Centro de inversiones de la FAO

Cierre de la brecha digital en el Uruguay y Honduras

Invernadero en Uruguay
06/08/2019

Las tecnologías digitales, a saber, los teléfonos inteligentes, el big data, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y la agricultura de precisión, están ayudando a los agricultores a incrementar la productividad, la rentabilidad y la competitividad de la agricultura mediante una adopción de decisiones más informada.

A petición del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Centro de Inversiones, en colaboración con la oficina de la FAO en el país, evaluó el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sector agrícola uruguayo.

Uruguay es uno de los países más avanzados de América Latina en lo que respecta a las TIC y presume de poseer un entorno jurídico e institucional favorable para la innovación y la adopción digitales. El uso de teléfonos móviles e Internet es especialmente elevado.

Sin embargo, aunque los agricultores a mayor escala del país utilizan las tecnologías digitales de manera sistemática para mejorar la productividad, los agricultores familiares en menor escala del Uruguay han tardado en adoptar plenamente la agricultura digital. Algunas razones de esto son, entre otras, la limitada educación digital, especialmente entre los agricultores de más edad, el tamaño de las explotaciones y los conocimientos insuficientes sobre soluciones tecnológicas y el acceso a asistencia técnica especializada.

Tras la evaluación, la FAO propuso medidas concretas para incorporar las TIC a los sistemas agrícolas, la extensión, la asistencia técnica y la capacitación con el fin de llegar a más agricultores familiares. Esto incluye proporcionar incentivos para el desarrollo y la adopción de las TIC con vistas a acelerar los procesos de innovación en diferentes cadenas de valor agrícolas, así como establecer un programa de capacitación sobre el uso de estas tecnologías.

La FAO también recomienda un mayor diálogo y colaboración entre las organizaciones de productores y los proveedores de las TIC, de forma que las soluciones digitales respondan a las necesidades de los agricultores.

La evaluación técnica de la FAO permitió al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay asignar un subcomponente de un programa de desarrollo rural financiado por el BID a la promoción de las inversiones en la agricultura digital.

El BID está dispuesto a seguir esta línea de trabajo con la FAO en Honduras. En este país, el equipo está facilitando la oferta y la demanda mediante la determinación de proveedores de servicios nacionales e internacionales y presentándolos a las instituciones agrícolas y otros actores del sector privado para debatir oportunidades de inversión en la agricultura digital. Con ello se considera la repercusión social, económica, medioambiental e institucional que tendrían las diferentes TIC en el sector agrícola de Honduras.

Photo credit ©FAO/Sandro Cespoli
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