Derecho a la alimentación

El rincón de expertos: Wenche Barth Eide, profesora emérica de la Universidad de Oslo

Experts' corner - 15.11.2019

Para el derecho humano a una alimentación adecuada, ¿qué implica la adecuación?

Siempre que alguien tenga derecho a algo, debe haber alguien con el deber de ayudar a realizar dicho derecho.

Los Estados, o más bien los Estados miembros de la ONU que han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), están obligados a realizar acciones.

La gente piensa que el derecho y la obligación del Estado es alimentar a las personas. Por supuesto que no. Ese es el malentendido total. Existen tres niveles de compromisos.

Primero, el Estado debe respetar los derechos de las personas. Si la gente está contenta con lo que se está haciendo y cómo obtienen sus alimentos, ya sea a través de la producción o la adquisición, no hay razón para que el Estado intervenga.

El siguiente nivel es que el Estado debe proteger estas formas de hacer las cosas para obtener alimentos y protegerse contra terceros (algunos actores o agentes que pueden interferir con estas formas de acceder a los alimentos).

El tercer nivel es ayudar a cumplir el derecho, en cuyo caso pueden sucederse dos situaciones: facilitar o ayudar a las personas a mejorar; o proporcionar medios cuando las personas no disponen de ellos. Este marco es muy importante debido a los malentendidos sobre las responsabilidades de los Estados.

¿Qué significa titulares de deberes y titulares de derechos?

El derecho establecido en el derecho internacional de los derechos humanos no es a la alimentación sino a una alimentación adecuada. Hemos llegado a reducirlo a derecho a la alimentación.

Esto se debe a que no se puede hablar de cualquier alimento: las personas tienen su cultura, sus hábitos, es un asunto social y cultural.  También, los asuntos deberían ser suficientes y cualitativamente buenos desde un punto de vista nutricional, de manera que respondan a las necesidades físicas.

Pero más que eso, deben ser seguros y culturalmente aceptables, porque realmente se vinculan mucho con la identidad cultural de las personas.

Otro aspecto de esa adecuación es la adquisición. Tienen que estar regularmente disponibles, para que garantizar su acceso. Ahora bien, las personas tienen que contar con los medios económicos. Por lo tanto, el acceso sostenible es muy importante.

Esto ha quedado reflejado en la Observación general sobre el derecho a la alimentación, establecida por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (CESCR).

¿Qué obligaciones tienen los Estados con respecto al papel de las empresas en los sistemas alimentarios?

Las empresas no tienen obligaciones porque están fuera del Estado, no han de ratificar las convenciones.

Ante esa ausencia de otorgarles obligaciones, la ONU ha desarrollado los llamados Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos.

Las empresas que desean contribuir a los derechos humanos deben respetar los derechos humanos, sin interferir con los derechos de las personas. Eso significa que tienen que revisas sus acciones y efectos.

Los Principios también vinculan a los Estados, que tienen la obligación de proteger a las personas de posibles impactos negativos.

Por lo tanto, es un conjunto de principios en dos niveles: para las empresas y para los Estados. De hecho, cada vez hay más empresas que lo están considerando seriamente.

Desde luego, estamos particularmente interesados ​​en la industria alimentaria, pero también en otras industrias que pueden afectar los alimentos de las personas.

 

Sobre Wenche Barth Eide

Wenche Barth Eide es profesora emérita en la Universidad de Oslo en el Departamento de Nutrición, especializada en las dimensiones globales de la nutrición. Ha sido una de las pioneras en dar contenido al derecho a una alimentación adecuada como derecho humano. Fue codirectora del Proyecto Internacional del Derecho a la Alimentación en el Desarrollo y copresidenta del Grupo de Trabajo en Nutrición, Ética y Derechos Humanos del Comité Permanente de Nutrición del Sistema de las Naciones Unidas. Wenche ejerció durante varios años como asesora técnica en nutrición del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en Roma. Tiene una Maestría en Zoología por la Universidad de Oslo y un Postgrado en Nutrición por la Universidad de Londres.

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