Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

Sigue las semillas

Redescubrimiento de los pequeños cereales - Zimbabwe, África

Redescubrimiento de los pequeños cereales - Zimbabwe, África

credits: ©FAO/Zinyange Auntony

Mijo y otros pequeños cereales

Los agricultores del sur de África están redescubriendo la importancia de cultivos como el mijo, el sorgo, los guisantes y el cacahuete. Estos cultivos tienen un gran potencial para prosperar en condiciones difíciles, especialmente en áreas propensas a la sequía. Los agricultores, una vez más, están recurriendo a ellos para mejorar la autosuficiencia, diversificar sus fuentes de ingresos y cosechar los beneficios nutricionales.

Diversos actores de la región colaboran para introducir, probar y desarrollar variedades resistentes de pequeños cereales y otros cultivos. Más de 5.000 materiales fitogenéticos han sido evaluados por agricultores y científicos con el fin de identificar los cultivares más eficaces para su posterior cultivo y mejora. Los proyectos financiados por el Fondo de distribución de beneficios no sólo están aumentando la disponibilidad de semillas de calidad diversa para estos cultivos adaptados, sino que también están promoviendo prácticas agrícolas sostenibles.

La agricultora zimbabuense Analyce Chidembo y su marido experimentaron las ventajas del mijo, cuando el maíz fracasó estrepitosamente debido a la escasez de lluvias: "Plantamos las semillas de mijo perla que teníamos almacenadas. El mijo madura en unas diez o doce semanas, lo que es rápido. Es una gran ventaja que veo en los cereales pequeños. Creo que más gente recurrirá a estos granos para ayudar a combatir el hambre ahora que cambia el clima."

Chidembo empezó a cultivar mijo tras participar en un proyecto del Fondo de distribución de beneficios hace varios años. En 2024 se incorporará a una segunda fase del proyecto como agricultora líder principal, guiando las Escuelas de Campo para Agricultores en su zona. El socio ejecutor, Community Technology Development Trust, colabora con el Gobierno de Zimbabwe, que ha adoptado el enfoque de las escuelas de campo para agricultores de la organización en los servicios de extensión gubernamentales.

Vuelta a los cultivos olvidados - India, Asia

Vuelta a los cultivos olvidados - India, Asia

credits: ©FAO/Pankaj Paul

Mijo, semillas oleaginosas y legumbres

En las dos últimas décadas, las comunidades de los estados del centro y el este de la India han abandonado en gran medida el cultivo de semillas oleaginosas, legumbres y pequeños cereales como el mijo. Esto ha provocado la pérdida de variabilidad de los cultivos y de los conocimientos sobre cómo cultivarlos. La decadencia de su cultivo ha contribuido a una grave malnutrición y a la pérdida de diversidad genética en la zona.

Recientemente, la agricultora Pudi Soren ha vuelto a cultivar estas plantas, utilizando semillas que recibió de uno de los cinco bancos de semillas comunitarios apoyados por el Fondo de distribución de beneficios del Tratado Internacional. Valora las muchas ventajas que le aporta el mijo. "Podemos cultivar mijo en la época de barbecho del arroz y en verano, y nos basta con un poco de estiércol de vaca como fertilizante. El mijo es una buena fuente de proteínas en nuestras comidas, y a mis hijos les gustan las galletas que hago con la harina."

Soren aboga por guardar, compartir y cuidar semillas como el mijo, que pueden haber caído en el olvido, pero son de importancia mundial. En septiembre de 2022 intervino en la sesión plenaria del Tratado Internacional en India, a la que asistieron 150 países y más de 600 expertos. Destacó la importancia de reactivar el uso de semillas olvidadas y tener acceso a cultivos que crezcan bien a nivel local.

La vuelta a los cultivos olvidados y la conservación y promoción de especies infrautilizadas, como el mijo, el taro, las semillas oleaginosas y las legumbres, es una tendencia en distintos países de Asia. Las instituciones de investigación y mejora de la región están probando materiales fitogenéticos con potencial para ser ricos en nutrientes y resistentes al clima, al tiempo que rentables y adaptados a las condiciones locales.

