Autoridades del Ministerio de Educación compartieron recientemente los principales avances del Programa Estudiar Sin Hambre (EsH), que inició su implementación en el 2019 con el apoyo de la FAO y que no se detuvo durante la pandemia, habiéndose ajustado a la nueva realidad.

El programa Estudiar sin Hambre continuó funcionando en varios de sus componentes, pese al cierre de las escuelas por la pandemia desde marzo 2020, integrándose a las acciones del Plan Panamá Solidario, para enfocarse particularmente en Educación Alimentaria y Nutricional a distancia, así como en mejorar los comedores y cocinas en las escuelas participantes, comentaron recientemente autoridades del Ministerio de Educación en la presentación de avances de este programa del Gobierno.

Esta iniciativa, que forma parte del proyecto de Estado “Plan Colmena”, y que cuenta con el compromiso y apoyo de la FAO para su implementación, se formuló y consolidó mediante la firma de un Memorándum de Entendimiento entre la Organización y el Gobierno de Panamá, con el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, como testigo de honor, con el propósito de fortalecer los programas de alimentación escolar del Ministerio de Educación, sin imaginar que pocos meses después las actividades escolares se verían interrumpidas por la pandemia de la COVID-19.

Sin embargo, a pesar del cierre de las escuelas, luego que el Gobierno de Panamá anunciara esta medida tras la primera muerte confirmada el 10 de marzo del 2020, el Ministerio de Educación y la FAO destacan en su informe de avance dos grandes áreas de acción a las que se les dio seguimiento: una, el desarrollo de capacitaciones en educación alimentaria y nutricional para el personal docente; y la otra, ejecución de acciones para que las escuelas participantes cuenten con la infraestructura adecuada en los comedores y cocinas. Este último realizado con un aporte de recursos adicionales por parte de FAO Panamá.

Sobre esto, el Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, explicó que desde la Iniciativa regional 1 de FAO en América Latina y el Caribe: Sistemas alimentarios sostenibles a fin de proporcionar dietas saludables para todos, se considera que los programas de alimentación escolar (PAE) contribuyen significativamente en la lucha contra el hambre y la malnutrición en todas sus formas, y a garantizar el derecho humano a la alimentación adecuada para todos los escolares.

“Estas iniciativas tienen potencial de impacto en el desarrollo socioeconómico a nivel nacional y en los territorios, sirviendo además de estrategia de lucha contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. La alimentación escolar es un instrumento de política para mejorar la seguridad alimentaria y combate de la pobreza, mediante las compras públicas de la agricultura familiar local y campesina. Esperamos que esta intervención pueda escalarse a más escuelas, para lo cual, la FAO reitera el total apoyo y compromiso con el Gobierno de Panamá”, añadió.

Por su parte, el Oficial de Nutrición de la FAO para Mesoamérica, Israel Ríos, explicó que este programa representa importantes contribuciones al cumplimiento de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 en Panamá. “Estamos seguros de que Estudiar sin Hambre contribuye con la seguridad alimentaria y nutricional de la población escolar de Panamá, aportando al objetivo dos para el desarrollo sostenible (ODS) sobre la erradicación del hambre”, comentó el funcionario.

Ríos añadió que los mecanismos de adquisición de alimentos, a través de la compra de la agricultura familiar que implementa Estudiar sin Hambre, aportan directamente con el ODS1 de erradicar la pobreza en los territorios. Además, los componentes de alimentación y educación contribuyen con los ODS3 y ODS4, sobre salud y educación. Y varios de los otros ODS también son impactados desde esta política de alimentación escolar, como iniciativa del Ministerio de Educación de Panamá.

Avances específicos del programa

En el marco de la pandemia de la COVID-19, los equipos técnicos de FAO y el MEDUCA trabajaron en el diseño y validación de lineamientos para la alimentación en emergencias, así como en la implementación de un programa de capacitación virtual para docentes, basado en la Guía de “Alimentación saludable”, enfocado en el desarrollo de capacidades en materia de bienestar nutricional, hábitos y estilos de vida saludable. Este programa de fortalecimiento de capacidades fue impartido por nutricionistas y agrónomos del equipo de nutrición nacional y regional de la Dirección Nacional de Nutrición y Salud Escolar del Ministerio de Educación y la FAO.

Adicionalmente, se han realizado ajustes en almacenes, cocinas y comedores de algunas de las escuelas participantes; así como reemplazo de mobiliario e instalación de salidas eléctricas para las cadenas de frío, entre otras mejoras a la infraestructura general. Otras de las escuelas no pudieron ser inspeccionadas y atendidas en aquel momento ante las alertas nacionales emitidas para las zonas comarcales donde se encuentran ubicadas, áreas que sufrieron los estragos causados por los huracanes ETA e IOTA. Sin embargo, las autoridades tienen previsto iniciar las acciones de remodelación de los espacios de alimentación a partir de este mes de marzo 2021.

Las autoridades comentaron que, en un escenario de eventual retorno a clases en modalidad semi presencial, se reactivaría el componente de compras públicas directas a la agricultura familiar, permitiendo a las escuelas abastecerse de alimentos saludables como frutas y hortalizas, así como otros ingredientes naturales y nutritivos,  para ofrecer la alimentación a las niñas y niños en las escuelas.