Noruega aporta 23,7 millones de USD en el marco de la financiación flexible para impulsar la capacidad de la FAO para responder a las crisis y las emergencias

*Al 22 de mayo de 2023, la contribución de Noruega aumentó a $28,1 millones de USD. Con esta financiación canalizada a través de SFERA, la FAO pretende llegar a unas 700 000 personas en situación de inseguridad alimentaria.

Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha acogido con satisfacción la contribución de 23,7 millones de USD del Gobierno de Noruega para ampliar sus actividades de respuesta a las crisis humanitarias y las emergencias más graves. La contribución representa la mayor financiación no condicionada de este tipo y procedente de un solo donante hasta la fecha.

Los fondos se canalizarán a través del Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación (SFERA) de la FAO, un mecanismo de financiación con procedimientos simplificados para recibir contribuciones flexibles de los donantes y asignarlas donde más se necesiten y en el momento más apropiado.

Con estos fondos, la FAO pretende llegar a unas 600 000 personas expuestas a la inseguridad alimentaria aportando insumos agrícolas, suministros ganaderos, insumos pesqueros y asistencia en efectivo allí donde sea necesario. La contribución se centrará en los países y las personas más necesitados en el marco de los planes de respuesta humanitaria, al tiempo que tendrá una reserva estratégica para intervenir rápidamente ante emergencias de aparición repentina.

“Quisiéramos dar las gracias al Gobierno de Noruega por esta generosa y oportuna contribución, con la que podremos prestar asistencia rápida y a escala a quienes más lo necesitan”, señaló el Sr. Rein Paulsen, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO. “La asociación entre Noruega y la FAO siempre se ha centrado en empoderar a las familias rurales afectadas por el hambre con miras a proteger y restablecer su propia producción de alimentos. Es de vital importancia dar prioridad a la agricultura a pequeña escala como respuesta humanitaria estratégica de primera línea”.

A través de la contribución de 2022 del SFERA, Noruega fue también uno de los primeros países en ayudar a las familias afectadas por los terremotos en Türkiye y la República Árabe Siria. También se está brindando asistencia en Burkina Faso, Etiopía, Honduras, Malí, Mozambique, el Níger y la República Democrática del Congo.

La agricultura debe ocupar un lugar destacado en la respuesta humanitaria

La agricultura es la forma más eficaz en función de los costos de evitar y abordar el hambre en contextos humanitarios y es también la que más empodera.

Por ejemplo, en Somalia, con un paquete de cultivo por valor de 200 USD, un agricultor puede producir suficiente sorgo para satisfacer las necesidades de cereales del hogar durante un año —lo que tendría un valor de 960 USD—, además de legumbres y hortalizas nutritivas para su consumo y venta.

En Haití, cuesta 5 USD vacunar a una vaca contra una enfermedad letal, lo que protege un activo productivo clave que tiene un valor de 1 000 USD y proporciona a una familia hasta cuatro litros de leche al día.

En el Pakistán, con un lote de horticultura doméstica por valor de 45 USD, una familia puede producir 10 tipos de hortalizas nutritivas que estarán listas para el consumo en seis u ocho semanas, lo que tiene un valor de 300 USD por temporada en el mercado local.

En el marco de los llamamientos humanitarios de 2023, la FAO necesita 1 900 millones de USD para ayudar a 48 millones de personas a restablecer la producción local y a obtener acceso a un suministro estable de alimentos nutritivos, facilitar su recuperación y sentar las bases de la resiliencia ante futuras perturbaciones.