiones como los umbrales de seguridad de los contaminantes y sus efectos en la biodiversidad, la calidad y la inocuidad de los alimentos, así como el valor nutricional de los alimentos que consumimos.

Resulta evidente que las políticas apropiadas y las medidas efectivas de gobernanza destinadas a mejorar la gestión de los recursos hídricos y del suelo son esenciales, e implican una serie de consideraciones que incluyen aspectos de género, a la vez que ponen de relieve el potencial de las tecnologías nuevas e incipientes, como la agricultura de precisión, la teledetección y el análisis de macrodatos.

La FAO ya participa en aplicaciones concretas y de vanguardia de estas innovaciones.

Por ejemplo, la Iniciativa de cartografía del suelo para sistemas agroalimentarios resilientes en América Central y África subsahariana (SoilFer) integra datos sobre el suelo y el agua en el campo y proporciona a los agricultores de algunas de las zonas del mundo con mayor inseguridad alimentaria recomendaciones precisas sobre la gestión de los fertilizantes y la fertilidad del suelo. El Sistema integrado de información digital suelo-tierra-agua (SoLaWISe) permite a los Miembros de la FAO y a los agricultores acceder a sofisticados datos cartográficos mundiales sobre los cultivos para dirigir la ordenación sostenible de los recursos naturales a nivel de las explotaciones agrícolas y el paisaje.

WaPOR es una aplicación de teledetección de acceso público de la FAO para la productividad del agua que utiliza datos satelitales para ofrecer una base de datos casi en tiempo real para el seguimiento de la evapotranspiración, un parámetro para determinar cómo optimizar el riego, que ha demostrado ser particularmente prometedora para las zonas con escasez de agua. Durante el simposio se presentará una importante actualización de este instrumento.

Suelos y agua: una asociación natural

Las prácticas efectivas de ordenación de la humedad del suelo son la base de una agricultura eficiente y del reto de erradicar el hambre en un clima cambiante.

El suelo y el agua constituyen también la base de unos ecosistemas sanos, lo que subraya la necesidad de adoptar medidas de salvaguarda proactivas para mitigar y minimizar problemas como la erosión y la compactación del suelo, que perturban su capacidad para almacenar, drenar y filtrar el agua, además de acentuar el riesgo de inundaciones, corrimientos de tierras y tormentas de arena o polvo. Entre estas medidas se incluyen la promoción del uso sostenible de los insumos agrícolas, el empleo de métodos de riego adecuados, la mejora de los sistemas de drenaje y el control del nivel de salinidad.

Estas medidas contribuyen a dar una respuesta efectiva a la crisis climática, ya que los suelos sanos actúan como sumideros de carbono, secuestrando carbono de la atmósfera. La materia orgánica del suelo puede retener unas 20 veces su peso en agua un metro cúbico de suelo puede retener más de 250 kg de agua, mientras que el suelo dañado y compactado pierde casi la mitad de su capacidad de retención. Los suelos filtran y limpian asimismo grandes cantidades de agua, lo que fortalece la salud humana. En la actualidad, más de mil millones de hectáreas de suelo se ven afectadas por la salinidad y la sodicidad, debido principalmente a las malas prácticas de riego y drenaje, y casi el triple están amenazadas en todo el mundo.
Contactos

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]

Christopher Emsden Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53291 [email protected]