Diálogo mediterráneo sobre la crisis alimentaria: El conflicto reafirma la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios

Roma — El Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reconoció un panorama mundial “muy complicado” e instó a los países del Mediterráneo a trabajar juntos a fin de mitigar los riesgos para la seguridad alimentaria, que se han agravado debido a la guerra en Ucrania.

“Debemos mantener abierto nuestro sistema mundial de comercio de alimentos y garantizar que las exportaciones agroalimentarias no se vean restringidas ni gravadas”, dijo hoy en el Diálogo Ministerial Mediterráneo sobre la Crisis Alimentaria, un acto convocado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, que reunió a ministros y funcionarios gubernamentales de más de 24 países.

El Sr. QU esbozó cuatro grandes ejes sobre los que deben llevarse a cabo esfuerzos de cooperación: i) una mayor inversión en los países que se ven gravemente afectados por el actual aumento de los precios de los alimentos; ii) la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos; iii) un uso mejor y más eficiente de los recursos naturales, especialmente del agua y los fertilizantes, y iv) una atención especial a las innovaciones tecnológicas y sociales que puedan reducir significativamente las ineficacias del mercado en la agricultura.

“La inseguridad alimentaria y los precios elevados pueden convertirse en un factor de inestabilidad —advirtió el Director General—. Ya es hora de transformar los sistemas agroalimentarios en favor de las personas, la paz y la prosperidad, trabajando juntos en colaboración”.

Todos los agricultores, grandes y pequeños, deben estar capacitados para aplicar herramientas de gestión de riesgos para hacer frente a sus riesgos de producción y de la cadena de suministro, al tiempo que se necesita reforzar la protección social y la asistencia específica para los más afectados por la crisis, añadió.

El ministro Luigi di Maio inauguró el Diálogo, señalando que pocas veces el hambre había tenido tanta relevancia en la agenda pública y destacando la importancia de unos sistemas agroalimentarios sostenibles.

“Nos enfrentamos a la peor crisis alimentaria de las últimas décadas”, afirmó Svenja Schulze, Ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania y copresidenta del acto de hoy.

Las cosechas de mañana

Los participantes coincidieron en que los altos precios de los fertilizantes y los combustibles, al ser ambos insumos agrícolas esenciales, son asuntos urgentes para la seguridad alimentaria mundial.

“El aumento de los precios de la energía y los fertilizantes pone en riesgo la próxima cosecha a nivel mundial —afirmó el Sr. QU—. La falta de acceso a los principales insumos agrícolas representa un riesgo especial para los países en los que la escasa fertilidad natural del suelo hace que los fertilizantes químicos a menudo resulten esenciales para la producción de alimentos”.

La región del mar Mediterráneo comprende 22 países de tres continentes diferentes, cada uno con sus particularidades en materia de recursos naturales, tradiciones agrícolas y potencial de producción. Aunque la agricultura es básica en muchos medios de vida en toda la región, y algunos países tienen sectores agrícolas fuertes, muchos dependen de las importaciones de cereales para alimentar a su población, y la mayoría de los países de la región mostraban una tendencia creciente a la importación de alimentos para satisfacer las necesidades de consumo interno incluso antes de la guerra en Ucrania, dijo el Director General.

Ucrania era una de las principales fuentes de esas importaciones, pero ahora es difícil, desde el punto de vista logístico, llevar la producción de los agricultores del país a los mercados internacionales. Encontrar proveedores alternativos lleva tiempo y comporta mayores costos de transporte, una carga adicional, ya que el índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó un máximo histórico en marzo de este año y se mantiene en niveles elevados.

El Sr. QU señaló que la FAO ha propuesto el Fondo de Financiación de las Importaciones de Alimentos como medio de proporcionar apoyo a la balanza de pagos de los países de bajos ingresos más dependientes de las importaciones de alimentos. Instó a los miembros de la FAO a apoyar el plan y a que las instituciones financieras internacionales lo hagan suyo.

Al mismo tiempo, las soluciones sostenibles requieren esfuerzos concertados para apoyar la transformación de los sistemas agroalimentarios. El Director General señaló que los responsables de formular políticas disponen hoy de un lenguaje común para armonizar programas detallados de cara al futuro. “Debemos trabajar juntos por una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás... Hagamos todo lo posible.”

El aumento sostenible de la productividad y la producción agrícola es fundamental, señaló. La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos tiene un gran potencial y cuenta con un amplio consenso. También es esencial una utilización más eficiente y eficaz del agua y los fertilizantes, sobre todo en la región mediterránea, que tiene notables oportunidades de desarrollar insumos alternativos, como el amoníaco verde, dijo.

El Sr. QU felicitó al Gobierno de Italia por su sólido liderazgo en estos difíciles momentos. Participó en una breve rueda de prensa con el ministro Di Maio, quien destacó que la seguridad alimentaria sigue siendo una piedra angular de la agenda política de su país. Tanto él como el Director General de la FAO señalaron el apoyo mundial en este sentido, tal como lo demuestra la firma el año pasado, antes de que estallara la guerra en Ucrania, de la Declaración de Matera, por la que los miembros del Grupo de los Veinte (G-20) se comprometieron a actuar en pos del Hambre cero.