Participación del ministro de Agricultura y Ganadería en panel internacional por el Día Mundial del Algodón

Asunción, 8 de octubre de 2022. “Paraguay fue y continuará siendo un país en el que miles de agricultores tendrán la producción de algodón en su perspectiva de desarrollo. El Gobierno, con la cooperación internacional, sumará esfuerzos para tejer un futuro mejor para el algodón”, afirmó el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni Hícar, durante un panel internacional de conmemoración por el Día Mundial del Algodón, que se celebra este viernes 7 de octubre.

El Ministro participó de manera virtual en el panel internacional organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y que contó con las palabras iniciales del señor QU Dongyu, Director General de la organización. El Sr. Dongyu indicó que el Día Mundial del Algodón es un reconocimiento al algodón para el desarrollo social, económico y para el medioambiente. "El algodón beneficia más de 100 millones de famílias en todo el mundo", expresó.

Señaló que es fundamental que la cadena algodonera sea sostenible, con enfoques innovadores. También, invitó a que todos a que "trabajemos juntos por una mejor producción y una mejor vida".

“Las expectativas para el algodón paraguayo son promisorias debido a la expansión productiva en el Chaco, con tecnología y apuesta logística”, indicó durante su mensaje, el Ministro Bertoni. “La cooperación internacional es fundamental para el fortalecimiento del cultivo de algodón. En ese sentido, quiero destacar la gestión de la FAO”, sostuvo igualmente el ministro para referirse a uno de los proyectos de cooperación en el país. En ese sentido, hizo hincapié en proyecto +Algodón, que se lleva adelante en Paraguay con la cooperación de la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de las Relaciones Exteriores (ABC/MRE) y la FAO.

“Paraguay, en alianza con Brasil y la FAO, a través del proyecto +Algodón, implementó mejoras a la cadena de valor con énfasis en el fortalecimiento de capacidades institucionales de investigadores, extensionistas y productores familiares con un fuerte componente de innovación tecnológica”, mencionó.

Al hablar de desafíos para el rubro, expresó que se deberá seguir apostando a la tecnología, la genética, la biotecnología y la incorporación en la cadena de valor de productores de la agricultura familiar. Igualmente, dijo que el sector industrial deberá adecuar sus instalaciones a las nuevas formas de cultivo para maximizar la eficiencia.

“Es necesario generar sinergias para mejorar la producción a través del encadenamiento productivo, el valor agregado y la construcción de nuevos mercados para el algodón”, sostuvo.

Algodón en Paraguay

Paraguay es un país productor de alimentos por excelencia, pero, a la vez, con una fuerte cultura en el cultivo del algodón, que fue incorporado principalmente a la Agricultura Familiar a finales de la década de los ‘60 e inicios de los ‘70. El rubro tuvo su mejor desempeño en el primer quinquenio de la década de los ‘90, con alrededor de 500 mil hectáreas sembradas. La contribución social y económica de este rubro en este periodo se ve reflejada en las divisas ingresadas que se incrementaron de USD 2.560.000 a USD 205.030.000, lo que posibilitó un extraordinario circulante en la cadena del algodón y en la sociedad, en general décadas anteriores.

Aunque el rubro haya decrecido en superficie y producción a niveles por debajo de los años iniciales de implantación, el algodón se mantuvo como alternativa para miles de familias paraguayas y, en los últimos años, ha repuntado como un rubro estratégico. Los rendimientos actuales indican una tendencia a la mejora, superando aún, la mejor marca alcanzada en los años ’90. Con la adopción de innovaciones en el material genético y la adecuación del cultivo a la producción mecanizada, el cultivo ha sido introducido en el Chaco paraguayo donde actualmente se verifica la mayor cantidad de superficie sembrada y rendimientos de hasta 4.000 kg/ha. Cabe destacar, además, la diversificación en los subproductos del procesamiento en el Chaco, así, a más de la fibra tradicional, se obtiene aceite y forraje animal (pulpa y cascarilla).

El mejor desempeño verificado a la fecha ha sido resultado del apoyo del Gobierno al cultivo del algodón con inversión del sector privado-cooperativo.  En asociación con instituciones de alto prestigio de Brasil como la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), se validaron buenas prácticas agrícolas, entre las que podemos señalar: la siembra directa, subsolado, uso de semilla certificada, uso de abonos verdes, implementación de sistemas de monitoreo de plagas como el picudo del algodonero, prácticas de manejo de suelo, y el desarrollo de maquinaría agrícola, que contribuyen a disminuir costos de producción, ampliar rendimientos y por ende a mejorar la competitividad del sector.