El aprovechamiento de madera comporta las operaciones de corta (o apeo), la elaboración in situ o en el cargadero, la saca y el transporte de árboles, trozas y otras partes de éstos. El aprovechamiento causa un impacto duradero tanto en la estructura como en el funcionamiento del ecosistema forestal. Por consiguiente, las operaciones de aprovechamiento y transporte forestales compatibles con el medio ambiente son elementos básicos de la gestión forestal sostenible. Las buenas prácticas inician con una planificación cuidadosa y unos trabajadores capacitados y motivados, con supervisores técnicamente competentes. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, hay seis elementos fundamentales en relación a las operaciones de aprovechamiento forestal: la planificación, los caminos (o vías) forestales, la corta, la saca, el transporte a larga distancia y la evaluación posterior al aprovechamiento.
En líneas generales, la planificación se realiza en los tres niveles siguientes: estratégico, táctico y operativo. Los planes estratégicos abarcan largos períodos de tiempo y grandes superficies. Los planes tácticos cubren normalmente períodos de tiempo más cortos y territorios o cuencas hidrográficas. Los planes operativos incorporan las medidas necesarias para llevar a cabo las operaciones de aprovechamiento.
Los caminos que se construyen para la extracción se suelen clasificar como caminos de saca principales que van desde el cargadero hasta una industria o punto de envío, caminos de saca secundarios, que se construyen para acortar las distancias de arrastre o transporte, vías de arrastre para extraer madera del tocón al cargadero, y caminos de acceso, por ejemplo, para los trabajadores, el material y el enlace con los centros administrativos. Las prácticas incorrectas pueden ser muy perjudiciales y costosas, causando, por ejemplo, erosión y corrimientos de tierras. En la planificación y la construcción de los caminos forestales se debe contratar a personal competente. Asimismo, es preciso disponer de mapas adecuados. Es importante que haya un drenaje adecuado y evitar gradientes escarpados, zonas sensibles y el cruce de vías de agua.
La corta o apeo de los árboles en pie ha de realizarse de modo que se facilite la extracción y se evite dañar los árboles remanentes, es decir, mediante corta dirigida. La corta se lleva cabo utilizando hachas, sierras, sierras de cadena, cortadoras apiladoras o cosechadoras.
La extracción que se realiza tirando de los troncos o trozas sobre el terreno se denomina arrastre, y puede hacerse con fuerza motriz humana, animales de tiro o máquinas llamadas tractores forestales de arrastre o skidders. El transporte se refiere a los troncos o trozas arrastrados por personas o en un remolque tirado por un animal o una máquina, denominada tracto forestal autocargador. Los tractores forestales de arrastre (skidders) y los autocargadores pueden ser de ruedas o de orugas. Los tractores de oruga (bulldozers) se suelen utilizar para el arrastre en los bosques pluviales tropicales.
Existen varios sistemas de aprovechamiento maderero, pero ninguno de ellos es en sí mejor o peor. Estos sistemas se clasifican del siguiente modo: sistemas de aprovechamiento de árboles completos, cuando los árboles se llevan hasta el cargadero o las instalaciones con la copa completa; sistemas de aprovechamiento de fustes enteros, cuando las partes superiores y las ramas se han eliminado antes de la extracción; y sistemas de aprovechamiento de madera corta, cuando el despunte, el desramado y el tronzado de la madera se realizan cerca del tocón. La extracción del árbol completo es una práctica poco común, mientras que los sistemas de aprovechamiento de troncos enteros son el método más utilizado en la industria maderera, y predomina en las operaciones que se llevan a cabo en los bosques naturales de los trópicos. El sistema de aprovechamiento de madera corta está en aumento. El “aprovechamiento de impacto reducido” en los bosques pluviales se realiza normalmente utilizando el sistema de aprovechamiento de troncos enteros, que se extraen mediante tractores de oruga, tractores de arrastre (skidders) o sistemas de cable.
Las evaluaciones posteriores al aprovechamiento incluyen controles para verificar si las normas operativas han sido suficientes y si se han cumplido las prescripciones legales y las políticas de gestión. Las medidas posteriores al aprovechamiento pueden comprender el cierre de los caminos de extracción, la rehabilitación de las zonas aprovechadas y los cargaderos.