Roma – Las perspectivas de producción de los productos alimenticios más básicos son favorables, pero fenómenos meteorológicos extremos, crecientes tensiones geopolíticas y cambios repentinos de las políticas plantean riesgos para los sistemas mundiales de producción de alimentos y podrían alterar los delicados equilibrios entre la oferta y la demanda y mermar las perspectivas para el comercio y la seguridad alimentaria mundial, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En la última edición de Perspectivas alimentarias, una publicación semestral, se ofrecen pronósticos actualizados sobre la producción, el comercio, la utilización y las existencias de los principales alimentos básicos.
 
Se prevé que los volúmenes de comercio de cereales secundarios y arroz descenderán en 2023/24, aunque los pronósticos sobre la producción mundial de maíz apuntan a un incremento considerable debido al aumento de las plantaciones en el Brasil y los Estados Unidos de América.

Se prevé asimismo un ligero descenso del comercio mundial de aceites vegetales y grasas, mientras que previsiblemente la producción y el consumo mundiales aumentarán.
 
También se prevé que el próximo año disminuyan los volúmenes de comercio de azúcar, productos lácteos, carne y pescado, de acuerdo con el informe, que ofrece igualmente un compendio de las principales novedades respecto de las políticas del sector de productos alimenticios desde mediados de mayo.

Costo mundial de las importaciones de alimentos

En Perspectivas alimentarias se proporcionan asimismo estimaciones actualizadas de la FAO sobre el costo mundial de las importaciones de alimentos en 2023, que se prevé alcanzará 2 billones de USD en 2023, unos 35 300 millones de USD (un 1,8 %) más que en 2022.
 
Las frutas y hortalizas, junto con las bebidas y el azúcar, representan el grueso del aumento, la mayor parte del cual se debe a los países de ingresos altos e ingresos medianos altos. En cambio, se prevé que el costo total de las importaciones de alimentos registre una contracción del 11 % en los países de ingresos bajos.
 
Estas novedades a menudo reflejan las tendencias mundiales de los precios, ya que las cotizaciones internacionales de frutas, hortalizas y azúcares han aumentado mientras que las de los aceites de origen animal y vegetal han disminuido durante el año. No obstante, se prevé que el efecto de los volúmenes en el costo mundial de las importaciones de alimentos exceda el efecto de los precios, aunque no en el caso de productos de gran valor o elaborados como el café, el té, el cacao y las especias.

Es previsible que el costo de las importaciones de alimentos de los países menos adelantados, los países en desarrollo que son importadores netos de alimentos y los países del África subsahariana se reduzca debido en parte a la disminución de las cantidades, lo que parece indicar que hay factores adicionales ―desde el debilitamiento de algunas divisas hasta los crecientes niveles de deuda y los elevados costos de flete― que limitan su capacidad para acceder a los mercados internacionales de alimentos.

El informe incluye también una sección sobre la evolución de los precios internos en los países en desarrollo que son importadores netos de alimentos y un análisis de las tendencias de los índices de precios del consumo mundial de alimentos de la FAO, que evalúan los cambios de los precios en función de la ingesta media mundial de calorías y proteínas.