FAO en República Dominicana

Fortaleciendo la lechería familiar con insumos locales

12/02/2018

Santo Domingo.- De tener una leche de baja calidad que era rechazada por las procesadoras lácteas, el centro de acopio de la Asociación de Ganaderos La Altagracia de la provincia de Monte Plata ha pasado a ser uno de los suplidores de la leche que es servida en el programa de alimentación escolar de los centros educativos de la zona.

Este cambio es parte de la transformación que están viviendo pequeños productores lecheros de la región este de República Dominicana, desde que el gobierno dominicano, con apoyo de la FAO, echara a andar un proyecto para desarrollar un modelo de producción que mejore el nivel de productividad y acceso a los mercados de la cadena lechera familiar.

El proyecto Modelo para incrementar el nivel de productividad y acceso a mercados de productores lecheros familiares en la República Dominicana (PROLEFAM) surgió para dar respuesta a los principales problemas que afectan los productores y productoras de lecherías familiares: Baja productividad, escaso uso de conservación de forrajes y de alternativas alimenticias de calidad a bajo costo, inadecuadas prácticas de ordeño y transporte de la leche, entre otros.

 

Centros de acopio que apuestan por la calidad de la leche

En el proyecto ejecutado por el Ministerio de Agricultura, a través del Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (CONALECHE), se fortalecieron tres centros de acopio para mejorar la recolección y el almacenamiento mediante enfriamiento de la leche cruda, los cuales fueron dotados con un kit básico para monitorear la calidad de la leche que diariamente llevan los pequeños proveedores.

En estos centros de acopio la comercialización se realiza basada en un sistema de pago de acuerdo con la calidad de la leche, lo que ha motivado a que los ganaderos se preocupen por mejorar sus prácticas de ordeño y transporte, produciendo un alimento de mejor calidad y obteniendo mayores ingresos.

“Antes de tener el centro de acopio vendíamos el litro de leche a 11 pesos dominicanos, ahora mismo vendemos el litro de la leche de calidad grado A a 25.50 y la quinta a 18 pesos”, explica Martín de los Santos, ganadero y presidente del Centro de Acopio de la Asociación de Ganaderos la Altagracia.

Este productor destaca el apoyo recibido de la Asociación de Ganaderos de Monte Plata (AGAMPTA) en el mejoramiento de los precios de la leche en beneficio de los productores de la zona, que conjuntamente con las buenas prácticas implementadas en el marco del proyecto, han contribuido al fortalecimiento de la producción lechera en la provincia.

‘’Cuando iniciamos con el centro de acopio, sólo el 20% de los productores suplía leche de buena calidad, actualmente con las mejoras realizadas, más del 80% de los productores entregan leche de buena calidad’’, señala Martín.

Esto es corroborado por Luis Guerrero, un pequeño ganadero del paraje Batey La Pista: “Antes la leche tenía problemas de bacterias y la rechazaban o me daban un precio muy barato por ella. No valía la pena. Con la capacitación y asistencia técnica que recibimos en el proyecto fuimos mejorando poco a poco y ahora la leche es mejor y el precio ha aumentado al doble”.

 

Aumento de la producción con insumos locales

Otro ámbito en el que trabajó el proyecto fue la intervención en tres fincas modelo demostrativas, donde se transfieren tecnologías orientadas a mejorar la alimentación, buenas prácticas de ordeño y gestión de la finca, tales como: tanque mezclador de alimentos, utilización de insumos locales para alimentación del ganado, implementación de sistemas silvopastoriles intensivos, bancos de proteína con leguminosas y otras forrajeras, división de potreros con cercas vivas, kit para ordeño manual y uso de registros.

El sistema de alimentación promovido se basa en el uso de insumos locales, como leguminosas y otras forrajeras de gran contenido proteico, las cuales junto al forraje de corte y el uso de subproductos agroindustriales disponibles en la finca o en la zona, permiten ofrecer una mejor alimentación a las vacas, a un menor costo.