Mejorar la seguridad de las semillas en zonas de conflicto y emergencia - Yemen, Cercano Oriente

Mejorar la seguridad de las semillas en zonas de conflicto y emergencia - Yemen, Cercano Oriente

credits: ©FAO/Omar Alobidy

Trigo

El Creciente Fértil forma un llamado centro de diversidad, domesticación y origen de cultivos esenciales como legumbres y cereales, cultivos importantes a nivel global. En la región, los centros nacionales de investigación, los bancos de genes y las universidades han unido sus fuerzas para la recogida, documentación, evaluación y mejora de las variedades locales de cebada, garbanzo, faba, sorgo, lenteja y trigo.

Las variedades localesconstituyen una reserva de diversidad genética esencial para la mejora de los cultivos y para favorecer su adaptación al estrés. Se han recogido y salvaguardado más de 500 variedades locales amenazadas de 20 especies en tiempo de conflicto. Estos materiales fitogenéticos se evalúan y documentan, junto con los conocimientos tradicionales de las prácticas agrícolas asociadas a estas variedades.

El agricultor Wardah Mus'd Hasan cultiva trigo y participa en la formación agrícola de un proyecto en Yemen. "Vivo en Dhamar y nuestra zona sufre sequía. Además, la guerra en curso en Yemen ha provocado horribles crisis alimentarias. Desde mi participación en el proyecto, empecé a cultivar nuevas variedades de trigo. Prefiero Bahuth 3, una variedad de trigo mejorada que recibimos del banco genético nacional".

El proyecto reintrodujo variedades locales de cultivos estratégicos en los campos de los agricultores. En un proyecto de seguimiento, el Centro Nacional de Recursos Genéticos de Yemen tiene previsto ampliar la red de bancos de semillas comunitarios en todo el país, para mejorar el flujo de diversidad genética entre las comunidades de agricultores y apoyar el desarrollo local de semillas.

Preservar el patrimonio alimentario local - Serbia, Europa

Preservar el patrimonio alimentario local - Serbia, Europa

credits: ©FAO/Victor Sokolowicz

Trigo

Los pequeños agricultores de Albania, Bulgaria y Serbia han sido testigos de un cambio en el clima continental moderado al que estaban acostumbrados. Las intensas olas de calor, la disminución de las precipitaciones y los fuertes aguaceros repentinos que provocan inundaciones han afectado la estabilidad del rendimiento de los cultivos básicos de la región, como el trigo y la cebada. Este cambio climático está obligando a los agricultores a reconsiderar las variedades vegetales que cultivan.

Institutos de investigación, bancos de genes y agricultores han unido fuerzas para encontrar y mejorar variedades de cultivos resistentes a fenómenos meteorológicos extremos. Al mismo tiempo, se centran en variedades que respondan a la demanda del mercado de cultivos con mayor valor nutritivo y menos alérgenos alimentarios. Esto a veces implica relanzar variedades que se habían perdido para la mayoría de los agricultores.

Un ejemplo es una variedad de trigo que un agricultor local señaló a la atención de Sanja Mikic, héroe alimentario de la FAO. El equipo de Mikic, del Instituto Serbio de Cultivos de Campo y Hortalizas, estudió la muestra y descubrió que se trataba de Banatka, una variedad que solía cultivarse en algunas zonas de Serbia y países vecinos. Su harina es de calidad superior y perfecta para la repostería fina tradicional que forma parte del patrimonio alimentario de Serbia. Sin embargo, el inconveniente es que la planta tiene un tallo muy largo y tiende a derrumbarse con las fuertes lluvias y el viento. Por esta razón, la Banatka había sido sustituida en gran medida por variedades modernas y ha desaparecido de los campos de los agricultores.

Ahora, el instituto ha multiplicado y difundido la Banatka y otras variedades para probarlas en los campos de los agricultores. Al mismo tiempo, los obtentores están utilizando el material para desarrollar una nueva variedad con un tallo más corto y fuerte, conservando al mismo tiempo las valiosas cualidades de Banatka. Mikic cree que "es importante conservar todos estos recursos genéticos diversos y utilizarlos para desarrollar nuevas variedades que puedan enfrentar los retos del cambio climático que enfrentamos ahora y seguramente enfrentaremos en el futuro."

