Los grandes productores manejan sus propios mataderos donde las aves de corral se sacrifican, procesan, clasifican, empaquetan, almacenan y distribuyen para su venta directa o con arreglo a contrato a otras grandes organizaciones como los supermercados. Mientras que las aves enteras son los principales artículos vendidos, la carne de ave se puede transformar en diferentes productos, desde simples cortes hasta comidas listas para hornear. En las últimas décadas, la preferencia de los consumidores se ha desplazado de las aves frescas y enteras hacia piezas cortadas de aves y productos de fácil preparación.

En la mayoría de los pequeños mataderos de los países en desarrollo, el sacrificio se realiza manualmente con herramientas sencillas. Después de la matanza, las aves son escaldadas en agua caliente y luego desplumadas y evisceradas, generalmente a mano. A continuación, la carne puede venderse aderezada (preparada, desangrada y desplumada); eviscerada y lista para cocinar; en trozos (piernas, alas, etc.); o deshuesada (músculo, grasa y piel solamente).

Los huevos se pueden vender como huevos de mesa o transformarse en productos a base de huevo destinados a una amplia gama de productos alimenticios, como sopas, salsas, pasteles, galletas y postres. La fabricación de productos a base de huevos supone romper las cáscaras, filtrar, mezclar, estabilizar, combinar, pasteurizar, enfriar, congelar o deshidratar y, por último, envasar.