FAO en Nicaragua

Fortaleciendo Bancos Comunitarios de Semillas con enfoque de género

03/11/2022

 

Los bancos comunitarios de semillas son una estrategia clave para garantizar la seguridad alimentaria en especial frente a emergencias medioambientales

Luz Marina Valle es proveniente de la comunidad El Jocote, municipio de Condega, se identifica como una mujer “campesina, feminista, militante agroecológica y docente”, para ella los bancos de semillas significan tener una célula viva en la comunidad, “porque para nosotros la semilla significa vida en sí misma”, agrega.

Un evento para el intercambio de conocimientos

Este 31 de octubre cientos de productoras y productores de bancos comunitarios de semillas se reunieron en un encuentro nacional para intercambiar experiencias con expertos nacionales e internacionales, fortalecer sus conocimientos y posteriormente replicarlos en sus comunidades.

El almacenaje de semillas es una práctica a la que se han dedicado las y los agricultores y sus familias durante miles de años. Les ha permitido cultivar una gran cantidad de distintas variedades locales, que han podido adaptar a las diferentes condiciones y efectos del cambio climático.

El evento de dos días, organizado por el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el apoyo de la FAO, también contó con una feria donde productoras y productores exhibieron sus semillas.

“En programas como los bancos comunitarios de semillas, las y los productores semilleristas están trabajando con diferentes genéticas de granos básicos, teniendo así seguridad y soberanía alimentaria” afirmó Miguel Obando Co Director del INTA.

El aporte de la FAO con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) a través del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” contribuye al incremento de la productividad con un enfoque agroecológico y de adaptación al cambio climático, aportando de este modo a la seguridad alimentaria y nutricional de las familias nicaragüenses.

“Con estos espacios Nicaragua gana, esperamos este ejercicio nos permita lograr una mejor producción, nos permita lograr por tanto una mejor nutrición, un derecho básico que todos y todas tenemos, una alimentación sana y también nos permita cuidar nuestro medio ambiente, elevar productividad sin sacrificar los recursos naturales; y por supuesto tener una mejor vida” afirmó Milton Castillo, Oficial Nacional de programas de la FAO.

Bancos comunitarios de semillas y empoderamiento de la mujer

Luz Marina, miembro de la Fundación Entre Mujeres (FEM), afirma que es a partir de la estrategia de bancos de semillas que las mujeres de su comunidad han podido “salir de la cocina”, “salir a las esferas productivas”, sobre todo trabajar también las agro cadenas. “Ha sido muy importante, tomar nuestras propias decisiones sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra sexualidad, sobre todos los bienes de la vida” afirma.

“Iniciamos nuestro banco de semillas a partir de un inventario.  Hemos venido validando cuatro variedades de semillas de frijol y adicionalmente una semilla de maíz. Para nosotras controlar las semillas es muy importante porque si disponemos de la semilla podemos decidir sobre ella y decidir sobre nuestras formas de alimentarnos”.

“Hay más de 240 mujeres con semillas de granos básicos, que estamos cada vez mejorando las variedades, multiplicándolas, refrescándolas, y compartiéndolas en las comunidades, apuntando siempre a la sostenibilidad de los reservorios y de nuestras vidas también” concluye Valle. 

Una estrategia que garantiza seguridad alimentaria

Estudios han indicado que, en Nicaragua, el 69% de las fincas agropecuarias corresponden a la producción de granos básicos. Este sector económico utiliza diversos tipos de semillas criollas producidas en sus respectivas fincas.

Lo anterior evidencia que el abastecimiento de semillas de buena calidad es un reto importante, especialmente para incrementar la producción de granos básicos a nivel de la agricultura familiar.

La Estrategia de Bancos Comunitarios de Semillas, se complementa con la Estrategia de Fitomejoramiento participativo y la Estrategia Nacional de Bioinsumos lideradas por el INTA con el apoyo de la FAO.

Se suman a este esfuerzo a partir del año 2019, los proyectos AGRIADAPTA y RELEVA para fortalecer la producción sostenible de semillas y la capacidad de almacenamiento de los Bancos Comunitarios de Semillas Criollas, con enfoque en la seguridad alimentaria a través del acceso a semillas criollas de calidad, mejorar la resiliencia al cambio climático de las comunidades y sus productoras y productores al igual que reducir su riesgo a lo largo de la cadena de suministros agrícolas.