Unos sistemas transparentes, accesibles y responsables para la administración de tierras pueden sentar las bases para que las transacciones se realicen libres de corrupción. Muchos países en Europa y el Asia central (como Albania, Bulgaria, Croacia, la ex República Yugoslava de Macedonia, la Federación de Rusia, Georgia, Moldavia y Ucrania) proporcionan información en línea, gracias a lo cual se reduce al mínimo la necesidad de que los clientes visiten las oficinas locales y se limitan las posibilidades de que se produzcan actos de corrupción.

En Albania, la Federación de Rusia y Ucrania, se han implementado módulos de seguimiento en línea que son aplicaciones sencillas basadas en la web que permiten que los ciudadanos le den seguimiento a los trámites de sus solicitudes según el tiempo que establece la ley para darle curso a la transacción. En la Federación de Rusia cada caso se distribuye automáticamente con miras a evitar la corrupción.

La República Kirguisa reconoció la importancia de abordar las oportunidades de corrupción en potencia e introdujo una política por la cual se trasladan los gerentes de una oficina a otra cada tres años. La rotación del personal puede ayudar en la lucha contra la corrupción, porque, si una persona ocupa un puesto en un registro público por demasiado tiempo y establece relaciones estrechas con los clientes, pueden generarse condiciones propicias para la corrupción.

En estos países, se ha proporcionado apoyo técnico y financiero a través del Programa de cooperación de la FAO y el Banco Mundial.

Los países de los Balcanes occidentales utilizaron los datos desagregados por género de sus sistemas de registro de tierras para evaluar los desafíos que enfrentan las mujeres. Los datos demuestran que aun cuando las leyes estipulan igualdad de oportunidades para todas las personas, las costumbres vigentes pueden limitar la propiedad de la tierra por parte de las mujeres. Existen diferencias considerables entre los países, por ejemplo, la proporción de mujeres que poseen tierras oscila entre un 15 y un 39 % del total de los propietarios.

Los desafíos que enfrentan las mujeres como propietarias de tierras en los Balcanes occidentales se están abordando en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Se están fortaleciendo las capacidades para recabar datos, supervisar e informar sobre los avances respecto de los indicadores relativos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Estas actividades reciben apoyo de la FAO, el Banco Mundial, la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ), a nombre del Gobierno Alemán, y la Unión Internacional de Notarios.