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eLocust3: cómo solucionar un viejo problema con una tecnología nueva


Una tecnología innovadora de la FAO ayuda a proteger los medios de vida en decenas de países

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Las infestaciones de langostas pueden tardar años en quedar controladas y afectar a los medios de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas. ©FAO/Yasuyoshi Chiba

08/11/2019

Puede que sean pequeñas, pero son temibles. Las langostas son una de las plagas migratorias más antiguas del mundo y, debido a los estragos que causan en los cultivos, constituyen una grave amenaza a la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Si las infestaciones no se detectan prontamente, pueden desatarse plagas inmensas que a menudo cuesta varios años y cientos de millones de dólares controlar. Una plaga de langostas del desierto, una de las especies de langosta más peligrosas de todas, puede fácilmente afectar al 20 % de la superficie terrestre del planeta y perjudicar a los medios de vida de una décima parte de la población mundial.

Decenas de millones de langostas pueden volar hasta 150 km al día con el viento a favor y cubrir vastas zonas. Una langosta del desierto adulta puede consumir cada día una cantidad de alimentos equivalente a su propio peso, unos 2 gramos. Para dar una idea exacta de lo que eso significa, basta decir que incluso un enjambre muy pequeño se come la misma cantidad de alimento en un día que unas 35 000 personas. Esto tiene graves consecuencias en la seguridad alimentaria; las repercusiones pueden ser verdaderamente devastadoras.

Entra en escena eLocust3

Desde hace más de 40 años, la FAO ayuda a los países en riesgo a ganar la guerra contra las infestaciones de langostas. Para ello, es esencial disponer de datos. La FAO ha elaborado un instrumento revolucionario que permite a los equipos sobre el terreno en todo el mundo seguir los desplazamientos de las langostas a través de distintos países y aplicar inmediatamente medidas para poner bajo control un enjambre antes de que cause daños serios.

La aplicación eLocust3 de la FAO permite a los equipos sobre el terreno transmitir información desde remotas zonas desérticas a su centro nacional de lucha contra la langosta y a la Sede de la FAO, en Roma. Izquierda: ©FAO/Keith Cressman. Derecha: ©FAO

Este instrumento de la FAO, eLocust3, es concretamente una aplicación específica instalada en tabletas y disponible en árabe, francés e inglés que registra y transmite datos en tiempo real vía satélite a los centros nacionales de lucha contra la langosta y al Servicio de información sobre la langosta del desierto, ubicado en la Sede de la FAO, en Roma. Desde 2015, se han distribuido 450 de estos dispositivos portátiles a equipos sobre el terreno en 24 países del norte de África, el Cercano Oriente y el Asia sudoccidental, lo que les ha permitido transferir datos en tiempo real desde sus todoterrenos en medio del desierto directamente a su oficina nacional de lucha contra la langosta y al centro de operaciones en la Sede de la FAO. Los oficiales nacionales de información sobre la langosta, todos los cuales reciben 11 meses de rigurosa capacitación en Roma, dirigen los equipos sobre el terreno encargados de recoger, compilar y analizar los datos y los comparten con los países vecinos.

El seguimiento continuo de los datos y las imágenes obtenidas por satélites que realiza la FAO permite realizar previsiones con hasta seis semanas de antelación. Los datos proporcionados por eLocust3 ofrecen al Servicio de información sobre la langosta del desierto una amplia imagen de los lugares exactos en todo el mundo donde se encuentran las langostas, lo que permite predecir las pautas de vuelo y transmitir alertas tempranas a los países expuestos, que pueden así poner en marcha operaciones de control.

Próximo avance: la tecnología de drones

Los equipos sobre el terreno hacen un excelente trabajo de recogida de datos, pero en países como Mauritania o Sudán, en los que hay desiertos más grandes que la superficie terrestre de Italia, puede resultar casi imposible llegar a todos los rincones. Aunque las estimaciones de las precipitaciones y la vegetación verde basadas en datos obtenidos por satélites pueden ayudar a los equipos sobre el terreno a acotar las zonas que deben vigilarse, las imágenes pueden tener errores y a menudo no se dispone de ellas hasta que es demasiado tarde. Para afrontar este problema, la FAO está trabajando en la utilización de drones junto con los dispositivos de eLocust3 ya disponibles a fin de dar a los equipos que están sobre el terreno la oportunidad de realizar una vigilancia más efectiva y abarcar zonas más extensas.

Un dron de ala fija sería capaz de volar alrededor de 100 km mientras recoge datos sobre la ubicación de la vegetación verde y de procesar las imágenes obtenidas para elaborar un mapa. A su vez, el mapa guiaría a los equipos de vigilancia sobre el terreno hasta zonas de un área máxima de 5 km para realizar inspecciones más detalladas usando un dron de aspas. De encontrarse infestaciones significativas, entonces puede incluso usarse un dron de control para fumigar con plaguicidas de forma segura y eficaz, lo que hace posible detener a las langostas antes de que formen enjambres y reducir al mínimo la exposición de los seres humanos a los plaguicidas. Se espera que en 2020 haya un prototipo de estos drones a disposición de los países.

Una captura de pantalla del dispositivo eLocust3. Las zonas rojas son vegetación verde fresca, el tipo que prefieren las langostas del desierto. Las negras son vegetación más antigua que no atrae a las langostas. Esto ayuda a los equipos locales a saber dónde buscar enjambres de langostas. ©FAO

Las langostas y otras plagas transfronterizas son un problema mundial. Hacen falta esfuerzos coordinados y oportunos en distintos países para conseguir contener las plagas y prevenirlas. En cuanto órgano neutral, la FAO está en buenas condiciones para ofrecer sus conocimientos especializados incluso en zonas delicadas. En 2019, la FAO tomó parte por primera vez en una reunión fronteriza conjunta entre la India y el Pakistán para intercambiar información sobre las operaciones de lucha contra la langosta del desierto en curso en ambos países. La participación de la FAO en esta reunión constituyó un reconocimiento de la importancia de su experiencia y su labor en este ámbito.

Las iniciativas relativas a eLocust3 y a los drones son ejemplos concretos de cómo podemos resolver viejos problemas mediante la innovación. La nueva tecnología ―y, lo que es más importante, la aplicación de esa tecnología de formas nuevas e innovadoras― es fundamental para superar los desafíos del presente. Con esta mentalidad, asociaciones mundiales sólidas entre países y organizaciones y soluciones innovadoras aplicadas a escala global, podemos trabajar juntos con miras al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

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