Hoja de datos: Las legumbres y el cambio climático
La FAO ha desarrollado una serie de hojas de datos sobre los mensajes clave del Año Internacional de las Legumbres. Estos documentos proporcionan una visión en profundidad de cómo las legumbres pueden ayudar a mejorar la salud, la nutrición, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.
El cambio climático tiene un impacto enorme en la producción mundial de alimentos y la seguridad alimentaria. Los cambios del clima pueden causar un aumento de los desastres naturales como sequías, inundaciones o huracanes, que pueden afectar a todos los niveles de la producción de alimentos. A no ser que se establezcan medidas urgentes y sostenibles, el cambio climático continuará ejerciendo presión sobre los ecosistemas agrícolas, especialmente en regiones y sobre poblaciones que son particularmente vulnerables.
Variedades climáticamente inteligentes
Las legumbres tienen una amplia diversidad genética de la que se pueden seleccionar y criar variedades mejoradas. Esta diversidad es un atributo especialmente importante debido a que se pueden desarrollar más cepas resistentes al clima para su uso en zonas propensas a las inundaciones, sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos.
Reducen indirectamente las emisiones de gases de efecto invernadero
Se estima que en 2014 fueron cultivadas 85 millones de hectáreas de legumbres en todo el mundo, y esas legumbres –a su vez- proporcionaron entre 3 y 6 millones de toneladas de nitrógeno a los suelos. Este nitrógeno contribuye a la salud de los suelos y reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Además, cuando se incluyen en la alimentación del ganado, por su alto contenido en proteínas las legumbres contribuyen a aumentar la tasa de conversión de alimentos, mientras que disminuyen las emisiones de metano de los rumiantes, por lo tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Legumbres y agroforestería
Los sistemas agroforestales, la práctica de sembrar árboles y cultivos al mismo tiempo, ayuda a mejorar la seguridad alimentaria de los agricultores al diversificar sus fuentes de ingresos y producción agrícola. Los sistemas agroforestales que incluyen las legumbres, tales como el guandul, también incrementan la resiliencia a los efectos de climas extremos, ya que algunas legumbres son bastante resistentes a condiciones ambientales adversas. Por último, cuando se usa el cultivo de legumbres en los sistemas agroforestales, estas ayudan a nutrir el suelo y los agricultores frecuentemente ven un aumento en la productividad de los cultivos que se extiende al rendimiento de los cultivos subsiguientes.