El proyecto ha contribuido a la conservación a escala mundial de variedades de cultivos importantes para la región. Se recogieron variedades de trigo, centeno, cebada y avena durante las misiones de recolección o se recuperaron de bancos de genes. Estas importantes semillas han sido duplicadas de forma segura en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, como parte del proyecto del Fondo de distribución de beneficios.

Un cambio en los cultivos básicos - Papúa Nueva Guinea, Pacífico Sudoccidental

Un cambio en los cultivos básicos - Papúa Nueva Guinea, Pacífico Sudoccidental

credits: ©FAO/Russell Wai

Batata

El plátano, el taro, el coco y la batata forman parte de la cultura de las islas del Pacífico Sudoccidental. Constituyen una fuente esencial de alimentos y nutrición, así como un ingreso regular para la población local. La importancia de estos cultivos y la responsabilidad de conservarlos, tanto en los campos de los agricultores como en los bancos de genes, son una preocupación compartida por los países de la región.

Mientras que el plátano, el taro y el coco son originarios de las islas del Pacífico -y algunas de las variedades de estos cultivos son exclusivas de la región-, la batata se domesticó por primera vez en América Central y del Sur. El cultivo se introdujo en Papúa Nueva Guinea hace unos 300 años. La adopción de la batata trajo consigo varias ventajas, entre ellas su capacidad para prosperar a mayor altitud que, por ejemplo, el taro. Con el cultivo de la batata, la gente pudo asentarse de forma más permanente en tierras más altas.

La popularidad de este cultivo sigue aumentando en la isla, con una gama de variedades que crecen bien en diversas condiciones agrícolas. Un proyecto apoya la conservación de variedades de batata en parcelas de diversidad mantenidas por comunidades de agricultores de toda esta nación del Pacífico. Como parte de esta iniciativa, el Instituto Nacional de Investigación Agrícola ha reunido con éxito 170 tipos genéticos de batatas y de estos ha seleccionado 60 para su posterior evaluación.

Gibson y Geno Gabi, de Rigwali, solían depender principalmente del plátano y el coco. Desde su participación en el proyecto se han diversificado, incluyendo variedades de batata. Colaboran con los investigadores en la mejora del cultivo. Primero seleccionan las líneas genéticas más prometedoras y, tras cosechar los tubérculos, seleccionan las patatas que mejor se ajustan a sus rasgos deseados. Gibson and Gabi afirman que "la batata se ha convertido en nuestro principal cultivo comercial y podemos vender mayores volúmenes que con los plátanos. Seguimos aprendiendo nuevas prácticas de cultivo para aumentar la calidad y nuestro rendimiento."

Semillas e historias - Videoinstalación

Semillas e historias - Videoinstalación

Las semillas son historias que brotan al contarlas: encierran las claves que determinan sus rasgos y valores. Y con las semillas vienen los conocimientos sobre su gestión y su conservación.

Como las semillas traen historias, forman parte de ellas: están enredadas con nuestras raíces, nuestra naturaleza y nuestra historia. Aparecen en la poesía, en los cuentos populares, en las canciones de la tierra y en las canciones de añoranza de un lugar antaño conocido. Pensemos en las expresiones con semillas en las lenguas, con semillas de cambio, de resistencia, de desesperación y de Esperanza.

Las semillas y los alimentos derivados de las semillas desempeñan a menudo un papel arraigado en las tradiciones, marcando eventos y rituales importantes, como la siembra, la cosecha, la bienvenida y la despedida. Sin embargo, mientras que las semillas viajan por todo el mundo, las tradiciones están mucho más arraigadas en un lugar geográfico, vinculando las semillas al papel que desempeñan en la convivencia con el entorno.

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Muyu Raymi, o festival de las semillas en Kichwa, es una iniciativa de la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi (UNORCAC), con sede en Ecuador. La idea surgió cuando algunas mujeres hablaban sobre las diversas variedades de semillas que conocían y vieron la necesidad de mostrar y compartir las cualidades valoradas que cada una de ellas proporcionaba.

Un pequeño grupo de mujeres vio cómo la idea iba cobrando fuerza con el tiempo. Mujeres de otras asociaciones, organizaciones de obtentores e instituciones cercanas ahora participan en el festival. "Muyu Raymi es como la celebración de una gran fiesta, expresada a través de una reunión de mercado", dijo una de las presidentas de UNORCAC, Magdalena Fueres.

