Seis meses antes de la COP21, la Cumbre Mundial sobre Clima y Territorios para actores no estatales subrayó la importancia de una perspectiva territorial sobre el clima y señaló la relevancia que tiene en todo el mundo la prevención y la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

La Cumbre, en la que participaron actores no estatales como gobiernos locales y subnacionales; ONG; empresarios, trabajadores y sindicatos; agricultores; jóvenes y científicos, tenía dos objetivos: a) presentar compromisos concretos en relación con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuiría a preparar el camino para limitar el calentamiento global a 2°C; y b) presentar propuestas específicas para los compromisos del acuerdo sobre el clima en París.

La prevención, reducción y gestión del desperdicio de alimentos fueron objeto del área de trabajo agrícola dirigida por la Organización de Regiones Unidas y el Foro Global de Asociaciones de Regiones (ORU-FOGAR) y la Red de Organizaciones de Campesinos y Productores Agrarios del África Occidental (ROPPA).

Se puso de relieve que la agricultura y el clima interaccionan de forma compleja y la necesidad de implementar medidas basadas en la demanda (como cambios en la dieta) y reducir el desperdicio en la cadena de suministro de alimentos. Un mejor acceso a información climática comprensible y oportuna y a sistemas de alerta permitiría a los individuos, comunidades y organizaciones prepararse y emprender acciones sostenibles (planes de emergencia) para reducir las pérdidas.

Es imprescindibles construir redes de actores que implementan medidas en campos diversos como el desarrollo rural, la agricultura y silvicultura de bajas emisiones de carbono, la acuicultura sostenible, la planificación del aprovechamiento de la tierra (equilibrio entre cultivos/bosques y áreas urbanas), las inversiones en energías renovables, la gestión del agua y el desperdicio (uso de envases reciclados, compostaje, reciclaje, etc.), los canales de comercialización para productos locales y los canales del campo a la ciudad.

Los motores identificados para la mitigación antes y después son reducir el desperdicio de alimentos mediante la sensibilización del consumidor, animar a las empresas a proveer un suministro apropiado, y mejorar las infraestructuras y los sistemas de almacenamiento de los productos agrícolas y los alimentos.

Teniendo en cuenta la amplia variedad de sistemas agrícolas y alimentarios en todo el mundo, las autoridades locales y regionales, organizaciones de agricultores y actores no estatales se comprometieron a desarrollar o adaptar planes de acción existentes para la transición a sistemas alimentarios territoriales sostenibles basados en la agroecología y la cogestión de recursos naturales, suelos y tierras, tomando en cuenta la situación y los recursos específicos de su territorio. Los planes deberían enfocarse a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector agrícola y alimentario analizando las emisiones de CO₂, CH₄ y N₂O en estos sectores y las formas para reducirlas de forma significativa mediante la adjudicación de tierras; métodos agrícolas; acuerdos sobre procesamiento, comercialización, distribución y restauración; y las prácticas y dietas alimentarias de los consumidores. Los planes deberían aspirar a reducir el desperdicio y promover una agricultura ecológica y sostenible y sistemas alimentarios que limitaran el uso de recursos no renovables.

Antecedentes

Organizada por las principales redes mundiales de gobiernos locales y subnacionales y con el alto patrocinio del Presidente de la República Francesa, la Cumbre se celebró en Lyon, en la región francesa Ródano-Alpes. El evento cuenta con el sello COP21 y está organizado en colaboración con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Los compromisos y propuestas que se presentaron se enviaron a la Presidencia francesa del COP21 y a todas las partes de la CMNUCC.