FAO en Paraguay

¿Sabemos lo que comemos?

19/07/2019

El etiquetado de alimentos es un gran aliado en la lucha contra el hambre y la malnutrición, ya que permite proteger la salud de los consumidores, aportando información sobre la identidad y contenido del producto.

Todo ser humano tiene derecho a una alimentación adecuada y tiene, también, el derecho fundamental a no padecer hambre, según las Normas Internacionales de Derechos Humanos. En las últimas décadas, América Latina y el Caribe se han caracterizado por disponer de alimentos más que suficientes para cubrir los requerimientos de su población. Sin embargo, según las estimaciones de la FAO, en los últimos años han aumentado el hambre y la desnutrición en la región.

Al mismo tiempo, se han incrementado el sobrepeso y la obesidad en todas las edades, siendo uno de los principales factores de riesgo de enfermedades como infarto agudo del corazón, accidente cerebrovascular, diabetes mellitus, y algunos tipos de cáncer que se han convertido en la causa principal de muerte y discapacidad en la Región de las Américas, según la OPS.

De acuerdo al Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas en 2019, la malnutrición en la región toma muchas formas: uno de cada diez niños y niñas menores de cinco años presenta retraso en el crecimiento; uno de cada cuatro adultos es obeso; y una de cada cinco mujeres en edad fértil padece de anemia. La obesidad atenta la salud y al bienestar de casi cuatro millones de infantes en América Latina y el Caribe.

Y Paraguay no está ajeno a esa realidad, ya que la subnutrición golpea aproximadamente a 100.000 personas más que hace diez años, alcanzando a más del 10,7% de la población nacional, lo que representa a alrededor de 750.000 personas. La obesidad ha aumentado en personas mayores de 18 años, afectando a unos 900.000 paraguayos y paraguayas.

Todos estos escenarios están íntimamente relacionados con las características y el funcionamiento de nuestros sistemas alimentarios. Ya lo decía la Dra. Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región enfrenta una doble carga de malnutrición que para combatirla es necesario asegurar el acceso a una alimentación balanceada y abordar los principales factores sociales que determinan este hecho, como la falta de acceso a alimentos saludables, a agua y saneamiento, a servicios de educación y salud, a programas de protección social, entre otros.

Parte de la solución pasa por la transformación de los sistemas alimentarios que, si bien deben garantizar empleos y divisas, también deben asegurar salud, bienestar y protección ambiental. Y para lograrlo, el etiquetado de alimentos es un aliado importante a la hora de transmitir a los consumidores mayor información con relación a los valores nutricionales y composición de los productos. Comunicar de manera fácil estos datos científicamente argumentados, contribuye a alcanzar una alimentación más adecuada para la población, y establecer medidas para disminuir el riesgo de adquirir sobrepeso y obesidad, y enfermedades no trasmisibles como la diabetes o problemas cardiovasculares.

Hoy, las naciones latinoamericanas caminan hacia la implementación del etiquetado frontal de alimentos, tal y como ya lo vienen haciendo Chile, Ecuador, Uruguay y Perú, proponiendo que los alimentos procesados dispongan información clara y comprensible para el consumidor, por medio de sellos que indiquen los niveles de sodio, grasas saturadas o azúcares, en relación con los límites establecidos por el Ministerio de Salud para esos nutrientes.

Por lo tanto, el propósito del etiquetado de alimentos no es otro que el de proteger la salud de los consumidores, permitiéndoles conocer los componentes del producto y reconocer si son compatibles con su estado de salud. Pero también resultará beneficioso para las industrias, ya que les permitirá mantener y fortalecer la confianza del consumidor en sus productos, logrando una responsabilidad social a través de una demanda más consciente. Y a su vez, ayudará al Gobierno a tener una población mejor alimentada, con buena salud, contribuyendo a la disminución de los costos del sistema nacional de salud pública, permitiendo que los recursos del país sean utilizados, por ejemplo, en salud preventiva, o en otros ámbitos del desarrollo nacional, como la educación y la alimentación escolar.

El etiquetado de alimentos no es la única manera de conseguir un sistema alimentario sostenible, inclusivo y sano, no obstante, es una medida importante y esencial que Paraguay debe promover.

El avance en este ámbito es crucial en la misión de los países para lograr un mundo libre del flagelo del hambre y la malnutrición, y así alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en esta temática.

Luis Roberto Escoto

Representante de OPS/OMS en Paraguay

Jorge Alberto Meza Robayo

Representante de FAO en Paraguay

 

*Columna de opinión publicada en el diario ABC Color (Paraguay).