Expertos de la región se reunieron para presentar los resultados de la aplicación de los Indicadores de Sostenibilidad para la Bioenergía y las experiencias relacionadas al desarrollo moderno de la bioenergía.

Durante dos días, funcionarios de Gobierno, representantes de instituciones regionales como el BID, Mercosur, OEA, IICA y CAF participaron del Taller Regional “Producción y uso sustentable de bioenergía en las Américas: lecciones aprendidas y oportunidades futuras”.

En la ocasión, expertos del sector de energía renovable de 12 países de las Américas presentaron los resultados de la aplicación de los Indicadores de Sostenibilidad para la Bioenergía de la Asociación Global de la Bioenergía (GBEP, por sus siglas en inglés) en algunos países comose Argentina, Brasil, Colombia, Jamaica, Uruguay y Paraguay.

Asimismo compartieron las experiencias relacionadas a la evaluación y gerenciamiento de los aspectos ambientales, sociales y económicos asociados con el desarrollo moderno de bioenergía.

Para Michela Morese, secretaria ejecutiva de GBEP, este espacio resume el trabajo sobre bioenergía que se viene desarrollando en países de América Latina. “Este puede ser el punto de partida para políticas de desarrollo que puedan mejorar la sostenibilidad del sector bioenergética”.

La producción y el uso moderno de la bioenergía pueden desempeñar un papel clave en la diversificación y descarbonización de los sistemas de energía, al mismo tiempo que mejoran el acceso a los servicios energéticos modernos, especialmente en las zonas rurales de los países en desarrollo.

La bioenergía es un sector muy complejo, conectada con diferentes factores. Cubre tres aspectos principales relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: medio ambiente, objetivos económicos y objetivos sociales.

“Con respecto al medioambiente,  se pueden destacar las emisiones del efecto invernadero para la producción de bioenergía, o también el uso del agua con respecto a la cantidad y la calidad que es utilizada en el proceso de transformación y de producción de bioenergía”, mencionó la  Secretaria Ejecutiva de GBEP.

También destacó el impacto de la producción de bioenergía en los indicadores sociales, tales como la utilización del suelo, la seguridad alimentaria, el impacto sobre la salud y las condiciones laborales.

En la misma línea habló de los indicadores económicos, como ejemplo la productividad de bioenergía en término económico.“No existe un aspecto más importante que otro, los tres pilares son realmente importantes para poder ver un desarrollo sostenible de la bioenergía”, finalizó.

Bioenergía en Paraguay

El gobierno paraguayo, bajo la asistencia técnica de la FAO, implementa el proyecto “Construyendo capacidad para el aumento de la sustentabilidad de la Bioenergía a través del uso de los Indicadores de GBEP”, los cuales pretenden proporcionar información para medir la sostenibilidad de la producción y uso de la bioenergía.

Tres centros de excelencia líderes en Paraguay presentaron los avances de los resultados de la medición de Indicadores de sustentabilidad GBEP en procesos bioenergéticos tales como la biomasa forestal, etanol de maíz y etanol de caña de azúcar.

“A través del proyecto, con el apoyo de la FAO se están generando datos y recabando información que van a definir políticas públicas a mediano y largo plazo en el sector de la bioenergía en Paraguay”, aseguró Marcelo González, viceministro de Ganadería. "Tenemos avances de los resultados, en el 2018 se va a presentar el informe final, gracias a esto los planificadores tendremos a mano un documento actualizado de la situación en Paraguay y  las recomendaciones para el trabajo futuro”, reflexionó.

Por su parte, el Representante Permanente de la FAO en Paraguay, Rolf Hackbart, afirmó que “este trabajo permitirá brindar información precisa al Gobierno en materia de bioenergía para optimizar el uso de energía sostenible y aprovechar sus beneficios potenciales en el desarrollo rural, el clima y la seguridad energética”. 

Agregó que la FAO apoya este y otros procesos en materia de protección ambiental y cambio climático para mejorar la resiliencia de la agricultura familiar paraguaya con el diseño o fortalecimiento de herramientas y políticas públicas para la Gestión de riesgos agroclimáticos y la promoción de buenas prácticas.

En el Paraguay, el Proyecto es ejecutado bajo el liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y un Grupo de Trabajo Multidisciplinario (MSWG) que articula con representantes de organizaciones de ambos sectores público y privado y la Academia, con el fin de proveer guía y sugerencias relacionados a la implementación de este proyecto.

El proyecto es parte de la Iniciativa Climática Internacional (IKI). El Ministerio Federal del Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania apoya esta iniciativa basada en una decisión adoptada por el Bundestag Alemán.