¿Quiénes son y dónde están las personas que padecen inseguridad alimentaria en Panamá?
Por Rosana Martín Grillo
Son las 8 de la mañana y un grupo de encuestadores del Instituto de Estadística y Censo de Panamá se alistan para iniciar una nueva jornada laboral. Carpetas en mano, cargadas de encuestas, se dirigen de nuevo a la comunidad de Ipetí Emberá, donde han estado trabajando intensamente durante una semana, puerta a puerta, para reunir la mayor cantidad de datos sobre las viviendas y hogares: integrantes del hogar, características de la vivienda, ingresos… y grado de inseguridad alimentaria.
Adriana Griffith es una de las encuestadoras que conforman el equipo, y se dirige a la primera vivienda asignada, donde le recibe una mujer de mediana edad acompañada de tres de sus hijos.
- “Buenos días, venimos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) y nos gustaría hacerle una encuesta. Estos datos son totalmente confidenciales, y servirán para conocer más sobre su hogar, vivienda y comunidad”, explica pausadamente Adriana.
Tras confirmar la utilidad de su participación, la señora accede a ser entrevistada y Adriana inicia su trabajo. Primero datos sobre su vivienda seguidos de otros más específicos que su interlocutora va respondiendo.
- “Ahora llegamos a unas preguntas más sensibles y me gustaría que me comunique si no entiende bien la pregunta o necesita que le explique con detalle”, menciona Adriana, a lo que su interlocutora asiente, comprendiendo de qué se trata al escuchar la pregunta.
- En los últimos 12 meses, usted o algún otro adulto de su hogar ¿se ha preocupado por no tener suficiente alimento para comer por falta de dinero u otros recursos?
Esta pregunta no era común en Panamá, pero durante el mes de diciembre de 2018 se repitió en todas las viviendas que participaron en la aplicación piloto de la encuesta de propósitos múltiples con el módulo de inseguridad alimentaria incorporado.
“La inseguridad alimentaria es un fenómeno muy difícil de medir, pero sabemos que las personas que la sufren, pasan por ciertas experiencias que permiten identificarla”, explica Verónica Boero, Oficial Regional de Estadísticas de la FAO.
Una buena parte de los panameños que sufren inseguridad alimentaria viven en comunidades rurales e indígenas, pero hasta entonces no existía una medición desagregada.
“Las comunidades indígenas manifestaron que la forma en que se tomaban los datos y se hacían las preguntas no reflejaba su realidad y sus verdaderas necesidades”, explica Vilma Cuevas, Estadística de la sección de población y vivienda del INEC.
Por estos motivos, el Instituto de Estadística y Censo de Panamá, con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la coordinación de la Secretaría Técnica del Gabinete Social para la articulación con otras instituciones, puso en marcha un proyecto de recolección de datos estadísticos para aplicarla escala de Inseguridad alimentaria basada en experiencias (FIES por sus siglas en inglés) en cuatro comunidades indígenas del país.
“La escala FIES consiste en un módulo de ocho preguntas, que pueden integrarse fácilmente en diversos tipos de encuestas nacionales para medir esa inseguridad alimentaria a través de las experiencias de quienes la sufren”, agrega Boero.
Las preguntas del módulo FIES se centran en experiencias y comportamientos relativos a la alimentación descritos por los encuestados y las dificultades para acceder a los alimentos. Su medición complementa a otros indicadores de seguridad alimentaria y nutricional, contribuyendo a un conocimiento más amplio de las causas y consecuencias de la inseguridad alimentaria.
Para incluir el módulo FIES en la encuesta de propósitos múltiples que se levanta anualmente en el país, se realizó una revisión técnica del cuestionario y posteriormente se probó su implementación en campo en comunidades indígenas, previa consulta a través de la aplicación de una consulta para contar con el Consentimiento Previo, Libre e Informado.
También se brindó capacitación a técnicos y encuestadores del INEC sobre la escala FIES y su aplicación, así como a encuestadores de las propias comunidades indígenas, para respetar la pertinencia cultural y formular las preguntas en su idioma, facilitando así la comprensión de los encuestados y la fiabilidad de los datos levantados.
Este proceso contó con colaboración del Programa Mesoamérica Sin Hambre, implementado por la FAO y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).
En total, el proyecto permitió recolectar información sobre 450 viviendas y 2 285 personas de las comunidades indígenas de Llano Ñopo (Gnöbe Buglé), Ipetí Guna, Ipetí Emberá y Piriatí (Emberá) para su posterior análisis y evaluación.
Yorizel González, indígena de la comarca guna de Madugandí, fue capacitada como encuestadora en este proceso. “Esta fue mi primera experiencia como encuestadora y me ha resultado muy buena porque me ha permitido conocer más sobre la realidad de mi pueblo”, afirma.
Ahora, Yorizel forma parte del equipo de encuestadores de la Encuesta Nacional de Propósitos Múltiples de Panamá (EPM), que acaba de iniciar a finales del mes de marzo con el módulo FIES ya incorporado a nivel nacional, y en la cual ha sido muy valiosa la información obtenida del proyecto y las lecciones aprendidas de su implementación en campo.
Los resultados obtenidos de la aplicación de la encuesta permitirán identificar con mayor precisión quiénes son y dónde están las personas que padecen inseguridad alimentaria en Panamá, así como posibles factores de riesgo, datos que permitirán el desarrollo de políticas públicas e intervenciones más focalizadas y eficaces.
“Desde FAO valoramos mucho que el INEC decidiera incluir el módulo FIES en la encuesta, lo cual va a permitir medir los progresos del país en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 mediante el indicador 2.1.2 Prevalencia de inseguridad alimentaria según la escala de experiencia y generar información para el desarrollo de políticas para avanzar hacia su logro”, concluyó Verónica Boero.
“Contar con datos que permitan esclarecer la situación de los pueblos indígenas con la participación de las comunidades es fundamental. Estamos iniciando un proceso y esperamos que en el camino se fortalezca la relación de las autoridades nacionales, los pueblos indígenas y las organizaciones internacionales para lograr ese desarrollo integral que necesitan los pueblos indígenas de Panamá”, concluyó Sara Omi, Presidenta del Congreso Emberá de Alto Bayano.