Cada año, alrededor de 300 mujeres productoras participan en este gran festival. Presentan sus semillas y describen los múltiples beneficios. El festival se organiza en agosto, antes de la temporada de siembra. Los obtentores intercambian sus semillas, que provienen de diferentes áreas cercanas y lejanas al mercado de Cotacachi. Además de las semillas, los visitantes pueden intercambiar y comprar productos alimenticios frescos y saludables y disfrutar de la gastronomía de la región. La relevancia de la iniciativa trasciende, ya que la región es un hotspot rico en biodiversidad en plantas alimenticias importantes para la humanidad.

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En Usurufa, Papúa Nueva Guinea, el irate es un método tradicional de hacer fuego. Se ha transmitido de generación en generación. Al encender el fuego, la gente ilumina las tierras altas para simbolizar el valor que conceden a su cultura y tradición, prometiendo transmitir sus conocimientos tradicionales a las generaciones futuras.

Encender este fuego marca el comienzo de un método de cocina conocido como 'mumu de las tierras altas'. En primer lugar, las piedras se calientan en una fosa para hacer fuego, con hierbas encima. Cuando las piedras están bien calientes, se colocan palos huecos de bambú en el centro de la fosa, llenos de verduras de hoja, costillas de cordero y hierbas. Además de los palos de bambú, se colocan batatas y otros tubérculos sobre las piedras y se cubren con hojas verdes. Hojas de plátano e incluso bolsas con tierra para cubrir completamente los alimentos y la fosa, impidiendo que salga el vapor. A continuación,  se vierte agua en la fosa desde los lados para aumentar la formación de vapor. Al cabo de dos o tres horas, se retiran todas las hojas y la comida está lista para servir.

Agradecimientos

Agradecimientos

Las fotos y vídeos de esta exposición se han realizado gracias a las siguientes instituciones ejecutoras y socios del Fondo de distribución de beneficios: 

  • Community Technology Development Trust, Zimbabwe
  • ICRISAT (Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas), Malawi
  • PAIRVI (Iniciativas de Defensa Pública para los Derechos y Valores en la India), India
  • Agriculture Research and Extension Authority, Yemen (Autoridad de Investigación y Extensión Agrícola, Yemen)
  • Institute of Field and Vegetable Crops, Serbia (Instituto de Cultivos de Campo y Hortícolas, Serbia)
  • National Agricultural Research Institute, Papua New Guinea (Instituto Nacional de Investigación Agrícola, Papúa Nueva Guinea)
  • UNORCAC (Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi), Ecuador

Para saber más sobre los proyectos del Fondo de distribución de beneficios y continuar el viaje de las semillas, visite: https://bit.ly/BSF-projects

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En los contenidos de esta exposición han colaborado diversos artistas, entre ellos fotógrafos, cineastas y músicos. Queremos dar las gracias especialmente a los siguientes:

Foto 

  • Zinyange Auntony
  • Emmanuel Manyamba
  • Pankaj Paul
  • Omar Alobidy
  • Victor Sokolowicz
  • Russell Wai
  • Cristina Vega
  • Omar Alobidy
  • Zinyange Auntony
  • Emmanuel Manyamba
  • Pankaj Paul
  • Victor Sokolowicz
  • Cristina Vega
  • Russell Wai

Película 

  • Dean Arek
  • Johis Alarcón
  • Erik Lieshout

Música 

  • Pedro Toledo

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El Fondo de distribución de beneficios también agradece las generosas contribuciones de diversos socios financiadores, que hasta ahora han permitido la ejecución de 95 proyectos en todo el mundo.

Entre los donantes figuran la Comisión Europea, Australia, Austria, Alemania, India, Indonesia, Irlanda, Italia, el Reino de los Países Bajos, Noruega, España, Suecia y Suiza. También han contribuido la Asociación Europea de Semillas, la Federación Internacional de Semillas, la Organización Interprofesional Francesa de Semillas y Plantas (SEMAE), ProSpecieRara Hauptsitz, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y la iniciativa noruega de aportar un porcentaje del valor de sus ventas nacionales anuales de semillas. Además de estas contribuciones voluntarias, el Fondo de distribución de beneficios ha recibido ingresos basados en los usuarios procedentes del Sistema Multilateral de Acceso y distribución de beneficios del Tratado Internacional.

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