“El principal problema en mi finca era la alimentación del ganado, el pasto era malo y la producción de leche no aumentaba. Mediante el proyecto implementamos los bancos proteicos, con siembra de plantas de leguminosas que introducimos en la alimentación del ganado y la producción de leche ha aumentado en un 30%”, revela Martín de los Santos.

El productor asegura que un quintal de alimento en el mercado les cuesta alrededor de 800 pesos y con la formulación de alimentos que están implementando (basado en insumos locales) el gasto se redujo a 400 pesos. “Este proyecto ha impacto económicamente a los ganaderos de la zona y a todo el país, pues en la medida en que aumenta la producción, los beneficios son mayores y la familia vive mejor”, explica. 

A sus 81 años, Álvaro Rafael Sánchez sigue al frente de la finca que instaló en 1962 y que ahora maneja junto a su nieto Francisco de 32 años. Respecto a las mejoras que ha observado en su finca, Álvaro comenta: “Siempre me faltaba alimento para las vacas. Después que comenzamos con el proyecto tenemos mejores resultados, la producción se mantiene estable, hemos aumentado la producción en dos litros más por vaca por día, aprovechando forrajes disponibles en la finca. Antes la leche la vendíamos a 18 pesos y ahora la vendemos a 25 y pico”.

Asimismo explica que la introducción del nuevo forraje en la comida del ganado, ha reducido a la mitad la compra de alimentos procesados, reduciendo considerablemente los costos de producción y mejorando los ingresos de la finca por el aumento de la producción.

“El proyecto nos favoreció mucho. Antes les dábamos solamente caña a las vacas, pero los técnicos nos enseñaron a mezclarla con el jobo, que tenemos en abundancia en la finca como cerca viva, y ahora la producción de leche ha aumentado”, comenta su nieto Francisco, quien además señala las mejoras en la nutrición del ganado: “También aprendimos a darle minerales a las vacas. Antes no usábamos minerales para nada. Ahora la preñez y el parto de las vacas son mejores. Lo probamos, nos dio buen resultado y lo seguimos utilizando desde octubre del 2014”.

Abuelo y nieto revelan que el éxito de su finca ha sido tal, que ha contagiado a los productores vecinos, que acuden a la propiedad para ver los cambios introducidos y replicarlos en sus terrenos, sin necesidad de recurrir a grandes inversiones.

“Una vez vino un técnico y observó que el calostro se perdía y nos aconsejó que lo refrigeráramos y se lo diéramos a los becerros cuando lo necesitaran. Yo soy un viejo incrédulo, pero lo probé y eso ha sido un éxito aquí. Ya no se pierde una gota de calostro”, concluye don Álvaro.

Resultados

Entre los logros más importantes del proyecto destaca la capacitación de 764 productoras y productores lecheros familiares sobre buenas prácticas ganaderas orientadas a mejorar la productividad y calidad de la leche producida en sus fincas.

A nivel de las fincas y centros de acopio de los productores familiares, el modelo desarrollado ha contribuido a reducir hasta un 50% en los gastos por compra de alimentos complementarios para el ganado y ha incrementado los ingresos de las familias productoras de leche entre 15 y 20%, debido al acceso a mejores precios de hasta un 20%, por efecto del mejoramiento en la calidad de la leche producida, lo que se conoce como sistema de pago por calidad.

De igual forma, se fortaleció el sistema de extensión pecuario de la Dirección de Ganadería y del Programa MEGALECHE, mediante la capacitación de 17 técnicos y el suministro de tecnologías para una asistencia técnica más especializada en beneficio de las fincas lecheras familiares. Asimismo, fueron capacitados 25 inspectores del Ministerio de Salud Pública en inspección e inocuidad de la cadena láctea.

La exitosa ejecución de este proyecto resultó en un reconocimiento al gobierno dominicano, el cual recibió el premio Edouard Saouma 2016-2017 en la Conferencia de la FAO en Roma, en julio de 2017.

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