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Un innovador proyecto en Paraguay está empleando incentivos en efectivo para promover la reforestación y la conservación de los bosques en algunas de las comunidades rurales más pobres y vulnerables del país.

La FAO y el Gobierno de Paraguay desarrollaron el Proyecto de Pobreza, Reforestación, Energía y Cambio Climático, o PROEZA, que se aprobó a principios de este año por el Fondo Verde del Clima (FVC): la primera propuesta de la FAO al Fondo que ha tenido éxito.

El proyecto de 90 millones de dólares - 25 millones de una donación del FVC y 65,2 millones de cofinanciamiento gubernamental - se ejecutará durante cinco años y llegará a alrededor de 17.000 familias rurales en el este de Paraguay, en un área aproximadamente un tercio del tamaño de Italia.

Hans Thiel, oficial de apoyo a la inversión de la FAO que coordinó el diseño del proyecto, explicó que el equipo trazó un mapa de la vulnerabilidad climática y la pobreza para identificar a las familias.

"PROEZA está verdaderamente llegando a las personas más vulnerables social y ambientalmente en Paraguay, muchas de ellas en comunidades indígenas y familias encabezadas por mujeres. Es bastante completo, con un enfoque muy fuerte en el alivio de la pobreza, el género, la resiliencia climática, la sostenibilidad, el acceso a la tierra y la titulación ", aseguró.

"Es un gran paso adelante para Paraguay en su estrategia nacional para combatir la pobreza, y da de pleno en los objetivos estratégicos y la visión de la FAO de pobreza y hambre cero", agregó.

Desarrollar la resiliencia

En la zona del proyecto, la mayoría de las familias con niños en edad escolar reciben pagos en efectivo mensuales condicionales a través del programa público de protección social Tekoporã, vinculados principalmente a educación y atención médica.

Estas familias también dependen en gran medida del entorno natural para sus necesidades domésticas diarias: pozos y agua de lluvia para su agua, y leña y carbón para cocinar sus alimentos, generalmente a fuego abierto.

A través de PROEZA, recibirán capacitación técnica y apoyo financiero para plantar una mezcla de árboles nativos y otros de rápido crecimiento en sus tierras.

Estos "bosques plantados cerca de la naturaleza" y los sistemas agroforestales climáticamente inteligentes ofrecen múltiples beneficios: proporcionar a las familias una fuente sostenible de leña, así como madera y productos forestales no maderables valiosos para obtener ingresos, prevenir la erosión del suelo y regular el ciclo del agua.

Si al final de un año determinado las propiedades se han administrado y mantenido bien -según las tasas de supervivencia de la planta, mezcla de especies, poda, etc.-, las familias recibirán una transferencia de efectivo condicional ambiental.

El proyecto también introducirá cocinas de ahorro de energía para ayudar a las familias a reducir su consumo de leña y su huella de carbono.

Asegurar la sostenibilidad

A través de PROEZA, el gobierno de Paraguay ofrecerá incentivos a los propietarios de tierras medianas para que adopten plantaciones forestales certificadas y de nueva generación para la producción de bioenergía, madera, agrosilvicultura y ganadería. Estas plantaciones incluirán áreas de bosques naturales restaurados diseñados para proteger cuencas hidrográficas, zonas ribereñas y humedales, y corredores de biodiversidad.

Fortalecer las capacidades institucionales de las entidades reguladoras de bosques, uso de la tierra, medio ambiente y energía es otra parte importante de PROEZA, una medida que ayudará a garantizar la sostenibilidad una vez termine el proyecto.

Los organismos competentes en agricultura, silvicultura, protección social, pueblos indígenas, medio ambiente y energía han acordado una estructura de gobernanza conjunta para garantizar la coordinación intersectorial, la acción rápida y la transparencia a lo largo del proyecto.

Proyecto insignia

PROEZA es el resultado de dos años de colaboración estrecha y fructífera entre el Centro de Inversiones de la FAO, la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (RLC) y la Representación de la FAO en Paraguay, apuntó Thiel.

"Fue un arduo proceso de aprendizaje para nosotros porque el FVC es un nuevo donante para la FAO, y el FVC en sí mismo es muy nuevo. El desarrollo de la propuesta de financiamiento fue un proceso complejo, pero aprendimos mucho, especialmente en términos de controles internos y mejora de la calidad ", dijo.

Jorge Meza, funcionario forestal superior de la RLC de la FAO y coordinador de la iniciativa regional sobre el uso sostenible de los recursos naturales, gestión del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático, ha estado involucrado con PROEZA desde el principio.

"Como proyecto insignia, PROEZA nos ha dado a la FAO la confianza de que es posible movilizar recursos internacionales para grandes proyectos que aborden la intersección del cambio climático, el hambre y la pobreza", dijo.

Un área, añadió Thiel, "en la que la comunidad internacional necesita centrarse más en los próximos años".