El Yemen: la FAO acoge con satisfacción una contribución adicional procedente de varias organizaciones por valor de 150 millones de USD aportada por el Banco Mundial para fortalecer la resiliencia y abordar la creciente inseguridad alimentaria

Saná/Roma. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha acogido con satisfacción una contribución adicional procedente de varias organizaciones por valor de 150 millones de USD aportada por el Banco Mundial para ampliar el restablecimiento de los medios de vida rurales, impulsar la producción de alimentos de los hogares y proporcionar asistencia de emergencia a los hogares vulnerables en el Yemen.

Desde 2021, el Proyecto de respuesta en favor de la seguridad alimentaria y la resiliencia del Yemen, con un presupuesto de 127 millones de USD, ha sido ejecutado conjuntamente por la FAO, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El Comité Internacional de la Cruz Roja se une ahora a los organismos de las Naciones Unidas en la ejecución del proyecto.

La financiación adicional se aportó en respuesta a un drástico deterioro de las condiciones de la seguridad alimentaria en el Yemen.

La actualización de la previsión de la inseguridad alimentaria aguda según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), llevada a cabo en septiembre de 2022, indica que es probable que aproximadamente 17 millones de personas, o más de la mitad de la población del país, experimenten niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda (fase 3 de la CIF o un nivel superior) entre octubre y diciembre de 2022. De esta cifra, 6,1 millones de personas se clasifican en la fase 4 de la CIF (Emergencia).

La FAO recibirá 79,4 millones de USD procedentes de la financiación adicional. Esto se añade a los 61,1 millones de USD asignados inicialmente para apoyar las actividades de la FAO destinadas a aumentar la producción de productos agropecuarios y pesqueros, incluida la producción doméstica y en huertos, promover la agricultura climáticamente inteligente, fortalecer los sistemas agroalimentarios a escala local y establecer cadenas de valor agrícola nacionales.

“Agradecemos al Banco Mundial esta importante contribución. La cooperación que mantenemos desde hace tiempo ayuda a garantizar un enfoque integrado para abordar las cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria en el Yemen mediante el fortalecimiento de la agricultura como medida de emergencia para producir a nivel local y también como fuente de alimentos y puestos de trabajo a medio y largo plazo”, declaró el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “Esta financiación adicional del Banco Mundial resulta vital para ayudar a fomentar la resiliencia entre los pequeños agricultores del Yemen, impulsar la disponibilidad de alimentos a nivel local y fortalecer los sistemas agroalimentarios locales que se han visto debilitados por el conflicto, las repercusiones de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y las perturbaciones climáticas”, añadió.

El Proyecto de respuesta en favor de la seguridad alimentaria y la resiliencia del Yemen presta apoyo a hogares vulnerables a través de oportunidades de obtener dinero por trabajo y de apoyo nutricional para madres y niños. Asimismo, el proyecto ofrece un apoyo específico a los medios de subsistencia que impulsa la producción agrícola a corto plazo, mejorando al mismo tiempo las contribuciones de la agricultura a la seguridad alimentaria y la actividad económica a más largo plazo y fomentando la capacidad de gestión de la seguridad alimentaria.

El potencial de la agricultura

La agricultura sigue sufriendo los efectos del conflicto y del brote de la COVID-19, lo cual compromete su potencial de convertirse en el sector económico más importante del Yemen. Como resultado de ello, las oportunidades de subsistencia disponibles son limitadas y el país depende en gran medida de las importaciones comerciales para satisfacer la demanda interna de numerosos productos agrícolas, entre ellos el trigo, que es el alimento básico del país. La situación de la seguridad alimentaria ha empeorado todavía más debido a los efectos de la guerra en Ucrania, en particular la interrupción de los envíos de trigo.

En la actualidad, el sector agrícola solo satisface en torno al 20 % de sus necesidades alimentarias debido a las limitadas tierras agrícolas y los escasos recursos hídricos y a prácticas agrícolas deficientes, sumadas a años de guerra, el elevado precio del combustible y la escasez de agua.