Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

Mensaje del Secretario

 

¡El Tratado cumple 20 años! 

Este año, el Tratado Internacional celebra los 20 años de su entrada en vigor, por lo que aprovecho la oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento a todas nuestras Partes Contratantes y a las partes interesadas por su inquebrantable compromiso y sus contribuciones. Al celebrar el 20º aniversario del Tratado, uno no puede más que reflexionar sobre el profundo impacto que este tratado ha tenido en la seguridad alimentaria mundial y en la conservación de la biodiversidad.

A lo largo de las dos últimas décadas, nuestros esfuerzos colectivos han garantizado la conservación y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos, contribuyendo a la seguridad alimentaria mundial y aumentando el perfil de la biodiversidad agrícola. El hincapié que hace el Tratado en el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de estos recursos subraya su compromiso de respaldar a los agricultores, que son los eternos custodios de la diversidad de los cultivos, especialmente en los países en desarrollo.

El Tratado entró en vigor con extraordinaria rapidez, precisamente el 29 de junio de 2004, sólo tres años después de haber sido adoptado por la Conferencia de la FAO en 2001. Esta rápida ratificación fue indicativa de la gran importancia y la urgente necesidad mundial de abordar las cuestiones relacionadas con la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (RFAA). Esas necesidades y objetivos son tan relevantes hoy como lo eran hace 20 años, si no más. La conservación, la utilización sostenible y el reparto equitativo de los beneficios derivados del uso de los RFAA son fundamentales en el contexto de los rápidos avances tecnológicos y los desafíos mundiales actuales, ya se trate del cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la alimentación de una población mundial en aumento.

El reconocimiento colectivo por parte de la comunidad internacional del papel esencial que desempeñan los RFAA para garantizar la seguridad alimentaria y la necesidad de un esfuerzo coordinado para protegerlos, compartirlos y utilizarlos de forma sostenible pone de manifiesto la posición del Tratado como herramienta clave necesaria para hacer frente a los desafíos pasados, presentes y futuros. Garantizar que nuestra cesta mundial de alimentos pueda seguir proporcionando los alimentos y la nutrición necesarios para la humanidad sigue siendo una misión fundamental mientras examinamos formas de seguir reforzando el Sistema Multilateral que proporciona el mayor mecanismo mundial de intercambio de germoplasma de las plantas que nos alimentan a todos.

Al reflexionar sobre el camino recorrido hasta ahora, hemos logrado avances significativos en la mejora de la colaboración internacional y el reparto equitativo de los beneficios, abriendo el camino a prácticas agrícolas innovadoras y fortaleciendo los medios de subsistencia de los agricultores de todo el mundo. De cara al futuro, debemos reiterar nuestra dedicación a la defensa de los principios del Tratado, afrontando los nuevos retos y oportunidades con el mismo espíritu de cooperación y determinación que nos ha traído hasta aquí. Juntos podemos garantizar que la rica diversidad de nuestros recursos fitogenéticos siga creciendo para las próximas generaciones, y que el Tratado Internacional siga siendo una piedra angular en la construcción de un sistema alimentario mundial sólido y equitativo. Continuemos juntos esta labor vital, impulsando nuestra visión compartida de un futuro sostenible y resiliente.

El 20 aniversario del Tratado Internacional no es sólo un hito, sino la reafirmación de nuestra responsabilidad colectiva de "salvar, compartir y cuidar las semillas que alimentan al mundo".

#TodoComienzaconlaSemilla

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