FAO en Nicaragua

Nicaragua inicia la segunda fase del proyecto regional para mitigar los efectos de las crisis climáticas

Con la participación de productores y productoras, representantes de Pueblos Indígenas, autoridades del Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio (SNPCC) y del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED), la FAO acompaña el inicio de la segunda etapa del proyecto regional “Incrementar la seguridad alimentaria a través de la acción anticipatoria y la respuesta de emergencia en Centroamérica”.

08/07/2024

Estelí, Nicaragua. El proyecto se centra en proteger los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y la nutrición de los hogares rurales vulnerables de pequeños productores de los municipios de Telpaneca, Totogalpa, Mozonte, Condega y Ciudad Darío, en el Corredor Seco. La iniciativa busca anticiparse a los impactos de las crisis climáticas mediante una mejor adopción de estrategias para la resiliencia de los sistemas agroalimentarios en condiciones climáticas y ambientales cambiantes.

En la presentación de esta nueva fase del proyecto, participaron delegaciones nacionales de instituciones vinculadas a la protección de medios de vida como el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED), el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCCA), Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), alcaldes y alcaldesas de Totogalpa, Pueblo Nuevo y Condega, además de técnicos de la Unidad de Gestión de Riesgo (UMGIR), entre otros.

Durante la visita técnica, las municipalidades brindaron el espacio para la identificación de prioridades y expectativas para la implementación de la segunda etapa del proyecto, enfocada en la reactivación productiva de las familias más vulnerables ante la variabilidad climática.

“En Condega, somos un municipio agrícola que tiene 22 comunidades que han sido fuertemente afectadas por la sequía, siendo San Diego y Santa Rosa las más predominantes. Es por eso que los productores de estas comunidades serán prioritarios por el proyecto, con la entrega de semillas para garantizar su seguridad alimentaria”, afirmó la alcaldesa Aura María Montoya.

Por su parte, Milagros Corrales, vicealcaldesa de Totogalpa, mencionó que desde la primera etapa del proyecto, como una medida de acción anticipatoria con los Comités Municipales para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (COMUPRED) y con la participación de todas las familias han preparado planes comunitarios multiamenazas para proteger la vida y sus medios de subsistencia: “Las familias productoras que trabajan con los bancos de semillas están preparadas ante cualquier riesgo para garantizar la siembra y que en tiempos de sequía haya alimentación”.

Autonomía productiva desde los Bancos Comunitarios de Semilla (BCS)

Las familias integradas a los BCS, en la primera fase del proyecto, recibieron paquetes productivos enfocados en semillas de frijol y maíz, medidores de humedad, sistemas de cosecha de agua y pluviómetros para medir la cantidad de lluvia que reciben los cultivos para tomar decisiones.  

Hasta ahora, muchas de estas familias siguen implementando estas prácticas como medidas anticipatorias. Un ejemplo de esto lo encontramos en los productores del BCS “Por el Bien Común” en La Pava, Totogalpa. En sus parcelas trabajan el mejoramiento del suelo con la incorporación de rastrojos para evitar su degradación. Además, llevan a cabo un proceso demostrativo con la producción de siete variedades de frijol, destacando aquellas variedades que son adaptadas a periodos prolongados de precipitaciones.

“En la parcela hemos venido trabajando en la validación de semillas que sean tolerantes a la lluvia y a la sequía. Ejemplo, el INTA Llano Seco y el INTA Fuerte Sequía que son variedades que están aptas a recibir un promedio de 1,200 milímetros de lluvia” resaltó Bilomar Alfaro, presidente del BCS, quien agregó: “con los más 465 milímetros de lluvia caída en este mes de junio (2024), el frijol que no es apto para tanta lluvia se encuentra estresado, es por eso que nosotros debemos adaptar la siembra a la variabilidad del clima”.

En la agricultura, la acción anticipatoria tiene un enfoque eficaz para proteger las vidas de las personas y los medios agrícolas de subsistencia. Los pronósticos y alertas tempranas permiten a los productores tomar mejores decisiones para establecer sus ciclos de siembra.

Sobre el proyecto

El proyecto regional seguirá su agenda para recuperación y resiliencia de medios de vida agropecuarios en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua mediante estrategias de acción anticipatoria y reforzamiento de la capacidad de respuesta de las comunidades. En Nicaragua es implementado a través de la asistencia técnica de la FAO, el financiamiento de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitarias Europeas (ECHO), con el acompañamiento del SINAPRED y el INTA.