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Enfrentarse a la sequía


La actual sequía en el Cuerno de África ha sido generalizada y provocado una inseguridad alimentaria que ha llevado a una crisis humanitaria regional, en particular entre las comunidades que viven de la cría de ganado. Abdal Monium Osman, Oficial superior de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, y Cyril Ferrand, Jefe del Equipo de Resiliencia para África oriental, explican qué está haciendo la FAO para ayudar a mejorar la resiliencia de los medios de subsistencia pastoriles.

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Miembros de una comunidad pastoril en Kenia esperan para recibir alimentos para sus animales como parte de la respuesta a la sequía. Las sequías en el Cuerno de África han aumentado en frecuencia y gravedad. Con años consecutivos de lluvias escasas, además de la sequía inducida por El Niño en 2015-16, ha habido poca o ninguna recuperación entre los hogares afectados. ©FAO/Luis Tato

04/04/2018

P. ¿Cómo sobrevive el sistema pastoril tras una sequía severa, como las de 2011 y 2017?

R. El sistema pastoril emplea diversas estrategias para recuperarse y mejorar su resiliencia. Estas estrategias incluyen la participación de los pastores para explotar los recursos de pastoreo, el uso de animales que se alimentan de especies leñosas -como camellos y cabras-, y la disponibilidad de redes sociales y de seguridad para conseguir ganado prestado y reabastecerse con vistas al futuro.

Otro factor importante en la recuperación es mantener la salud de los animales y la calidad de su alimentación, a la espera de que mejore la situación de los pastizales.

Hay zonas de Etiopía, Kenya y Somalia que todavía están inmersas en la sequía. Los agricultores pueden recuperarse en una o dos temporadas, pero los pastores necesitan de cuatro o cinco años para regenerar sus rebaños.

P. ¿Qué deberían hacer la FAO y otros de sus socios para apoyar los medios de vida pastoralistas en África oriental?

R. Ya no existe una sola forma de pastoreo, y debemos adaptar nuestro apoyo según las necesidades. Algunas comunidades requieren asistencia comercial para vender sus animales y los ayudamos con un enfoque de cadena de valor. Otros pueden haber perdido todo antes de que llegue la ayuda. En ese caso, necesitarán asistencia para comenzar con nuevos medios de vida.

Entre las áreas prioritarias de la FAO figuran mejorar la capacidad y rendición de cuentas en las instituciones de gobernanza, ocuparse de los aspectos transfronterizos y regionales del pastoreo, utilizar sistemas de seguimiento para abordar los problemas cuando surjan y garantizar una respuesta oportuna a las emergencias ganaderas basada en los medios de subsistencia cuando se presenta una crisis.

En Somalia, una niña bebe leche de una cabra en un campamento para pastores que han perdido sus medios de vida a causa de la sequía. Un hombre llena un recipiente con agua para sus animales sedientos. ©FAO/Karel Prinsloo

P. ¿Cómo puede la FAO utilizar mejor sus recursos para apoyar el pastoreo en sus diferentes contextos?

R. La FAO cuenta con varias ventajas comparativas, en especial en lo que respecta a su experiencia en sanidad animal y otras cuestiones pecuarias.

Actualmente, la FAO solo trabaja en cuestiones de alimentación animal cuando aparecen situaciones de emergencia; necesitamos trabajar para orientar a todas las partes en cómo evaluar la disponibilidad de alimentos para los animales en cada país, no solo durante las emergencias. Ahora existe una vía para avanzar gracias a una nueva herramienta desarrollada por la FAO que analiza la disponibilidad de alimentos para el ganado en un país o región, en función de la disponibilidad interna de recursos.

P. ¿Cuáles son algunas de las lecciones aprendidas de la respuesta a la sequía de África oriental en 2016-2017 y cómo puede la FAO utilizarlas en futuras respuestas a crisis?

R. Nos encontramos aún en el medio de las lecciones aprendidas, porque la sequía está en curso. Las sequías tienen una forma de repetirse que nos indica que estaremos mejor preparados para la próxima vez. Ya que un año o 18 meses después de una sequía, la comunidad mundial pierde impulso, y cada vez se produce una disminución de las energías.

Una lección positiva aprendida es que la FAO ha ayudado a la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés) a admitir que el pastoreo es una cuestión transfronteriza y, como tal, trabajamos con los gobiernos para permitir el cruce de fronteras en busca de mejores áreas de pastoreo sin tener que preocuparnos por conflictos o disputas en estas áreas. La lección aquí es que atenuar la tensión y facilitar el acceso pacífico al pastoreo y los recursos hídricos durante una sequía es clave para minimizar la tensión social y salvaguardar el ganado.

La falta de acceso a los recursos para alimentar a los animales ha provocado pérdidas masivas de ganado, provocando una mayor malnutrición infantil, enseñándonos a centrarnos en el ganado de ordeño que queda para alimentar a los más necesitados, mientras el rebaño principal migra.

Buscando agua de un río casi seco en Etiopía. El Equipo de Resiliencia de la FAO para África oriental trabaja de manera incansable para mejorar la resiliencia de los medios de subsistencia pastoriles frente a unas condiciones constantes de sequía. ©FAO/Giulio Napolitano

P. ¿Qué papel juegan el ganado y el pastoreo para garantizar la nutrición en las regiones áridas y semiáridas?

R. El pastoreo permite convertir los recursos marginales de las tierras secas en productos animales de calidad, como la leche. La leche sigue siendo uno de los alimentos más esenciales para la nutrición de las familias pastoriles, especialmente de los niños menores de cinco años.

Estudios en Kenya han demostrado que existe una correlación directa entre la malnutrición infantil y el deterioro en la alimentación y el agua del ganado, pero no pusimos suficiente énfasis en esta correlación. Ahora, existe un proyecto de la FAO y UNICEF para vincular de forma concreta la salud infantil y la salud de los animales.

P. ¿Qué podemos esperar de la crisis del pastoreo en la región en 2018?

R. Desafortunadamente, las perspectivas climáticas de febrero a mayo de 2018 no son esperanzadoras. En Etiopía, Kenya y Somalia no hay perspectivas de que mejoren las condiciones. El pronóstico es de lluvias en la media o por debajo del promedio, lo que significa que no habrá recuperación de los pastos, no habrá producción de cereales ni tampoco una mejora de las zonas de agua.

En la parte positiva, la FAO espera implementar un sistema más sólido de alerta temprana del ganado, el Sistema Predictivo de Alerta Temprana del Ganado (PLEWS), además de las herramientas de balance forrajero para todas las partes interesadas. Finalmente, esperamos hacer más hincapié en el diseño e implementación de programas ganaderos e intervenciones de alimentación animal en entornos pastoriles que estén atentos a la nutrición.

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