FAO en República Dominicana

Sin la participación de las mujeres, no puede haber desarrollo sostenible

08/03/2022

Contribuir a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible implica reconocer el papel fundamental de la mujer para la reducción de la pobreza, la eliminación de todas las formas de hambre y malnutrición, y la contribución a la transformación de los sistemas agroalimentarios en todo el mundo.

A escala mundial, las mujeres representan más del 37% de la mano de obra agrícola rural, proporción que se eleva al 48% en los países de ingresos bajos, y su contribución es destacada en todos los subsectores agrícolas.

Ellas constituyen cerca del 50% de los 600 millones de las personas dedicadas a la pequeña ganadería del mundo, y cerca de la mitad de la mano de obra de las pesquerías en pequeña escala; porcentajes que probablemente subestiman la contribución total de las mujeres a la agricultura en la medida en que su trabajo, a menudo sin remuneración, no siempre aparece reflejado debidamente en las estadísticas oficiales.

Partiendo de esto, la FAO siempre ha reconocido que las mujeres rurales y su acceso a los recursos y servicios productivos son fundamentales para garantizar que el sector rural rinda al máximo de su potencial, generando ganancias significativas para la agricultura, elevando la producción agrícola total y logrando la seguridad alimentaria y la nutrición para todas las personas.

En la pasada Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (LARC 36) desarrollada en 2020, los países solicitaron que la Organización centrara su trabajo en la región en el sector agroalimentario y nutricional, las poblaciones rurales y el desarrollo sostenible, priorizando el fortalecimiento de los enfoques de género, para garantizar la participación activa y decidida de las mujeres en todas las esferas.

Dos años después de este encuentro, en el marco del Día Internacional de la Mujer, y a tan solo días de iniciar la 37ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (LARC 37) resulta satisfactorio reconocer los importantes avances alcanzados en materia de género en el sector agrícola a nivel regional, pero además nos convoca nuevamente el reto de dar respuesta a los desafíos que persisten sobre este particular.

Sin duda alguna, los países han hecho grandes esfuerzos por contribuir a la disminución de las brechas de género. No obstante, y peses a sus esfuerzos, los impactos de la pandemia por COVID 19 y las amenazas naturales, ocurridas en los últimos periodos, agravaron la situación de pobreza, la inseguridad alimentaria y, por supuesto, las desigualdades sociales y de género.

Entre 2020 y 2021, en la República Dominicana la tasa de pobreza monetaria general aumentó tanto en la zona urbana como rural, pasando respectivamente del 23,2% al 23,7% y del 24% al 24,7%, de acuerdo a datos del MEPYD. Lamentablemente, esto afectó mayormente a las mujeres en comparación con los hombres.

En 2021 la población femenina ocupada en la agricultura y ganadería representaba alrededor del 7% de la total ocupada en esta rama, según la Encuesta Nacional Continua de Fuerza Trabajo 2021. Asimismo, las mujeres representan solo el 16,3% de los 177,799 productores agropecuarios identificados a nivel nacional (ONE, 2016).

Reducir la brecha entre las mujeres y los hombres rurales en el acceso a los recursos y activos productivos, garantizar que las mujeres y los hombres tengan la capacidad de influir en la toma de decisiones, sobre programas y políticas, y hacer posible que las mujeres y los hombres rurales puedan aprovechar las oportunidades económicas para mejorar su bienestar individual y familiar, requiere tomar acciones claras e inmediatas.

En este 8 de marzo, FAO hace un llamado nuevamente a todos los sectores para impulsar el crecimiento económico inclusivo mediante la reducción de las desigualdades de género; promoviendo políticas públicas, programas y proyectos en los cuales se garanticen los derechos de las mujeres, su acceso y control de los recursos y bienes, en igualdad de condiciones que los hombres.

Además, este año, el lema del Día Internacional de la Mujer es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.

La igualdad de género y la garantía de los derechos de las mujeres, incluyendo la garantía del acceso de las mujeres a los recursos naturales y productivos, y del poder de decidir autónomamente sobre su uso y gestión, son elementos fundamentales para el desarrollo sostenible y para incrementar la resiliencia de cara a los efectos del cambio climático y la degradación ambiental.

La FAO en República Dominicana está desarrollando diferentes iniciativas orientadas a promover la autonomía económica de las mujeres, reconociendo su contribución a la respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático para construir un futuro más sostenible para todas las personas.

En particular, y entre otras acciones, la FAO promueve la participación de las mujeres en la ganadería climáticamente inteligente para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; la integración productiva y económica de las familias beneficiarias del Programa Supérate, a través de la agricultura familiar, con énfasis en las mujeres y jóvenes, para mejorar sus medios de vida y garantizar su seguridad alimentaria y nutricional, Asimismo se trabaja en  la digitalización de la oferta de turismo rural para crear oportunidades para mujeres y jóvenes rurales,

¡Sin la participación de las mujeres, no puede haber desarrollo sostenible!

El empoderamiento de las mujeres debe ser ahora. Solo así lograremos la verdadera transformación de nuestros sistemas agroalimentarios, haciéndolos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, sin dejar a nadie atrás.

Rodrigo Castañeda, Representante de FAO en la República Dominicana y Roberta Santoro, Consultora en Género de FAO en República Dominicana.