FAO en Paraguay

Reducción de la pobreza es el eje principal para el desarrollo de una sociedad sostenible e inclusiva

24/07/2019

La pobreza es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo humano y el crecimiento económico, por lo que el Ministerio de Desarrollo Sostenible está trabajando en la construcción del Plan Estratégico Institucional y Plan de Reducción de la Pobreza, con la cooperación técnica de la FAO.

Paraguay se ha comprometido a luchar contra la pobreza cuando ratificó su compromiso con la Agenda 2030 para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El Plan Nacional de Desarrollo también apunta al compromiso del país de erradicar la pobreza, alcanzar la igualdad y generar oportunidades de desarrollo para todos y todas.

Frente a este escenario, el Gobierno de Paraguay ha tomado iniciativas muy importantes como la creación del Ministerio de Desarrollo Sostenible, la implementación de un Sistema de Protección Social y un Plan Nacional para la Reducción de la Pobreza en el país.

Con el objetivo de diseñar e implementar políticas, planes, programas y proyectos en materia de desarrollo y equidad social, el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) viene trabajando de manera interinstitucional en acciones tendientes a reducir las desigualdades y a mejorar la calidad de vida de la población en situación de pobreza y vulnerabilidad, fundado en los principios constitucionales y valores del respeto a los Derechos Humanos, justicia social y equidad.

En el marco de esta colaboración con el gobierno nacional en el mejoramiento de políticas públicas de protección social, Arnoldo de Ocampos, especialista de FAO, apoya al MDS en la identificación de resultados de desarrollo que sirvan de insumo para la implementación planificada y articulada de líneas de intervención.

Para el consultor internacional, si bien “hay iniciativas importantes de políticas públicas, programas y acciones en Paraguay, como Tekopora, Merienda Escolar, PANIS, entre otros, éstas todavía están aisladas, desarticuladas y no responden de manera organizada a los resultados más amplios para el país”. Durante su misión, el especialista de FAO, acompaña la construcción del Plan Estratégico Institucional y del Plan de Reducción de la Pobreza, además del proceso para la elaboración del Plan Estratégico Institucional MDS 2019-2023, que busca reducir la pobreza y el hambre, aumentar los ingresos propios de las familias pobres que participan de programas sociales e incrementar las inversiones sociales para el 2023.

Si bien Paraguay ha reducido significativamente la pobreza y la pobreza extrema y ha mejorado muchos de sus indicadores sociales, “todavía persisten elevados índices de pobreza y extrema pobreza, sobre todo en las zonas rurales y además ha disminuido el ritmo de su reducción en los últimos años, con riesgo de volver a aumentar, exigiendo iniciativas innovadoras”, argumenta De Campos.

En el marco de la cooperación internacional y cumpliendo con su tercera misión en el país, el especialista participó de talleres, encuentros y reuniones interinstitucionales para contribuir a un plan de acción para erradicar la pobreza y trabajar, junto al MDS, en el diseño de políticas públicas, estrategias y programas que promuevan la agricultura sostenible e inclusiva, la diversificación de los ingresos, el empleo decente, el acceso a la protección social y el empoderamiento de la población de las zonas rurales.

El trabajo que viene realizando el Ministerio de Desarrollo Sostenible, con el apoyo técnico de la FAO, busca transformar un sector que se ha visto relacionado de manera negativa con la pobreza. Sobre todo, teniendo en cuenta la Encuesta Permanente de Hogares 2017 (EPH), cuyos datos indican que la población paraguaya considerada en situación de pobreza representa el 26,40% del total de habitantes del país, lo que significa alrededor de 1,8 millones de personas que residen en hogares cuyos ingresos per cápita son inferiores al costo de una canasta básica de consumo. En el área rural, la pobreza total afecta al 36,22% de la población, mientras que en el área urbana presenta una menor proporción, del 20,25%.

La mayor cantidad de población en situación de pobreza se encuentra en el área rural, albergando a más de 955.000 personas, mientras que el área urbana el número alcanza alrededor de 853.000 habitantes. Lo que nos indica que la pobreza rural es más extendida tanto en incidencia como en cantidad.

El trabajo De Campos también es importante por el enfoque de género, seguridad alimentaria nutricional e interculturalidad, porque “los logros sociales y económicos no podrán manifestarse de la misma manera en todos los paraguayos y paraguayas, mientras algunos grupos sociales no participen del desarrollo que vive el país, como el caso de mujeres, niños y niñas, comunidades rurales, adultos mayores, personas con discapacidad y población en situación de calle que son grupos sociales con brechas de desarrollo mayores que los demás y apuntan a la necesidad de una mirada especial para que nadie quede atrás”.

Reconoce que “es un desafío capacitar al equipo para la gestión y coordinación intersectorial y ajustar a la estructura, programas y procesos operativos a la nueva realidad y gran oportunidad que implica el Plan Reducción de la Pobreza”.

Por todo esto es que el país necesita una estrategia que combine las herramientas de protección social más tradicionales con innovaciones y cambios en el modelo de crecimiento económico, de manera que pueda beneficiar más a las zonas rezagadas y disminuir las brechas sociales que todavía son relevantes en el país.