Agricultores de Montenegro ven oportunidades para promocionar alimentos locales de alta calidad
La biodiversidad de Montenegro, sus imponentes paisajes y su cultura gastronómica local desaprovechada están generando oportunidades interesantes para las comunidades rurales de la región del norte.
Con apoyo del BERD y del Centro de Inversiones, los agricultores montenegrinos han empezado a considerar vender sus productos directamente a los turistas y suministrar a los hoteles y los restaurantes alimentos locales de alta calidad para acortar las cadenas de suministro alimentario y aumentar sus ingresos.
Antes de la pandemia de la COVID-19, el BERD y la FAO colaboraban estrechamente con los ministerios de Desarrollo Sostenible y Turismo y de Agricultura de Montenegro, los agricultores y otros asociados para mejorar la competitividad mediante la calidad y la promoción de productos agroalimentarios tradicionales y el turismo sostenible en las regiones del norte del país, que recibían menos visitas.
El resultado de este trabajo fueron unas normas mejoradas para el agroturismo, una cooperación más intensa entre los pequeños productores y una mayor coordinación en la comercialización de sus productos agroalimentarios tradicionales a los turistas. También creó lazos más fuertes entre los productores y el segmento de los hoteles, los restaurantes y el catering, gracias a un sitio web de B2B, y una mejor comprensión de cómo potenciar el turismo alrededor de una gastronomía local auténtica.
Montenegro es un tesoro culinario y cuenta con una selección de alimentos y platos tradicionales que son exclusivos del país. En los últimos años, la Organización y el BERD han colaborado con los agricultores y las autoridades locales para mejorar las normas de inocuidad y calidad alimentaria del sector cárnico del país. Esto ha hecho que se registren como indicaciones geográficas (IG) varios productos alimenticios tradicionales, incluidas las carnes curadas Stelja y Goveđa.
Estos y otros alimentos exclusivos se recogen en un atlas de alimentos montenegrinos típicos, resultado de la iniciativa conjunta del BERD y la FAO. La iniciativa también ha ayudado a trazar una ruta gastronómica en la región del norte. Se ha enseñado a los chefs y los hogares rurales que jalonan la ruta a almacenar y cocinar productos locales respetando normas higiénicas y a adaptar recetas tradicionales para los consumidores actuales. Con este trabajo se han identificado, además, otros cinco destinos para el desarrollo del gastroturismo.
La suma de estos esfuerzos está fortaleciendo los medios de subsistencia, preservando la biodiversidad, conservando las tradiciones e incorporando más mujeres y jóvenes a la cadena de suministro.