Las zonas rurales son las más afectadas por la presión migratoria

El Director General de la FAO destaca en el Diálogo Internacional sobre la Migración la gran importancia de unos sistemas agroalimentarios más fuertes y sostenibles para evitar los desplazamientos forzados

FAO

“La población rural tiene menos oportunidades y recursos para adaptarse al cambio climático y la exposición repetida a los fenómenos climáticos aumenta el riesgo de pobreza”, afirmó el Director General de la FAO, QU Dongyu.

24/10/2022
Roma - Las zonas rurales soportan la mayor carga relacionada con los desplazamientos forzosos, tanto en lo referente a la emigración como a la acogida de gran cantidad de personas, destacó hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el Diálogo Internacional sobre la Migración 2022.

En la conferencia se ha señalado que la migración humana está en su nivel más alto de la historia y que la seguridad alimentaria es, junto con los patrones climáticos y los conflictos, una de sus principales causas.

El Diálogo, organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), trata este año del tema “Confluencia de crisis mundiales: los efectos de la inseguridad alimentaria y el cambio climático sobre la migración y los desplazamientos”.

En la inauguración del acto, el Sr. António Vitorini, Director General de la OIM, señaló que la seguridad alimentaria ya es un problema importante hoy y está destinado a serlo aún más en el futuro, con el riesgo cada vez mayor de que a los actuales problemas de distribución les sigan otros de producción de alimentos el año que viene. También hizo hincapié en que las repercusiones del cambio climático influyen en la migración en todas las partes del mundo.

El Sr. QU acogió con satisfacción estas observaciones iniciales, y señaló que el 80 % de las personas desplazadas en el mundo se encuentran en países o territorios afectados por la inseguridad alimentaria aguda y la malnutrición, y que se enfrentan a riesgos climáticos y otras catástrofes.

“La población rural tiene menos oportunidades y recursos para adaptarse al cambio climático y la exposición repetida a los fenómenos climáticos aumenta el riesgo de pobreza”, afirmó el Director General, y agregó que eso supone un gran factor de presión para que la gente emigre o se vea obligada a desplazarse o, peor aún, quede atrapada en zonas de alto riesgo sin poder desplazarse.

Asimismo, el Sr. QU añadió que la labor de la FAO en el ámbito de la mitigación del cambio climático, el fomento de la resiliencia y la acción temprana trata de velar por que la migración sea una opción y no una necesidad. También señaló que, desde que asumió su cargo hace tres años, un tercio de la financiación de emergencia y resiliencia gestionada por la FAO se destina a abordar el reto de la migración por situaciones de dificultad.

“Invertir en la transformación de los sistemas agroalimentarios y en las respuestas a largo plazo es fundamental para aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios ante los riesgos, en particular los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y las crisis económicas”, afirmó el Sr. QU. El apoyo efectivo y sostenible a los pequeños agricultores será vital para asegurar que forman parte de la solución y para hacer locales las cadenas de suministro”, continuó.

Otros participantes en la sesión de apertura del Diálogo, entre ellos el Director General de la Organización Mundial de la Salud y el Enviado Presidencial Especial para la Respuesta a la Sequía de Somalia, aludieron a las diversas formas en que unos sistemas agroalimentarios quebrados pueden desencadenar problemas de migración, a través del aumento de las enfermedades y los conflictos comunitarios.

Nuevas vías

El Director General de la FAO invitó al optimismo, afirmando que la migración debe verse también como una “fuerza positiva potencial para la transición verde”.

“La inversión en los emigrantes y en las comunidades en diáspora, así como la transferencia de habilidades y conocimientos en medios de vida resilientes al clima y tecnologías climáticamente inteligentes, pueden contribuir a promover los agronegocios verdes y mejorar el acceso a los alimentos”, dijo el Sr. QU.

“Las nuevas vías para la resiliencia también deberían contemplar la creación de unas condiciones propicias para aprovechar el potencial de la migración para la adaptación al cambio climático en las zonas de origen, tránsito y destino”, añadió.

También se refirió a la Iniciativa Mano de la mano, que está organizando un amplio conjunto de inversiones en la región del Corredor Seco de América Central, donde los problemas de gestión del agua y las sequías recurrentes llevan a muchos agricultores familiares a abandonar sus hogares.

También recordó a los responsables de la formulación de políticas que la FAO, junto con la Universidad de las Naciones Unidas, ha desarrollado una guía y un conjunto de herramientas para facilitar la integración de la movilidad humana en los planes nacionales de adaptación y las contribuciones determinadas a nivel nacional desde la perspectiva de los medios de vida rurales.

El Diálogo, auspiciado por la OIM, continúa hasta el martes con paneles sobre diversos temas, entre ellos uno sobre enfoques sensibles al género en el que participa Giorgia Prati, especialista en Migración y Cambio Climático de la FAO.

Más sobre este tema
Diálogo Internacional sobre la Migración 2022 de la OIM

Para obtener más información sobre la labor de la FAO

Entrevista con Giorgia Prati, de la FAO (en inglés)

La Iniciativa Mano de la mano y el Corredor Seco

Demystifying the link between migration and development informs policy (Desmitificar el vínculo entre la migración y el desarrollo orienta las políticas)(en inglés)


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