FAO en Panamá

Legumbres tienen relevante rol para erradicar el hambre en América Latina y el Caribe

07/03/2016

La conservación y utilización de la diversidad genética de las legumbres es fundamental para enfrentar los impactos del cambio climático.

 El frijol común se originó en Mesoamérica y ha sido cultivado por más de 5 mil años.

Ciudad de México, 04 de marzo de 2016.  La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó el lanzamiento oficial del Año Internacional de las Legumbres en América Latina y el Caribe.

“La diversidad de frijoles que existe en la región, como tesoro genético contribuye a hacer frente al cambio climático”, resaltó el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

“Podemos evitar que una sequía se convierta en hambruna si impulsamos las principales legumbres locales. Los frijoles, en particular, son resistentes a la sequía y nos ayudan a mejorar los suelos, ya que fijan el nitrógeno”, agregó el Director General de la FAO.

En el evento, el Presidente de la 34º Conferencia Regional, José Calzada Rovirosa, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México (SAGARPA), resaltó la importancia de las legumbres para la alimentación y autoconsumo de los pueblos de América Latina y el Caribe.Calzada Rovirosa también explicó que México es el cuarto productor de frijol del mundo y que el país es autosuficiente, ya que con lo producido en el país se cubre el 98.5% del consumo nacional.

En su intervención el Secretario de Agricultura y Ganadería de Honduras, Jacobo Paz Bodden, señaló que el frijol es un alimento básico que no puede faltar en el plato de los centroamericanos y que es cultivado por 40 mil productores en su país.

El frijol común se originó en Mesoamérica y ha sido cultivado por más de 5000 mil años. Existe una diversidad genética muy grande de los frijoles en la región que pueda ser la base genética para nuevas variedades necesitadas frente a cambio climático.

Antes de concluir el evento, el Director General de la FAO invitó a los ministros y representantes de los países de América Latina y el Caribe, reunidos en el marco de la 34º Conferencia Regional de la FAO a impulsar la producción de legumbres en sus países y promover su consumo para contribuir a mejorar la alimentación de las familias latinoamericanas.

Legumbres: un tesoro nutricional de origen latinoamericano

Las legumbres (en América Latina y el Caribe principalmente los frijoles) juegan un papel fundamental en la seguridad alimentaria y nutricional, contribuyen a la producción sostenible y son fuente de ingresos y alimentación para millones agricultores familiares.

Las legumbres son ricas en nutrientes, y son una fantástica fuente de proteína vegetal libre de grasa, que es particularmente importante para la salud humana. Las legumbres se componen de aproximadamente un 20-25 por ciento de su peso en proteína, que es el doble del contenido de proteína del trigo y el triple que el del arroz.

Cuando se come junto con cereales, la calidad de la proteína en la dieta se forma una proteína completa.  Comparado con proteína de origen animal, la proteína de legumbres es mucho más barata y así mucho más accesible a familias de escasos recursos. Las legumbres tienen un bajo contenido en grasas, sin colesterol ni gluten.

Un atributo importante de legumbres es su capacidad de fijar el nitrógeno biológicamente. Estas plantas, en simbiosis con ciertos tipos de bacterias son capaces de convertir el nitrógeno atmosférico en compuestos de nitrógeno que pueden ser utilizados por las plantas en crecimiento, mejorando en consecuencia la fertilidad del suelo.

Estas dos características son especialmente importantes para los sistemas alimentarios de bajos insumos y los principios agroecológicos, ya que permite reducir sustancialmente el uso de fertilizantes, dándole especial cualidad eco-amigable con el medio ambiente.

Las legumbres ayudan a mitigar el cambio climático al reducir la dependencia de los fertilizantes sintéticos. La fabricación de estos fertilizantes conlleva un consumo intensivo de energía y emite gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Es el momento de divulgar los beneficios, promover su producción, consumo y comercialización. Invito a todos y todas de unir esfuerzos para elogiar los beneficios de las legumbres y aquí gozar de unos platillos en base de frijoles y aprender al mismo tiempo, que las rotaciones que incluyen cultivos leguminosos permiten continuar la producción futura en la misma parcela de tierra.

http://www.fao.org/pulses-2016/es/