Una agricultura próspera, inclusiva, sostenible, baja en emisiones y resiliente al cambio climático es posible en América Latina y el Caribe.

Artículo de Ana Posas, Oficial de Agricultura de la FAO para América Latina y el Caribe

La agroecología, disciplina que fomenta prácticas sostenibles en la agricultura y rescata alimentos y saberes locales, puede convertirse en una parte importante de las estrategias para la transformación del sistema agroalimentario, en busca de la erradicación del hambre y de la adaptación y mitigación al cambio climático.

Es importante señalar que la agroecología diversifica los sistemas agroalimentarios y la oferta alimentos. Además, promueve nuevas oportunidades para el desarrollo de los territorios rurales y de la agricultura, y rescata los alimentos y saberes locales.

Contribuye, igualmente, en la transición hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor.

Los beneficios de las prácticas agroecológicas son múltiples. Uno de ellos es el cuidado de la tierra, un aspecto fundamental. Datos de la Iniciativa sobre la Economía de la Degradación de la Tierra, estiman que el costo de la degradación de la tierra oscila entre 6.3 y 10.6 trillones de dólares americanos anuales.

La agroecología, al impulsar la variedad de cultivos, la estacionalidad, y la producción con foco local, también contribuye en la presencia de polinizadores, los cuales benefician al 35% de las tierras agrícolas mundiales y respaldan la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo.

En América Latina y el Caribe existen numerosas iniciativas y acciones para promover y fortalecer la agroecología, tanto desde el diseño y la aplicación de políticas públicas y estrategias nacionales de parte de los gobiernos, como desde la generación de conocimientos e innovación técnico-productivas por parte de los productores y organizaciones de la sociedad civil.

Un ejemplo en la región es Cuba, ya que parte importante de su producción se basa en la agroecología a través del uso de bioproductos para el manejo productivo. Ecuador y Bolivia incluyen la agroecología en sus marcos legales para el desarrollo rural, y existen múltiples experiencias exitosas de productores y asociaciones de productores agroecológicos en Argentina, Uruguay y Chile, entre otros países en la región.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó recientemente un nuevo curso gratuito de autoaprendizaje sobre agroecología, junto a la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA). Esta capacitación pretende ser un aporte para estimular el intercambio y la difusión de buenas prácticas de agroecología en el contexto del desarrollo territorial, sostenibilidad y resiliencia, gobernanza y empoderamiento de las comunidades y de las personas.

Hay que recalcar, entonces, que la agroecología puede apoyar de manera integral los logros de múltiples objetivos económicos, ambientales, sociales, nutricionales, sanitarios y culturales, y ser parte fundamental de políticas públicas multisectoriales para la gestión de los recursos naturales y de los servicios ecosistémicos.  

Unamos esfuerzos para ampliar el conocimiento, impulsar con mayor fuerza la agroecología y, sobre todo, para seguir trabajando juntos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, sin dejar a nadie atrás.

Si desea más información sobre el curso pude ingresar acá: Agroecología: Transición hacia sistemas alimentarios sostenibles.

 Publicado en el diario ABC Color el 6 de Octubre de 2021