Entornos alimentarios y alimentación escolar saludables
La disponibilidad de alimentos agradables, inocuos y nutritivos, respaldados por un entorno alimentario saludable, es fundamental para mejorar la alimentación escolar. La aplicación de normas y políticas, junto con el desarrollo de capacidades de la comunidad escolar, es una prioridad en la promoción de entornos alimentarios saludables en las escuelas de todo el mundo.
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El entorno alimentario escolar hace referencia a todos los espacios, infraestructuras y circunstancias dentro de las instalaciones escolares y en sus alrededores en que se encuentran, obtienen, compran o consumen alimentos (por ejemplo, pequeñas tiendas, quioscos, cantinas, vendedores de alimentos, máquinas expendedoras), y al contenido nutricional de esos alimentos. El ambiente también incluye toda la información disponible, la promoción (comercialización, publicidad, marcas, etiquetas de los alimentos, envases, promociones, etc.) y el precio de los alimentos y productos alimenticios.
El entorno alimentario determina el grado en que ciertos alimentos están disponibles, son asequibles y convenientes y resultan deseables. Un entorno alimentario escolar saludable permite y propicia a la comunidad escolar (niños, familias, personal escolar, etc.) elegir alimentos compatibles con mejores dietas y un mayor bienestar.
Los gobiernos pueden moldear los entornos alimentarios escolares de diferentes maneras para que favorezcan dietas más sanas y una mejora de la nutrición. Estas incluyen:
- establecer y aplicar normas nutricionales para los alimentos, las comidas y los refrigerios escolares,
- hacer que los alimentos nutritivos sean más asequibles, por medio de subsidios
- restringir la venta y publicidad de productos altos en grasa, azúcar o sal.
También son importantes las iniciativas de los sectores público y privado, tales como la adopción voluntaria de normas para la venta de alimentos, la reformulación de productos alimenticios o la creación de códigos de conducta en materia de comercialización y publicidad.
La FAO proporciona apoyo técnico, formula guías y fortalece las capacidades de las instituciones públicas y otras partes interesadas para aplicar normas nutricionales a las comidas escolares y los alimentos disponibles en las escuelas y para elaborar políticas con miras a crear entornos alimentarios escolares más saludables.
En particular, el establecimiento de normas nutricionales para las comidas escolares y los alimentos disponibles en las instalaciones escolares y los alrededores puede mejorar la calidad de las dietas de los niños y adolescentes en los centros de enseñanza. Eso será así especialmente si tales normas se formulan y aplican mediante un enfoque que abarque a toda la escuela. Esto significa por ejemplo involucrando a las asociaciones de agricultores que determinen qué alimentos podrían obtenerse mediante programas de compras locales o involucrando a las asociaciones de estudiantes y padres en el desarrollo y aceptación de los menús.
Este tipo de normas son más eficaces cuando se integran en políticas más amplias (de educación, salud escolar, desarrollo de la agricultura local o protección social).
Fomentar las capacidades y la participación en la educación alimentaria y nutricional de todos los que intervienen en la aplicación de las normas es también fundamental para obtener los mejores resultados posibles. Estos esfuerzos incluyen:
- cómo preparar comidas e identificar qué alimentos deben estar disponibles,qué combinaciones y en cuáles circunstancias, para favorecer la salud y el bienestar de los niños
- cómo promove estos alimentos, apoyar su consumo, reducir el desperdicio y agregar valor a su papel en la mejora de las dietas y los entornos alimentarios.