El papel de la FAO
Las últimas estimaciones indican que casi 690 millones de personas padecen de hambre en el mundo. Los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos provocados por el cambio climático, como las sequías e inundaciones, están dañando los medios de vida de los productores, pescadores y personas que dependen de los bosques, que ya son vulnerables y padecen inseguridad alimentaria. Los recursos naturales, como la tierra, el agua y el suelo fértil, están amenazados por la degradación ambiental, la pérdida de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos y, en ciertas áreas, la urbanización y el uso industrial.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cree que la innovación agrícola puede ayudar a sus Miembros a hacer frente a estos desafíos al avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles que reduzcan la pérdida y el desperdicio de alimentos y que produzcan más alimentos, de mayor valor nutricional, con menos impacto ambiental.
Cuando nos enfrentamos a una crisis importante como la pandemia de COVID-19, a todos se nos recuerda la importancia de la innovación para mantener sistemas alimentarios y agrícolas sostenibles y cadenas de suministro de alimentos ininterrumpidas que garanticen alimentos diversificados, seguros y nutritivos para todos.
La innovación es el proceso mediante el cual las personas y organizaciones utilizan productos, procesos o formas de organización nuevos o existentes, por primera vez, en un contexto específico. La innovación en el sector agropecuario abarca todas las dimensiones del ciclo de producción a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción agrícola, forestal, pesquera o ganadera, hasta la gestión de insumos y recursos y el acceso a los mercados.
Los sistemas de investigación agrícola y los servicios de extensión y asesoría (SEA) que funcionan bien, son dinámicos y están impulsados por la demanda, desempeñan un papel fundamental en los procesos de múltiples actores que desencadenan la innovación agrícola.
La investigación agrícola proporciona un alto rendimiento de las inversiones. La investigación agropecuaria pública es particularmente eficaz para promover el crecimiento agropecuario sostenible y para aliviar la pobreza. Sin embargo, en muchas partes del mundo el desempeño de las instituciones de investigación agropecuaria no es óptimo. Esto se debe a factores como financiamiento insuficiente, gestión inadecuada, capacidades humanas débiles, la alta dependencia al financiamiento de los donantes, a los débiles vínculos con el SIA y a un enfoque en las prioridades de investigación que no abordan directamente las necesidades de los productores.
Los SIA son catalizadores clave que permiten que ocurra la innovación. Son esenciales para aumentar la productividad de la agricultura familiar y garantizar la adopción generalizada de prácticas agropecuarias sostenibles. También desempeñan un papel de enlace esencial al reunir a investigadores, productores, el sector privado y otros actores clave del sistema de innovación agrícola.
La FAO apoya a sus miembros proporcionando asesoría y asistencia técnica sobre políticas, compartiendo conocimientos y desarrollando capacidades. Les ayuda a transformar sus sistemas de investigación agrícola y SIA, liberando así todo el potencial de la innovación agrícola.