REDD+ Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques

Monitoreo de la igualdad de género e inclusión social en programas de restauración de bosques y paisajes

02/07/2024

La ambición global de restaurar tierras deforestadas y degradadas ha ido en aumento durante la última década, ya que las personas han reconocido el importante papel que juegan los suelos sanos en la eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera y la mitigación del cambio climático. Este aumento en la ambición global se puede ver en el Desafío de Bonn, que aumentó su meta global de restauración a 350 millones de hectáreas para 2030. Sin embargo, hay una brecha crítica en muchos esfuerzos de restauración que a menudo se pasa por alto. Los esfuerzos de restauración a menudo son ciegos al género. Aunque se centran en el número de árboles y hectáreas, no consideran un aspecto social crítico: la plena participación de las mujeres y otros grupos marginados en los esfuerzos de restauración.

Algunas personas pueden preguntarse, ¿por qué es tan importante involucrar a las mujeres y otros grupos marginados en los esfuerzos de restauración? Las respuestas son varias. Primero, a nivel más alto, incluir a mujeres, pueblos indígenas y otros grupos marginados en las iniciativas de desarrollo es una obligación de derechos humanos. Los acuerdos internacionales refuerzan este compromiso. Por ejemplo, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 1979 pide que las mujeres "participen en el desarrollo rural y se beneficien de él". De igual manera, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP) de 2007 enfatiza el derecho de los pueblos indígenas "a participar activamente en la elaboración y determinación de los programas económicos y sociales que les afecten y, en la medida de lo posible, a administrar esos programas a través de sus propias instituciones".

Además, desde un punto de vista más práctico, los esfuerzos de restauración se beneficiarán del conocimiento que aportarán diversos grupos. Por ejemplo, las mujeres pueden conocer formas de controlar plagas que los hombres no conocen. Los pueblos indígenas pueden saber mejor dónde y cuándo recolectar semillas de árboles. Además, involucrar a varios grupos tiende a generar un mayor apoyo local e incentiva a todos los segmentos de la población a contribuir a los esfuerzos de restauración. Esta solidaridad local, a su vez, brinda mayores oportunidades para mejorar el bienestar tanto de hombres como de mujeres y aumentar la sostenibilidad a largo plazo de los esfuerzos de restauración.

Por el contrario, existen riesgos al excluir a las mujeres y otros grupos marginados o al no reconocer sus contribuciones. Las iniciativas de restauración ciegas al género pueden exacerbar las desigualdades de género al restringir aún más el acceso de las mujeres a la tierra y los recursos, socavar su voz y agencia, y aumentar su carga de trabajo. Es importante reconocer algunas de las barreras que enfrentan las mujeres en particular cuando se trata de participar en trabajos de restauración. Estas pueden incluir la falta de acceso a la tierra (es decir, derechos de tenencia), la carga de tareas domésticas y la violencia de género. Las iniciativas de restauración deben adaptar estrategias para superar estas barreras, por ejemplo, mediante la titulación conjunta de tierras, la concienciación sobre el género y la creación de mecanismos de quejas accesibles y receptivos, entre otros.

Es por eso que la FAO, con sus socios del Programa ONU-REDD, apoya a los países para que integren actividades con enfoque de género en el diseño, implementación y entrega de sus acciones REDD+ (reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal) para que todos los actores, incluidos mujeres, hombres y jóvenes (y niños y niñas, cuando sea relevante) puedan participar equitativa y significativamente en estas y otras actividades.

De hecho, recientemente, con el apoyo de UK Pact, la FAO ha publicado un informe para apoyar la monitorización de estos aspectos. Titulado Monitoreo de la igualdad de género e inclusión social en programas de restauración de bosques y paisajes, este informe (disponible en inglésfrancés y español) introduce el concepto de Igualdad de Género e Inclusión Social (GESI) en prácticas de restauración forestal; proporciona orientación sobre qué considerar al establecer sistemas de monitoreo; y elabora una larga lista de posibles indicadores. Estos indicadores sugieren cómo medir no solo qué tan bien un programa de restauración llega a las mujeres, sino también cómo beneficia, empodera y transforma sus vidas. La publicación enfatiza la necesidad de objetivos claros de monitoreo y objetivos y metas específicas relacionadas con GESI; y la importancia de utilizar métodos cualitativos y cuantitativos, de involucrar a las mujeres en actividades de monitoreo, de minimizar las cargas de informes, de asegurar la transparencia en la comunicación de resultados y de utilizar los resultados del monitoreo para adaptar y mejorar la implementación.

Es importante reconocer que, para el éxito de los esfuerzos globales de restauración, este importante aspecto de igualdad de género e inclusión social no puede ser ignorado, tanto por el bienestar de las comunidades rurales como por nuestra efectividad en abordar el cambio climático.

 

Autora:

Amanda Bradley, especialista en género, equipo FAO ONU-REDD para detener la deforestación, la degradación y las emisiones, División de Actividad Forestal.


Este artículo fue originalmente publicado por el Programa ONU REDD en español

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