Noruega aporta 9,6 millones de USD de financiación flexible para reforzar la respuesta de la FAO a las crisis y emergencias más graves

Gracias a estos fondos, la FAO podrá aumentar al máximo la rapidez, la eficiencia y el alcance de su respuesta a las amenazas y las crisis que afectan a la seguridad alimentaria

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El Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación (SFERA) es un mecanismo de financiación común con procedimientos simplificados para recibir contribuciones flexibles de donantes y asignarlas donde y cuando más se necesitan.

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31/10/2022
Roma - Noruega ha aportado 9,6 millones de USD, una de las mayores aportaciones de financiación no condicionada hasta la fecha, con el fin de reforzar la capacidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para prevenir crisis y emergencias humanitarias y responder a ellas.

Esta contribución se canalizará a través del Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación (SFERA) de la Organización, un mecanismo de financiación común con procedimientos simplificados para recibir contribuciones flexibles de donantes y asignarlas donde y cuando más se necesitan.

En el actual contexto de creciente inseguridad alimentaria, la necesidad de financiación oportuna, flexible y predecible a través del SFERA nunca ha sido mayor. Según el último informe conjunto de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), este año hasta 222 millones de personas han padecido una inseguridad alimentaria muy aguda; una de cada cinco de ellas dispone de tan pocos alimentos que se enfrenta a la amenaza inmediata de la malnutrición grave y la muerte. Alrededor de 1 millón de personas más se encontrará de hecho en condiciones de hambruna si no recibe ayuda humanitaria urgente en cinco países: Afganistán, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.

Se prevé que las perspectivas de inseguridad alimentaria aguda en el mundo en 2022 sigan deteriorándose, debido en particular a las repercusiones de la guerra en Ucrania sobre los precios y el suministro de alimentos, energía y fertilizantes a nivel mundial.

“Queremos dar las gracias al Gobierno de Noruega por su generosa y oportuna contribución”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “Puesto que las necesidades siguen siendo mayores que los recursos, es esencial comprometer los fondos de manera estratégica. Los plazos y la magnitud son fundamentales en los esfuerzos de la FAO para contrarrestar los crecientes niveles de inseguridad alimentaria aguda. Esta contribución permitirá prestar asistencia de forma rápida, flexible y eficaz”.

“Queremos fortalecer la conexión entre los esfuerzos humanitarios y la seguridad alimentaria a largo plazo. El hecho de que sea posible seguir produciendo alimentos durante las crisis puede permitir que se reduzcan las necesidades humanitarias futuras”, dijo la Sra. Anne Beathe Tvinnereim, Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega. “El apoyo a la FAO, por ejemplo, puede ayudar a los agricultores locales a acceder a semillas o fertilizantes y a aprovechar eficazmente la temporada de siembra”.

El apoyo a la agricultura es esencial en tiempos de crisis

Durante una crisis, si se posterga una respuesta eficaz basada en la agricultura, a menudo las comunidades rurales padecen, como resultado de un efecto dominó, nuevas pérdidas que las sumen aún más en el hambre, la pobreza y la dependencia de la ayuda externa.

Entre el 60 % y el 80 % de las personas en condiciones de inseguridad alimentaria muy aguda son agricultores, pastores, pescadores y silvicultores que dependen de la agricultura para su supervivencia. Sus medios de vida, basados en los recursos naturales, resultan sumamente afectados por los peligros naturales, las plagas y las enfermedades transfronterizas, las perturbaciones socioeconómicas, los conflictos y las crisis prolongadas. Durante una crisis, se pierden muchos activos productivos, tales como semillas, ganado y artes de pesca.

La primera prioridad de la FAO es proteger los medios de vida agrícolas anticipándose a las perturbaciones previstas siempre que sea posible y restablecer cuanto antes la capacidad de las familias rurales para producir sus propios alimentos y reconstruir sus vidas y sus medios de subsistencia, fortaleciendo a la vez su resiliencia. Invertir en la agricultura y los medios de vida rurales es entre siete y diez veces más eficaz en función de los costos y sostenible que la asistencia alimentaria directa.

Desde la creación del SFERA en 2004, la FAO ha recibido 335 millones de USD en contribuciones al fondo especial. En el último año, gracias a estas contribuciones, la FAO ha prestado apoyo a 45 países por medio de asignaciones y anticipos que ascienden a un total de más de 42 millones de dólares, procedentes de un conjunto de 39 asociados que aportan recursos.

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