Managua, Nicaragua. El curso, diseñado para fortalecer las capacidades técnicas en investigación agropecuaria, abordó temas claves como metodologías de investigación, diseño experimental de cultivos, redacción científica, análisis de datos y evaluación económica. Estos conocimientos permitirán a las y los investigadores del INTA fortalecer sus enfoques en la investigación agrícola y, por ende, aumentar la calidad de los resultados obtenidos en campo.

Alfonso Martinuz, Especialista Técnico de la FAO en Nicaragua, resaltó:“Esta formación no solo dota de herramientas metodológicas clave para generar conocimiento de calidad, sino que también fortalece la capacidad de tomar decisiones basadas en evidencia. Al mejorar las competencias de investigación, impulsamos la innovación y aseguramos que las tecnologías agropecuarias sean más eficientes y sostenibles, contribuyendo así a la transformación de los sistemas agroalimentarios.”

Por su parte, McDonald López, investigador agropecuario del INTA expresó “el uso de diseños experimentales y la investigación nos permiten elaborar informes técnicos de mayor calidad y alcanzar resultados viables en el campo, con una rigurosidad que se ajusta a estándares nacionales e internacionales. Estos informes pueden ser utilizados en diversos ámbitos agrícolas, como tesis, maestrías, posgrados y revistas científicas, lo que enriquece aún más el sector agrícola de nuestro país”.

La capacitación se desarrolló a través de tres talleres presenciales en los Centros de Desarrollo Tecnológicos (CDT - INTA) ubicados en San Pedro de Lóvago, Chontales; San Isidro, Matagalpa; y el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CNIA - INTA) en Managua. Durante estos talleres, se presentaron análisis experimentales en cultivos de maíz resistentes al estrés hídrico, establecimiento de pastos y parcelas de tomates, entre otros.

Angela Pineda, investigadora del INTA presentó dos evaluaciones experimentales en el cultivo de maíz que recientemente están estudiando para conocer su rendimiento ante las variabilidades climáticas y posterior ser validado para su distribución a productores del país.

“Tenemos un ensayo de evaluación con arreglos y densidad en siembra de maíz de la variedad NB 4093, para obtener mejores rendimientos de cultivo, y una segunda evaluación de cuatro híbridos de maíz de alto rendimiento, resistente a stress hídrico y adaptados a las condiciones ambientales de los territorios de Ticuantepe, Mateare y Managua, que es donde tenemos las réplicas,” detalló.

El curso comenzó de manera virtual el 8 de agosto, brindando una base teórica a los participantes en análisis experimental. Posteriormente, entre el 2 y el 7 de septiembre de 2024, se llevó a cabo la parte práctica en campo. Se espera que el curso concluya a finales del mes, con el análisis de los datos obtenidos de los diseños experimentales realizados durante la etapa práctica.

Este curso se enmarca en el “Proyecto de Resiliencia alimentaria en Nicaragua: Fortalecimiento integral para la seguridad alimentaria, nutricional y pesca sostenible” de la FAO, que tiene como producto desarrollar un plan de fortalecimiento de capacidades de profesionales de campo del INTA sobre técnicas para la investigación agroalimentaria y comunicación científica para apoyar las competencias esenciales en transferencia de conocimientos de los técnicos.