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La Tierra es nuestra nave espacial, y nosotros su tripulación


El nuevo Embajador de buena voluntad de la FAO, el astronauta Thomas Pesquet, nos llama a actuar contra el cambio climático

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La Tierra es nuestra nave espacial, y tenemos recursos limitados a bordo. Debemos utilizarlos de forma inteligente. Como nuevo Embajador de Buena Voluntad de la FAO, el astronauta francés Thomas Pesquet nos ayuda a difundir este mensaje. © ESA/NASA

21/04/2021

El 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin se convirtió en la primera persona en viajar al espacio, completando una órbita completa alrededor de la Tierra. Por primera vez, un ser humano vio el aspecto de nuestro planeta desde la distancia. Sin embargo, el planeta que pudo contemplar entonces habría sido muy diferente al aspecto actual de la Tierra. En los años transcurridos, el cambio climático y la actividad humana han alterado drásticamente nuestro “planeta azul”, hasta el punto de que los efectos son visibles incluso desde el espacio.

Ahora, 60 años después, Thomas Pesquet, astronauta francés de la Agencia Espacial Europea (ESA) y nuevo Embajador de buena voluntad de la FAO, nos habla sobre el cambio climático, tras haber constatado personalmente desde el espacio el daño causado.

“Te impresiona lo hermosa que es [la Tierra], y luego empiezas a darte cuenta de que no siempre es así. Ves la tala de los bosques, la contaminación del agua, la del aire. Eso te hace pensar en las repercusiones de nuestras actividades en el planeta”, dice Pesquet.

Al viajar a la Estación Espacial Internacional por primera vez en 2016, Pesquet pasó 196 días consecutivos en el espacio, trabajando como ingeniero de vuelo, realizando experimentos científicos y observando la Tierra.

“Fui testigo de los efectos del cambio climático en nuestro planeta y las consecuencias de la acción del ser humano. Intenté documentar todo esto desde el espacio y abogar por un mayor respeto por el medio ambiente. Ir al espacio te da esa distancia que necesitas”, continúa.

“Cuando volví a la tierra desde este observatorio privilegiado que me permitió ver tantas cosas, busqué la manera de pasar a la acción”.

Desde entonces, Pesquet se ha convertido en un gran defensor de las medidas para combatir el cambio climático, a favor de la biodiversidad y la conservación de los recursos naturales, optando por hablar públicamente sobre estos temas. Comenzó a colaborar con la FAO en 2018, participando en los actos de la COP23 compartiendo sus experiencias desde el espacio, enviando un mensaje especial en vídeo para el Día Mundial de la Alimentación de 2019 y pronunciando un discurso en el quinto aniversario del Acuerdo de París en 2020, para destacar la urgencia de abordar el cambio climático a fin de alcanzar la seguridad alimentaria.

Se convirtió en Embajador de buena voluntad de la FAO el 12 de abril de 2021, el Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados, que conmemora el viaje de Gagarin que cambió la Historia.

Pesquet volverá a lanzarse al espacio el 23 de abril de 2021 a bordo de la nave espacial SpaceX Dragon con destino a la Estación Espacial Internacional. En esta próxima misión, el astronauta llevará consigo una bandera de las Naciones Unidas y otra de la FAO, poniendo de manifiesto su vinculación oficial con la Organización. También demostrará su dedicación al reto del cambio climático y el hambre con el parche de la misión Alpha, que lleva en su borde exterior los 17 colores que representan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Izquierda/Arriba: Pesquet luce su parche de la misión Alpha, cuyos bordes coloreados representan los 17 ODS. ©ESA – Nicole Fischer / FAO Derecha/Abajo: La obtención de datos sobre el cambio climático desde el espacio nos ayuda a comprender mejor las reper

La Tierra desde el espacio: nueva perspectiva, nuevos datos

Además de la perspectiva, el espacio también nos proporciona datos únicos sobre estos cambios. De hecho, los satélites espaciales son una de las mejores formas de recopilar información sobre el cambio climático. Los cambios en la temperatura de la Tierra, el nivel del mar, los gases atmosféricos y la disminución de la capa de hielo y de la cubierta forestal son vigilados por los satélites. La posibilidad de observar y controlar estos cambios desde el espacio ha revolucionado la forma en que percibimos nuestro planeta y nos ha ayudado a comprender las profundas repercusiones que nuestras acciones están teniendo en el medio ambiente.

Ante la enormidad del desafío del cambio climático, las agencias espaciales han comenzado a establecer programas para su vigilancia y seguimiento. La FAO está trabajando con la ESA para que los datos obtenidos de estos satélites estén disponibles en una plataforma de código abierto, ayudando a los países a utilizar esta información para orientar sus políticas alimentarias y agrícolas y frenar los efectos del cambio climático. Recientemente, la FAO y la ESA han reforzado su alianza y pondrán en marcha actividades de investigación y desarrollo en el uso de la observación de la Tierra para elaborar estadísticas agrícolas, que pueden ayudar a los países a supervisar su progreso en la consecución de los ODS.

Para Pesquet, este aspecto de la obtención de datos de los viajes espaciales es fundamental para afrontar los retos de la Tierra, ya que la ciencia y la tecnología son nuestros mejores aliados.

“En el fondo soy un científico”, dice, “y creo que la ciencia sin prejuicios es realmente la forma de abordar la mayoría de los problemas actuales”.

Testigo de los efectos del cambio climático en nuestro planeta, Pesquet se sintió obligado a actuar y colaborar con la FAO para llamar la atención sobre los problemas del cambio climático, la disminución de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas y sus repercusiones en la seguridad alimentaria. ©SpaceX

Trabajando juntos en nuestra propia nave espacial

El cambio climático está afectando a algo más que a la salud de nuestro planeta. Está influyendo en nuestra salud, en los recursos naturales, en los ecosistemas e incluso en nuestra capacidad de alimentarnos. Los cambios en el régimen de lluvias, el aumento de las sequías y las inundaciones, la meteorología imprevisible y la variación de las temperaturas amenazan seriamente la productividad agrícola y la seguridad alimentaria del mundo, perjudicando de manera desigual a los pobres y a quienes dependen de la agricultura para su subsistencia.

La cooperación internacional es vital para resolver problemas como el cambio climático, una de las razones que impulsaron a Pesquet a trabajar con la FAO.

“La Tierra es una nave espacial volando por el espacio con recursos limitados. Los problemas son los mismos -un medio hostil con el que debemos tratar, recursos limitados que debemos compartir y la necesidad de entendernos con los miembros de la tripulación y trabajar de forma conjunta para alcanzar nuestras metas”, señala Pesquet. “Hay que ayudar a que la nave espacial vuele el mayor tiempo posible y en el mejor estado posible, para toda la tripulación”.

Es muy importante que hagamos cambios cotidianos en nuestra propia vida, pero la cooperación internacional y la implicación de los gobiernos son fundamentales.

“Uno puede modificar su propio comportamiento, pero es importante que a nivel político se tomen las decisiones adecuadas. Por eso intento hacer campaña por el planeta en general; espero que veamos que las cosas cambian más rápidamente”.

Si todos vivimos en una gran nave espacial, nuestra misión debería ser mantener nuestro hogar a salvo para nosotros y para las generaciones venideras. Esto implica cambiar nuestros hábitos a nivel personal y presionar para que se hagan cambios también a nivel político. Con ciudadanos comprometidos y embajadores de buena voluntad de la FAO como Thomas Pesquet difundiendo el mensaje en la Tierra y fuera de ella nos acercamos a un futuro más sostenible para las personas y para el planeta.

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