Más de 80 representantes de gobiernos e instituciones, organizaciones de la sociedad civil, productores e instancias regionales del SICA participaron en un encuentro virtual para intercambiar propuestas y avanzar en la definición y construcción de un plan de acción para el Decenio de la Agricultura Familiar.

Este intercambio facilitó la identificación de desafíos para la agricultura familiar en el contexto de la COVID-19 y tras el paso de los huracanes ETA e IOTA, la actualización de la información existente en todos los países y la definición de prioridades y acciones para el desarrollo del sector.

El encuentro se celebró entre los días 19 y 20 de noviembre, y fue promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC) y el Programa de Diálogo Rural Regional (PDRR), con el apoyo del programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID – FAO.

“La agenda de recuperación y reconstrucción pasa por impulsar políticas focalizadas en favor de la agricultura familiar y que permitan que ese sector pueda desarrollar todo su potencial productivo, social, de innovación y resiliencia en las sociedades rurales”, declaró Pablo Rabczuk, Oficial de Sistemas Agroalimentarios de la FAO.

“Este encuentro es una oportunidad para profundizar en los aportes estratégicos del sector a la región SICA en materia de seguridad alimentaria y desarrollo territorial, fortalecer la plataforma de diálogo regional y contribuir a una agricultura familiar más próspera e inclusiva”, agregó Roberto Harrison, Secretario Ejecutivo del Consejo Agropecuario Centroamericano.

Gloria Sandoval, Directora General para Mesoamérica de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), también enfatizó en la importancia de impulsar la agricultura familiar para la consecución de la seguridad alimentaria y nutricional y destacó el compromiso de México para seguir sumando a la construcción de un sector rural más próspero e inclusivo a través del programa Mesoamérica sin Hambre.

Prioridades para el impulso al sector

Los participantes coincidieron en los avances logrados en la región, donde existen marcos normativos o leyes explícitas para la agricultura familiar, aunque manifestaron la necesidad de garantizar su cumplimiento, fortalecer técnica y financieramente la institucionalidad que atiende el sector, e innovar en la formulación e implementación de políticas y proyectos para que sean más eficientes y focalizados.

Entre las propuestas identificadas figuran el desarrollo de sistemas de registro que identifiquen y caractericen a las agriculturas familiares y sus dinámicas territoriales o socioculturales propios de la juventud, las mujeres, comunidades indígenas o afrodescendientes, y el acceso a capacitación.

También destacaron la importancia de canalizar inversiones hacia la investigación, innovación, gestión de conocimientos para la producción y comercialización de los productos de la agricultura familiar, la conservación ambiental y la adaptación al cambio climático.

Del mismo modo, resaltaron como una necesidad el acceso a mercados y los mecanismos de compras públicas, la definición de estrategias de diferenciación o certificación de origen de sus productos para un mayor posicionamiento en el mercado, y el fortalecimiento y ampliación de la asociatividad de la agricultura familiar.

Estas prioridades serán abordadas en el proceso de construcción y definición del Plan Regional de Agricultura Familiar y las futuras acciones de fortalecimiento de capacidades en la gestión de políticas públicas en 2021.