Somalia: la vida y el sustento de millones de personas sigue en riesgo y la FAO pide aumentar la ayuda humanitaria de manera urgente

Se necesitan inversiones estratégicas para mejorar de forma sostenible la seguridad alimentaria e hídrica de millones de somalíes

© UN Photo / Fardosa Hussein

Mujeres y niños fuera de sus refugios improvisados del campamento para desplazados internos de Raama Cadeey, en Baidoa, Somalia.

©UN Photo / Fardosa Hussein

06/03/2023

Roma. Pese a que la ayuda humanitaria ha impedido que se produjeran peores consecuencias y ha evitado la hambruna en algunas partes de Somalia hasta el momento, millones de somalíes del medio rural siguen haciendo frente a unas dificultades sin precedentes en el ámbito de la seguridad alimentaria. En el contexto de la reciente publicación de los resultados de la encuesta sobre seguridad alimentaria, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) manifestó hoy que, para invertir la alarmante tendencia, se requiere prestar ayuda humanitaria constante y a gran escala, pero también se deben adoptar medidas transformadoras para mejorar la seguridad alimentaria e hídrica de forma sostenible, reducir la vulnerabilidad de las personas a las perturbaciones y las tensiones y mejorar su capacidad de adaptación al cambio climático.

Somalia ha estado al borde de la hambruna en los últimos meses debido a la sequía histórica provocada por las cinco temporadas consecutivas de escasez de lluvia y la que se prevé será la sexta y que se ha visto agravada por el alza de los precios de los alimentos y el agua, los conflictos y la falta de acceso al agua, el saneamiento y los servicios sanitarios.

En el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) se revela que, gracias al considerable aumento de la ayuda humanitaria multisectorial y a que las precipitaciones han sido ligeramente más favorables de lo previsto, la hambruna ha dejado de ser una amenaza en algunas partes del país; no obstante, la situación sigue siendo crítica y el riesgo de hambruna se mantiene en algunas zonas.

En el informe se pone de manifiesto que entre enero y marzo de 2023, casi cinco millones de personas en Somalia se encuentran en la Fase 3 de la CIF (crisis) o en un nivel peor de inseguridad alimentaria aguda, y entre ellas 96 000 personas padecen hambre en grado de catástrofe (Fase 5 de la CIF). Se prevé que el hambre aguda aumentará y que 6,5 millones de personas (más de un tercio de la población total) padecerán inseguridad alimentaria aguda en grado de crisis (Fase 3 de la CIF) o peor (fases superiores) entre abril y junio de este año, de las cuales 223 000 personas probablemente en grado de catástrofe (Fase 5 de la CIF). Además, las poblaciones agropastoriles del distrito de Burhakaba y los desplazados en Baidoa y Mogadiscio se encuentran en riesgo de padecer hambruna entre abril y junio de 2023 si no llueve lo suficiente durante la estación húmeda, conocida como Gu, de 2023 y la ayuda humanitaria no llega a los más necesitados.

El apoyo ininterrumpido para salvar vidas y medios de subsistencia es fundamental

Habida cuenta de las diferentes prioridades a escala mundial y del aumento de la frecuencia de las perturbaciones climáticas, la comunidad dedicada a la ayuda humanitaria y el desarrollo ha de encontrar formas de hacer más con menos recursos. Es necesario poner en marcha intervenciones inmediatas y prolongadas a gran escala para salvar la vida y los medios de subsistencia de millones de somalíes que siguen estando en riesgo de caer en la hambruna.

La FAO ha recibido 183 millones de USD, que representan el 68 % de los fondos necesarios, en el marco del Plan de la FAO para ampliar la prevención de la hambruna en Somalia (de mayo de 2022 a junio de 2023). Con estos fondos, la Organización ha beneficiado a más de un millón de personas, lo que equivale al 47 % de los 2,4 millones de personas que se había fijado como objetivo. La FAO necesita financiación adicional urgente para ampliar el acceso inmediato a alimentos y a las necesidades básicas en las zonas rurales, remotas e inaccesibles, así como proteger los medios de subsistencia y respaldar la producción alimentaria donde aún sea posible hacerlo.

Que todo siga igual ya no es una opción

“La ayuda de la FAO a los medios de subsistencia está salvando vidas y allanando el camino para acelerar la recuperación de un gran número de personas”, dijo el Sr. Rein Paulsen, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO. “Sin embargo, en la situación de crisis prolongada, que ya ha cumplido tres años, se han agotado las estrategias de supervivencia de las personas más vulnerables y las familias se enfrentan a la indigencia, el desplazamiento, la malnutrición infantil e incluso la muerte. Las inversiones en sistemas de alerta temprana, la financiación flexible para la adopción de medidas preventivas y la adopción de enfoques coordinados para fomentar la resiliencia son primordiales para romper el ciclo de vulnerabilidad crónica y aguda que se produce año tras año, en particular en las comunidades rurales”.

El nuevo modelo propuesto por la FAO requiere esfuerzos conjuntos y coordinados para dirigir las inversiones hacia soluciones integradas a más largo plazo en favor de la seguridad alimentaria e hídrica sostenible.

Los efectos de la sequía todavía se dejan sentir en el Cuerno de África; por ello, la ampliación del enfoque multisectorial para salvar vidas y proteger los medios de subsistencia seguirá siendo esencial en 2023. La situación actual demuestra la necesidad urgente de aumentar drásticamente las inversiones y formular políticas en materia de reducción del riesgo de catástrofes y fomento de la resiliencia, y pone de relieve el papel decisivo de la agricultura en la consecución de un futuro sostenible para la población del África oriental.

Más sobre este tema

Para obtener más información sobre el tema:

Contactos

Irina Utkina Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 52542 [email protected]

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]