Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS)

Salud y seguridad en el trabajo en el sector forestal

El módulo sobre Salud y seguridad en el trabajo en el sector forestal está dirigido a todos los trabajadores forestales, en particular, los gestores y los supervisores forestales. Brinda información básica y más detallada sobre los peligros para la salud y la seguridad de los seres humanos que plantean algunas actividades forestales y determina las medidas que se pueden adoptar para mitigarlos. El módulo incluye también enlaces a herramientas y casos pertinentes.

Salud y seguridad en el trabajo en el sector forestal contribuye a los ODS:

El trabajo en el sector forestal es uno de los más peligrosos, y a menudo se considera un trabajo tanto peligroso,  como sucio y difícil. No obstante, la salud y la seguridad en el trabajo en este sector pueden mejorarse considerablemente mediante la capacitación y la supervisión adecuadas de los trabajadores y la utilización de  equipos de protección, entre otras medidas. En este módulo se examinan las cuestiones más importantes en materia de salud y seguridad en el sector forestal –especialmente en el aprovechamiento, en las operaciones de saca y carga y el transporte de trozas– y maneras eficaces de abordarlas. Unas condiciones de trabajo saludables y seguras son requisitos previos para una gestión forestal sostenible.

Los trabajadores pueden estar expuestos a condiciones extremas de calor o frío. Las altas temperaturas disminuyen la capacidad de trabajo y pueden dar lugar a estrés térmico y deshidratación. El riesgo se puede reducir, por ejemplo, mediante el suministro de protectores solares, la ingesta frecuente de agua y el uso juicioso de períodos de descanso, y limitando el trabajo más duro a las horas más frescas. Las temperaturas frías pueden reducir la destreza, el flujo sanguíneo, la fortaleza muscular y el equilibrio. Una ingesta regular de alimentos, la indumentaria adecuada e instalaciones que permitan secarla pueden reducir el riesgo para la salud humana derivado de temperaturas bajas .

Los factores relacionados con el terreno y el lugar, como la inclinación y el  tipo de suelo, influyen en la seguridad en el trabajo. Las actividades forestales suelen llevarse a cabo en pendientes escarpadas, lo cual conlleva un elevado riesgo de accidentes con la maquinaria y caídas de piedras. Los suelos de textura fina (como los suelos arcillosos) se vuelven resbaladizos cuando están húmedos, por lo que aumenta el riesgo de accidentes con la maquinaria pesada.

La caída de árboles y ramas, el retroceso o “contragolpe” de las motosierras y los árboles que quedan suspendidos de otros al caer plantean graves riesgos a los trabajadores. La capacitación en prácticas seguras y la utilización de un equipo de seguridad adecuado pueden reducir tales riesgos.

El ruido de las motosierras y de las desbrozadoras puede dar lugar a la pérdida de audición si no se utilizan protectores auditivos. La utilización de herramientas mecánicas manuales como motosierras y desbrozadoras puede causar vibraciones transmitidas al sistema mano-brazo que pueden afectar a la circulación de la sangre en las manos y los antebrazos y dañar los nervios, los tendones, los músculos, los huesos y las articulaciones. Los amortiguadores de vibraciones utilizados en la mayoría de las motosierras modernas pueden atenuar este problema.

Los operadores de máquinas como arrastradores de troncos y cargadores pueden estar expuestos a vibraciones transmitidas al cuerpo entero que pueden causar dolores lumbares y lesiones a consecuencia de los movimientos repetitivos. Estas vibraciones se pueden reducir utilizando asientos con amortiguadores antivibratorios en la maquinaria y disminuyendo la exposición mediante la rotación de los puestos de trabajo.

La carga y descarga de madera es una operación peligrosa en el sector forestal. Se pueden reducir los riesgos mediante la adopción de rutinas de trabajo seguras y el uso de un equipo de protección personal (o individual) adecuado. Otra actividad peligrosa es el transporte de madera por caminos estrechos, muchas veces en condiciones climáticas desfavorables. Se puede realizar de manera más segura mediante la aplicación de buenas prácticas.

El sector forestal se enfrenta a una variedad de peligros químicos, entre ellos la potencial exposición a los gases que genera la utilización de la motosierra y a los plaguicidas, y peligros biológicos como la posibilidad de que se produzcan reacciones alérgicas a plantas, polen y picaduras de insectos.

Muchas personas de las zonas rurales recolectan productos forestales en solitario y en zonas aisladas, y pueden estar expuestas a diversos peligros biológicos, así como a condiciones climatológicas extremas, accidentes y agresiones (sobre todo a mujeres, niños y ancianos).

Las áreas boscosas a menudo se consideran más inseguras para las mujeres que para los hombres. En efecto, las mujeres, los niños y las niñas podrían exponerse a violencia sexual y/o violación. Esos peligros constituyen una barrera para las mujeres, quienes podrían verse forzadas a reducir el tiempo que dedican en el bosque, y por consiguiente, limitarse a trabajos femeninos más tradicionales. Es bastante frecuente que las mujeres vendan alimentos y/u ofrezcan servicios como lavandería a los trabajadores de los campos de extracción; estos a menudo conllevan transportes pesados y largos viajes donde se corren el riesgo de asaltos.

Ya que el trabajo en el bosque en general se concibe como un campo fundamentalmente para hombres, raras veces se toma en cuenta a las mujeres cuando se habla de precauciones para la seguridad. Por ejemplo, las herramientas y equipos tienden a ser construidos a la medida para hombres, creando problemas ergonómicos para las trabajadoras y haciéndoles más difícil encontrar vestidos y equipos de protección en su medida. Además, las mujeres de los países en desarrollo trabajan principalmente en la informalidad o en sus propios hogares de tal forma que no tienen ningún tipo de seguros contra riesgos. Las mujeres que recolectan leña a menudo transportan cargas pesadas por largas distancias y, en general, tienen poca ayuda (o no la tienen del todo) en caso de accidentes. En los viveros que suelen emplear fundamentalmente a mujeres, estas en general reciben una protección inapropiada y están expuestas a agentes químicos.

El riesgo para las mujeres embarazadas y en lactancia en el bosque es incluso más alarmante debido a las posibles mordeduras de insectos o plagas. El entorno poco saludable puede ser muy peligroso tanto para las mujeres como para sus niños y niñas.