Cuerno de África: Se necesita ayuda rápida para los agricultores y pastores afectados por la sequía a fin de evitar una crisis de hambre

En una región que aún se resiente de las invasiones de langosta y la enfermedad por coronavirus (COVID-19), la escasez de lluvias por tercer año consecutivo supone una grave amenaza para la seguridad alimentaria

©FAO/Patrick Meinhardt

Recolección de agua de un tanque de almacenamiento en Saka Junction, Garissa, Kenia.

©FAO/Patrick Meinhardt

17/01/2022

Roma/Nairobi – Según dijo hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) al presentar un plan general de respuesta que prevé amplio apoyo a la agricultura en la región, se necesitan urgentemente más de 138 millones de USD para prestar asistencia a 1,5 millones de personas vulnerables en comunidades rurales del Cuerno de África cuyos campos y pastos se han visto gravemente afectados por una sequía prolongada.

En una región que ya suele padecer inseguridad alimentaria asociada con fenómenos meteorológicos extremos, limitaciones de los recursos naturales y conflictos, la pandemia de la COVID-19 y la invasión de langostas de 2020-21 han puesto al límite la capacidad de resistencia de las comunidades rurales y, en consecuencia, ha mermado la productividad agrícola.

Ahora, la tercera temporada de sequía provocada por La Niña plantea la preocupación de que se pueda producir una crisis de hambre a gran escala si las comunidades rurales de la región que producen alimentos no reciben a tiempo asistencia adecuada para cubrir las necesidades de las próximas campañas agrícolas.

En Etiopía, Kenya y Somalia, que son los países más afectados, se prevé que alrededor de 25,3 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria aguda a mediados de 2022; si se cumple dicha previsión, el Cuerno de África se sumiría en una de las mayores crisis alimentarias del mundo.

La trascendencia de respaldar los medios de vida rurales

En el Plan de la FAO de respuesta a la sequía en el Cuerno de África se solicitan más de 138 millones de USD para ayudar a las comunidades rurales a resistir esta última amenaza; del total, se necesitan urgentemente 130 millones de USD para finales de febrero a fin de prestar asistencia oportuna a comunidades muy vulnerables que dependen de la agricultura en los tres países más afectados.

“Sabemos por experiencia que prestar apoyo a la agricultura en momentos como este tiene una gran repercusión, que cuando actuamos rápidamente y en el momento justo para hacer llegar agua, semillas, piensos, atención veterinaria y el efectivo que tan necesario es a las familias rurales en situación de riesgo, se pueden evitar episodios de hambre catastróficos”, dijo el Sr. Rein Paulsen, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO.

“Bien, este es el momento justo. Necesitamos urgentemente prestar apoyo a los pastores y las explotaciones agrícolas del Cuerno, de inmediato, porque el ciclo de las estaciones no espera a nadie”, añadió.

En 2011, una grave sequía contribuyó a un brote de hambruna en Somalia que provocó la muerte por inanición de 260 000 personas, la mayoría de ellas antes de que se declarara oficialmente la hambruna.

En 2017, sin embargo, se pudieron evitar posibles hambrunas asociadas a la sequía en cuatro países de la región del Gran Cuerno de África gracias a un esfuerzo internacional concertado para actuar de forma temprana que dio prioridad a ayudar a las comunidades rurales a enfrentar las situaciones adversas antes de que desembocaran en crisis alimentarias.

El Sr. Paulsen advirtió que el tiempo está corriendo. El período de escasez que acaba de empezar se caracteriza por las limitadas oportunidades de pastoreo disponibles para las familias de pastores y hará necesario apoyo nutricional y veterinario para el ganado. Las familias que dependen de los cultivos, por su parte, deberán tener semillas y otros suministros para ponerse a trabajar inmediatamente cuando empiece la principal temporada de siembra, conocida como Gu, en marzo.

Plan de acción de la FAO

El plan de la FAO de respuesta a la sequía consiste en prestar apoyo a 1,5 millones de personas de las poblaciones rurales que corren mayor riesgo en Etiopía, Kenya y Somalia.

Para las familias de pastores, en concreto, se proporcionarían piensos, complementos nutricionales y consultorios veterinarios móviles para mantener su ganado saludable y produciendo leche, se transportaría agua a nuevos depósitos plegables con una capacidad de 10 000 litros instalados en zonas remotas y se modernizarían los pozos existentes para que funcionen con energía solar.

En el caso de las familias que dependen de los cultivos, la FAO pretende distribuir semillas de variedades tolerantes a la sequía y de maduración temprana de sorgo, maíz, caupí y frijol mung rico en proteína y de hortalizas con un alto contenido de nutrientes, así como organizar servicios de labranza previa a la siembra y acceso al riego, además de capacitación en materia de buenas prácticas agrícolas.

Mediante programas de dinero por trabajo, las personas en buenas condiciones físicas podrían obtener ingresos adicionales para sus hogares ayudando a rehabilitar la infraestructura agrícola, como canales de riego o pozos entubados. Las familias cuyos miembros no puedan trabajar por motivos de salud o de otro tipo recibirían inyecciones incondicionales de liquidez. Al proporcionar ingresos disponibles adicionales a las familias rurales, estas tendrán medios para comprar alimentos en el mercado mientras esperan la cosecha.

En Somalia, el plan de la FAO prevé la provisión de embarcaciones, equipo y capacitación para ayudar a las comunidades costeras que normalmente no se dedican a la pesca a obtener una fuente nueva y muy necesaria de calorías y proteína, aprovechando la labor en curso de la FAO encaminada a promover la diversificación de los medios de vida en el país. 

Si se recibe toda la financiación necesaria, el plan de la Organización permitiría producir hasta 90 millones de litros de leche y hasta 40 000 toneladas de cultivos de alimentos básicos en el primer semestre de 2022, lo que daría cierta seguridad, por lo menos durante seis meses, a más de 1 millón de personas en situación de inseguridad alimentaria grave.

Soluciones duraderas

Al permitir que las personas se queden en su hogar, sean productivas y conserven sus medios de vida, al mismo tiempo que aumentan su resiliencia, la intervención de la FAO sentaría las bases para la estabilidad y la seguridad alimentaria a más largo plazo.

“Durante años hemos visto que en el Cuerno de África la productividad agrícola de las comunidades rurales se ve mermada por los mismos ciclos de vulnerabilidad y las mismas situaciones adversas. Ha llegado el momento de invertir más para abordar las causas del hambre y fomentar la capacidad de las personas de seguir produciendo incluso cuando se ven afectadas por perturbaciones como la sequía, a fin de que las perturbaciones inevitables no desemboquen inevitablemente en crisis humanitarias”, dijo el Sr. Chimimba David Phiri, Coordinador Subregional de la FAO para África Oriental y representante ante la Unión Africana y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas. 

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