A puertas de la reunión de ministros de agricultura y desarrollo rural más importante de la FAO en la región, representantes del sector público, cooperación, academia y sociedad civil concuerdan en que desafíos del país están en los terrenos de la alimentación saludable y el desarrollo tecnológico en el campo.

Lima (26.02.2018). - En 2016, por primera vez en más de una década, creció el número de personas subalimentadas en el Perú. Hoy, el hambre ya alcanza a 2.5 millones de personas: 100 mil más que en 2015. Y, paradójicamente, nos convertimos también en el tercer país latinoamericano con mayores índices de obesidad, según las informaciones del MINSA y de la Asociación Peruana para el Estudio de la Obesidad.

Como el Perú, América Latina y el Caribe enfrentan el mismo escenario. La perspectiva de alcanzar el Hambre Cero antes de 2030 parece escapársele de las manos a toda la región.

En un contexto de incremento en las cifras de hambre y obesidad, y con un estancamiento regional en la reducción de la pobreza rural, la FAO reunirá a las máximas autoridades de agricultura y desarrollo rural de los 33 países de la región en la XXXV Conferencia de la FAO para América Latina y el Caribe, este 5 de marzo.

En el Perú, representantes de los sectores de agricultura, ambiente, producción y desarrollo e inclusión social se reunieron con la FAO en un Diálogo Nacional para discutir los desafíos del país en la erradicación del hambre y la pobreza, y sus potenciales aportes a la región.

Agricultura y alimentación, juntos para luchar contra la malnutrición

Para los representantes de los diversos sectores, el apoyo de la FAO es crucial en materia de promoción de la Educación Alimentaria y Nutricional. La FAO ha apoyado al Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) en la última fase de diseño de las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos el año pasado. “Pero el reto fuerte empieza con la puesta en práctica de estas Guías y en lo que debiera ser una campaña masiva de alimentación saludable, de urgente implementación”, reconoció María Elena Rojas, representante encargada de la FAO en el Perú durante el Diálogo Nacional. “Pocos desafíos son tan complejos como la alimentación saludable hoy en el país. FAO tiene la capacidad técnica e institucional para facilitar un trabajo articulado entre los ministerios de Salud, Educación, Agricultura, Producción e Inclusión y Desarrollo Social. Incluso el ministerio de la Mujer tiene que sumarse a este esfuerzo”, advirtió Rojas.

Durante el evento, la FAO reconoció los avances significativos del país en promoción del consumo de pescado, a través de la iniciativa A comer pescado, del Ministerio de la Producción; y la importante cobertura alcanzada por el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.

En este marco, los equipos del MIDIS, MINSA, MINAGRI y las organizaciones sociales que participaron en el Diálogo Nacional reconocieron la importancia de priorizar el consumo responsable de productos frescos a través de programas sociales. Subrayaron que, aunque en los documentos de política social, se hace énfasis en el tema de alimentación saludable, dentro de las estrategias de intervención se siguen priorizando productos industrializados. “Todavía debemos esforzarnos más para avanzar hacia un modelo viable de adquisición de alimentos provenientes de la agricultura familiar por parte de programas públicos”, reconoció la FAO. “Hemos avanzado con pilotos de articulación con el MIDIS, que ya nos han permitido generar algunas evidencias importantes, pero sin duda la XXXV Conferencia Regional es el escenario ideal para recuperar mejores prácticas de otros países y poner sobre la mesa los desafíos pendientes en esta materia”, concluyó la representante de la FAO.

Perú, uno de los pocos países de la región que reduce la pobreza rural

“Perú es un país privilegiado en esta XXXV Conferencia Regional de la FAO, porque los datos del último estudio sobre pobreza siguen evidenciando una reducción de la pobreza rural de entre 1,2 y 1,8 puntos porcentuales en las tres regiones naturales del país”, recordó María Elena Rojas. Esta situación no se repite en otros países, donde la reducción de la pobreza se estanca o, incluso, retrocede, advirtió la FAO. “Desde FAO estamos comprometidos con apoyar al MIDIS y a MINAGRI a seguir perfeccionando modelos de atención que ya son referentes en la región, como Juntos y HakuWiñay, y nuevas intervenciones como SERVIAGRO, y a explorar cómo estos interactúan entre sí para potenciar la lucha contra la pobreza rural”, aseguró Rojas.

Para no caer en la lista de países de la región en los que se revierten los avances en reducción de la pobreza rural, los funcionarios de MINAGRI, y los representantes de la sociedad civil, la cooperación internacional, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones académicas estuvieron de acuerdo en que la participación en la Conferencia Regional de la FAO será crucial para “traer lecciones aprendidas sobre cómo los demás países están abordando el desafío de incorporar políticas de desarrollo tecnológico rural, que permitan cerrar las brechas de desigualdad en el campo, sin dejar de lado los conocimientos ancestrales de las poblaciones rurales”.

Una agricultura mejor preparada contra el clima

América Latina es una región especialmente vulnerable al cambio climático. Entre 2000 y 2013, más de 13 mil personas murieron por eventos climáticos extremos y las pérdidas económicas alcanzaron los 52 mil millones de dólares.

“Perú fue uno de los primeros países de la región en contar con un Plan de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agrario. Y, sin embargo, miles de agricultores perdieron sus cultivos en el último Niño costero”, recordó la representante de FAO. “La Conferencia es un espacio idóneo para poner el foco de la Reconstrucción con Cambios en el sector rural y volver a casa con mejores prácticas y lecciones aprendidas para afinar nuestros esfuerzos en resiliencia y prevención”, concluyó María Elena Rojas.

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Loretta Favarato
Comunicadora de FAO Perú
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