FAO en Panamá

Países de América Latina y el Caribe fortalecen sus programas de alimentación escolar para combatir la malnutrición

29/05/2018

Durante un encuentro regional, los países intercambiaron experiencias y logros del proyecto desarrollado por la FAO y el Gobierno de Brasil

Continuar fomentando la Educación Alimentaria y Nutricional (EAN); fortalecer las compras públicas a la agricultura familiar; y dedicar más atención a los pueblos indígenas fueron algunos de los temas estratégicos acordados entre los países de América Latina y el Caribe que participaron en el Encuentro regional para la consolidación de programas de alimentación escolar en la región, en la ciudad de Panamá.

En dicho encuentro, 13 países participantes del proyecto de Fortalecimiento de la Alimentación Escolar, desarrollado con el apoyo de la cooperación técnica del Gobierno de Brasil y la FAO desde 2009, presentaron los principales avances y experiencias nacionales e intercambiaron buenas prácticas y lecciones aprendidas para reforzar estos programas.

“Los programas de alimentación escolar son una de las estrategias de protección social y de garantía del derecho humano a la alimentación que apuntan a una transformación en la vida de las comunidades en toda América Latina”, afirmó Tito Díaz, Coordinador Sub-regional para Mesoamérica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Este proyecto de alimentación escolar genera un círculo virtuoso, al mejorar la alimentación escolar de los niños y niñas con alimentos sanos y crear oportunidades para los agricultores familiares en las comunidades”, agregó.

Durante los dos días de encuentro, organizado por la FAO y la Agencia Brasileña de Cooperación ABC/MRE y el Fondo Nacional para el Desarrollo de la Educación (FNDE), fueron debatidos de manera participativa los principales temas que deben ser priorizados para seguir fortaleciendo estos programas, así como para garantizar una alimentación adecuada y saludable en los centros escolares.

En América Latina y el Caribe, más de 143 millones de niños y niñas cuentan con meriendas en las escuelas. En un contexto en el que la obesidad y el sobrepeso está en aumento, en el que, estos programas contribuyen a combatir la doble carga de la malnutrición: la erradicación del hambre y el combate al sobrepeso y la obesidad, según Adoniram Sanches, Oficial de Políticas de la FAO.

La Coordinadora-General del Programa Nacional de Alimentación Escolar del FNDE, Karine Santos, señaló que la política de alimentación escolar desarrollada y discutida desde el año 2009, es una política social e intersectorial que involucra salud, educación, agricultura y, por eso, necesita ser pensada de manera conjunta. “La reunión fue una oportunidad para ver el camino recorrido y mirar adelante para la definición de nuevos pasos de manera colectiva”, evaluó.

Cecilia Malagutti, Coordinadora-General de Cooperación Técnica Trilateral de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), también identificó el encuentro como una oportunidad para consolidar los avances logrados y su transformación en políticas nacionales; fortalecer las compras directas a la agricultura familiar, teniendo como prioridad la búsqueda de mecanismos legales e institucionales; y mejorar la capacidad productiva, la calidad y la oferta de estos alimentos. “Son los desafíos para el futuro de estos programas en la región”.

Una nueva visión de la alimentación escolar

Para Najla Veloso, Coordinadora del proyecto Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, se ha observado un cambio de paradigma en los países respecto a la alimentación escolar, a partir de una mirada del derecho humano a la alimentación. “Este cambio facilitó el establecimiento de programas permanentes, con financiamiento y cobertura asegurados mediante marcos legales, y que permiten ofrecer alimentación saludable a los estudiantes durante todos los días lectivos”, destacó la Coordinadora.

Entre los avances del programa se encuentra la aprobación de la política de alimentación escolar en Paraguay en 2014, que permitió pasar de un presupuesto de 69 millones de dólares en 2012 a 102 millones en 2017, y en Honduras en 2016, priorizando los alimentos procedentes de productores locales. También en Costa Rica se han fortalecido las compras de alimentos a la agricultura familiar, pasando de 170 centros participantes hasta los 1.700 en la actualidad.

En El Salvador, las Escuelas Sostenibles pasaron de beneficiar a 5. 868 alumnos en 9 centros escolares en 2013 a 280 centros escolares y 100 mil estudiantes en 2018; mientras que, en Guatemala, el proyecto inició con 10 escuelas y hoy son 400 centros escolares, con un 50% del presupuesto destinado a compras a la agricultura familiar con el objetivo de llegar a 70% en 2021.

En República Dominicana, fue creado el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) y actualmente el 88% de los estudiantes del sistema educativo dominicano se beneficia de los programas de alimentación escolar en sus diferentes modalidades, quintuplicando la inversión en los últimos 5 años. El aporte nutricional del PAE pasó de representar entre 15% - 20% a suplir de 60% - 70% de los requerimientos alimenticios diarios del estudiante.

Con respecto a los países del Caribe, los Programas de alimentación escolar están proporcionando beneficios positivos y sustanciales a los países del CARICOM. En Belice y Guyana, se han diseñado proyectos piloto para vincular agricultura familiar y alimentación escolar; en Belice, se llevaron a cabo actividades en escuelas del Distrito de Toledo y en San Vicente y las Granadinas el Programa de Alimentación Escolar es parte de la política de protección social del país.