La FAO presentó resultados regionales sobre producción, comercialización y consumo de legumbres locales para la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza rural.

Representantes de gobiernos y de distintos sectores de la agricultura de América Latina y el Caribe participaron del Taller Regional “Comercialización de Legumbres Locales-Retos y Oportunidades”, un espacio de diálogo e intercambio de experiencias de la región.

La actividad tuvo por objetivo presentar una visión integral de la situación de la producción y consumo de legumbres a nivel regional, específicamente en los 11 países que participaron del proyecto “Promoción de la Producción, Conservación, Consumo y Comercialización de Legumbres Locales para el Mejoramiento de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, la Reducción de la Pobreza, la Conservación de los Sistemas de Producción Tradicionales y la Preservación de la Biodiversidad Genética”, ejecutado con la asistencia técnica de la FAO.  

El oficial de Agricultura de la FAO en Roma, Teodardo Calles, destacó que el Año Internacional de las Legumbres 2016, puso de relieve el papel de las legumbres en la producción sostenible de alimentos.

“Es indudable que ha cambiado la percepción general sobre las legumbres y el papel fundamental que desempeñan para enfrentar los desafíos de la pobreza, de la seguridad alimentaria y la nutrición”, aseguró Calles durante la apertura del taller.

Por su parte, Francisco Burgos, director de Cooperación Internacional del Ministerio de Agricultura y Ganadería habló sobre la importancia de impulsar espacios de diálogo regionales para abordar la producción y el consumo de legumbres.

 “Durante el taller buscamos que el intercambio de experiencias regionales pueda establecer sinergias”, afirmó Burgos.

En el marco del proyecto regional, Paraguay realizó el “Mapeo de variedades locales de legumbres”, actividad que también se desarrolló en los demás países participantes.

Asimismo, en el marco del proyecto, se preparó un catálogo regional de legumbres para impulsar el cultivo, consumo y comercialización de las mismas, especialmente de aquellas que constituyen recursos genéticos propios de cada país o región, como base de su seguridad y soberanía alimentaria.

Pequeñas semillas, grandes soluciones

Las legumbres son un elemento valioso para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, que tiene como objetivo poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

Contribuyen a la adaptación y mitigación del cambio climático. Aportan grandes cantidades de nitrógeno beneficioso para el suelo y requieren poco fertilizante. Producir legumbres junto a otros cultivos aumenta la fertilidad de la tierra, mejora los rendimientos de ambos cultivos y contribuye a un sistema alimentario más sostenible.

También son una fuente de ingresos para millones de agricultores familiares, quienes las siembran en alternancia con otros cultivos por su capacidad de reponer el nitrógeno de la tierra, mejorando la sostenibilidad de la producción.

Los expertos han recordado que la Organización de las Naciones Unidas ha destacado el papel de las legumbres como motor económico de muchas zonas rurales y, especialmente, la ayuda que supone a las mujeres en los países en desarrollo.

Año Internacional de las Legumbres

La 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 2016 como el Año Internacional de las Legumbres (AIL), para sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de este cultivo como parte de una producción sostenible de alimentos, encaminada a lograr la seguridad alimentaria y una buena nutrición.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante Resolución A/RES/73/251, designó el 10 de febrero como Día Mundial de las Legumbres, reafirmando así la contribución de las legumbres a la agricultura sostenible y al logro de la Agenda 2030.