Es fundamental reajustar el gasto público y aumentar la inversión en la transformación de los sistemas agroalimentarios para lograr un futuro sostenible

El acto paralelo organizado por la FAO en el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible se centra en la importancia de la financiación para promover sistemas agroalimentarios sostenibles, resilientes e inclusivos

©FAO/Roberto Schmidt

QU Dongyu, Director General de la FAO, aplaude tras haber visto una presentación proyectada en una pantalla durante el acto de la FAO “Financiación en favor de los sistemas agroalimentarios sostenibles e inclusivos y de la prevención y la mitigación de las crisis alimentarias”, celebrado coincidiendo con el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible.

©FAO/Roberto Schmidt

11/07/2023

Nueva York – “Los gobiernos deberían replantearse cómo pueden asignar sus presupuestos públicos para hacerlos más eficaces en función del costo y más eficientes a la hora de reducir el costo de los alimentos nutritivos e incrementar la disponibilidad y la asequibilidad de una alimentación saludable”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, en el acto paralelo celebrado coincidiendo con el foro político de alto nivel de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible (10‑19 de julio).

El Sr. QU inauguró el acto de alto nivel titulado “Financiación en favor de los sistemas agroalimentarios sostenibles e inclusivos y de la prevención y la mitigación de las crisis alimentarias”, organizado por la FAO con el apoyo de los gobiernos del Brasil y el Pakistán y que tuvo lugar en la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el lunes.

En el acto también participaron, entre otros, la Sra. Rabab Fatima, Secretaria General Ajunta y Alta Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo; el Sr. Navid Hanif, Subsecretario General de Desarrollo Económico del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales; el Sr. Lesley Ndlovu, Presidente Ejecutivo de Capacidad Africana para la Gestión de Riesgos, que intervino a través de un mensaje de vídeo; el Sr. Munir Akram, Representante Permanente del Pakistán ante las Naciones Unidas; el Sr. Norberto Moretti, Representante Permanente Adjunto del Brasil ante las Naciones Unidas, y la Sra. Anne Dostert, Representante Permanente Adjunta del Luxemburgo ante las Naciones Unidas.

Los participantes analizaron cómo puede ayudar la financiación específica a los países para que hagan frente a las perturbaciones que se están produciendo actualmente y que a menudo se solapan, como los efectos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), los fenómenos climáticos extremos, los conflictos y la guerra en Ucrania, que han provocado interrupciones sin precedentes de las cadenas de suministro, seguidas de una disminución del poder adquisitivo y del aumento de los precios de los alimentos, el combustible y los fertilizantes.

De hecho, el aumento de los precios ha hecho aumentar el costo mundial de las importaciones de alimentos hasta un máximo histórico, de más de 1,94 billones de USD, lo que ha desestabilizado aún más la balanza de pagos y ha aumentado la carga de la deuda, en especial en los países importadores netos de alimentos.

Los participantes señalaron la necesidad de reforzar el apoyo que se presta a los países más vulnerables cuyos recursos y presupuestos están gravemente limitados y de asegurarse de que disponen de los instrumentos financieros y las redes de protección necesarios, sobre todo en momentos de perturbaciones (climáticas, económicas, provocadas por conflictos y otros factores imprevistos) que conlleven el aumento de los precios.

También convinieron en que los sistemas agroalimentarios mundiales debían transformarse urgentemente por medio de políticas eficaces, inversiones específicas e instituciones reforzadas. Estas medidas son esenciales porque tienen la capacidad de crear las condiciones necesarias para lograr la transformación inclusiva y sostenible de las economías y las sociedades y de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030.

Los sistemas agroalimentarios representan una tercera parte del producto interno bruto mundial, aunque en numerosos países de ingresos bajos, donde se concentra el 80 % de la población mundial pobre que vive en zonas rurales y cuyos medios de vida dependen, directa o indirectamente, de los sistemas agroalimentarios, la proporción puede llegar al 50 % o más. Por ejemplo, en Asia y África, los sistemas agroalimentarios representan entre el 40 % y el 60 % del empleo total, respectivamente.

