Se necesita asistencia urgente para las comunidades afectadas por el histórico desbordamiento del río Shabelle en Somalia

De la Oficina Regional de la FAO para África

FAO

©FAO

19/05/2023

Mogadiscio. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de Asuntos Humanitarios y Gestión de Catástrofes del estado somalí de Hirshabelle han solicitado asistencia urgente para las comunidades afectadas por las inundaciones en la ciudad de Belet Weyne de dicho estado. Se calcula que la crecida, que comenzó a principios de mayo, ha afectado a más de 200 000 personas y cerca del 79 % de la superficie urbana está anegada, según la unidad de Gestión de la información sobre aguas y tierras de Somalia de la FAO. 

“Es la peor crecida del río Shabelle que hemos visto en treinta años, para muchas familias desplazadas la situación actual es muy precaria”, se lamenta Ezana Kassa, Jefe del Programa de la FAO en Somalia. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, más de 200 000 personas han tenido que abandonar sus hogares y necesitan comida, agua, alojamiento y otros servicios esenciales inmediatamente. “Sus medios de vida han quedado destruidos y aumenta el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua”, advierte Kassa. Se trata de un nuevo revés para los agricultores del lugar, que aseguran que la cosecha de este año parecía más prometedora que en los últimos tres años de sequía. 

Además de facilitar informes y análisis sobre las inundaciones a los agentes humanitarios y de enviar alertas tempranas a las comunidades afectadas a través del sistema “Digniin”, la FAO está apoyando la adopción de medidas de preparación y acrecentando las transferencias monetarias de emergencia para las familias afectadas. Los distritos situados río abajo, como Bulo Burto, Jalalaqsi y Jowhar, todavía se enfrentan a un riesgo moderado o alto de inundación.

“Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione asistencia urgente a los habitantes de Belet Weyne y de las regiones afectadas por la crecida”, insistió la ministra Asha Khalif Mohamed, del Ministerio de Asuntos Humanitarios y Gestión de Catástrofes del estado de Hirshabelle, el organismo encargado de dirigir la respuesta a las inundaciones. Aseguró que el gobierno ya había enviado alimentos y enseres de emergencia a las comunidades afectadas, además de coordinar la respuesta a las inundaciones sobre el terreno. En palabras de la ministra, “debemos estar listos para llevar hasta allí lo que necesite la población en cuanto bajen las aguas, prevenir epidemias y también ayudar a las comunidades a reponerse, con intervenciones que les permitan recuperar sus medios de vida”.

La FAO ya intervino recientemente en otras inundaciones en Belet Weyne y las cercanías. Los primeros informes indican que el trabajo realizado por la FAO en 2022 con el respaldo del Reino Unido, el Banco Mundial y el Gobierno italiano sirvió para contener los niveles de la crecida durante más semanas que en años anteriores. Sin embargo, en el peor desbordamiento desde al menos 1991, las aguas han superado la marca máxima previa. Otras intervenciones siguen conteniendo las aguas de la crecida, con lo que se ha logrado evitar un desastre mayor.

Las históricas inundaciones son la enésima catástrofe natural que azota Somalia en tiempos recientes, una tendencia que va al alza en parte por el cambio climático mundial. Entre 2021 y 2022, una sequía devastadora empujó al país al borde de la hambruna y provocó una situación de inseguridad alimentaria aguda para 6,6 millones de personas. Lo ocurrido también es recordatorio de la vulnerabilidad de Somalia al cambio climático. El país ya es uno de los más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático, y los modelos científicos más fidedignos pronostican que, en el futuro, las perturbaciones meteorológicas serán cada vez más frecuentes. 

Además de ayuda inmediata para las poblaciones afectadas, la FAO pide que se amplíen las inversiones a largo plazo, por ejemplo en soluciones más sólidas para la contención de crecidas, a fin de mitigar las repercusiones de las perturbaciones climáticas sobre las comunidades vulnerables y de preservar su seguridad alimentaria de cara al futuro.

Contactos

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]