Transformación de los sistemas agroalimentarios: principales requisitos 

En su exposición, el Director General de la FAO recalcó que no se puede aspirar a un futuro económico sostenible si no se aumentan la eficiencia, la inclusividad, la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. El Sr. QU enumeró los principales requisitos para este propósito, algunos de los cuales consisten en satisfacer el aumento de la demanda de alimentos y disminuir al mismo tiempo la presión sobre los recursos naturales, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la resiliencia ante los efectos de la crisis climática, y garantizar el empleo decente.

Actualmente, los sistemas agroalimentarios utilizan el 60 % de los ecosistemas del mundo, mientras que la agricultura genera alrededor de una cuarta parte de las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero y contribuye a la pérdida de biodiversidad.

En este sentido, el Sr. QU señaló que sería arriesgado llevar a cabo tan drásticas transformaciones mientras los sistemas financieros estuvieran debilitados y el marco fiscal fuera limitado. Hizo hincapié en la necesidad de movilizar recursos y aumentar la inversión para llevar a cabo los cambios necesarios como estrategia eficaz para reducir la pobreza, combatir el hambre, aumentar la productividad, abordar las desigualdades de género, adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos y acelerar la transformación estructural.

De acuerdo con el Director General de la FAO, hay datos suficientes para sugerir que reformar la asignación de los recursos es tan esencial como aumentar dichos recursos. Por consiguiente, es fundamental reajustar el apoyo a la agricultura para mantener los bienes y servicios públicos y mejorar la nutrición.

Reequilibrar la financiación humanitaria y de emergencia

En su discurso, el Director General también se refirió a la importancia de reequilibrar la financiación humanitaria y de emergencia en situaciones de crisis y emergencias y la necesidad de aplicar un marco que conjugue ambos tipos de financiación.

Añadió que sería necesario prestar financiación para el desarrollo internacional a países con un presupuesto público bajo con vistas a agilizar la transición hacia un mayor apoyo relacionado con servicios generales y reducir las diferencias de productividad en la producción de alimentos nutritivos.

Para ayudar a los países a hacer frente al aumento de los gastos de las importaciones de alimentos y mejorar el acceso a los alimentos, la FAO propuso un Servicio de financiación de las importaciones de alimentos que abarcaba 62 países con una población total de 1 780 millones de habitantes y que más adelante sería adoptado por el Fondo Monetario Internacional como parte de su Ventanilla para Shocks Alimentarios.

El Sr. QU reafirmó que la FAO estaba decidida a ayudar a sus Miembros a estudiar nuevas formas y estrategias que integraran la mitigación y la prevención de las crisis alimentarias y la transformación de los sistemas agroalimentarios.

Reajustar el apoyo a la agricultura

El Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO, también intervino en el acto. Destacó que el nivel de financiación que se destinaba a los sistemas agroalimentarios era insuficiente y en muchos casos ineficiente, y citó como ejemplo la situación del África subsahariana, donde tres de cada cuatro pequeñas y medianas empresas agrícolas carecían de acceso suficiente a la financiación.

Con una adecuada orientación de la financiación y los cambios estructurales correctos, en los países de ingresos medios y bajos, la transformación de los sistemas agroalimentarios costará cuatro billones de USD de aquí a 2030 o 680 mil millones de USD anuales, que comprenden una combinación de inversiones (426 mil millones de USD) y el costo de la red de protección social (255 mil millones de USD), dijo el Sr. Torero.

Al señalar que el apoyo y las subvenciones a la agricultura están vinculados al uso insostenible de los recursos y las distorsiones del comercio y que favorecen la perspectiva a corto plazo, el Sr. Torero destacó la necesidad de redirigir el apoyo que se presta a la agricultura para destinarlo a fomentar la inclusividad y la sostenibilidad, en especial el uso sostenible del agua.

Se puede acceder a la totalidad del acto aquí.

Contactos

Irina Utkina Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 52542 [email protected]

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]