FAO en Uruguay

La desigualdad agrava el hambre, la desnutrición y la obesidad en América Latina y el Caribe

07/11/2018

Varias medidas uruguayas son citadas como ejemplo por un nuevo informe de la FAO, OPS, UNICEF y el PMA, que detalla un escenario preocupante de suba del hambre y la obesidad en la región.

El hambre, la desnutrición, la carencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad afectan más a las personas de menores ingresos, a las mujeres, a los indígenas, a los afro-descendientes y a las familias rurales de América Latina y el Caribe, según un nuevo informe de Naciones Unidas.

El Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018 indica que una de las principales causas del alza de la malnutrición en los grupos de población especialmente vulnerables son los cambios que han sufrido los sistemas alimentarios de la región –el ciclo de los alimentos desde su producción hasta su consumo. Un fenómeno que también se ve en Uruguay. 

Estos cambios han afectado a toda la población, pero sus efectos más adversos los sufren los sectores más excluidos de la sociedad, los cuales deben optar con frecuencia por productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, ya que tienen menor costo. 

En ese sentido, el Panorama señala el estrecho vínculo que existe entre la desigualdad económica y social y los mayores niveles de hambre, obesidad y malnutrición de las poblaciones vulnerables. 

Según el informe, en América Latina, el 8,4% de las mujeres viven en inseguridad alimentaria severa, en comparación con el 6,9% de los hombres, mientras que las poblaciones indígenas sufren por lo general mayor inseguridad alimentaria que las no indígenas. En diez países, el 20% de los niños y niñas más pobres sufren tres veces más la desnutrición crónica que el 20 % más rico. 

Por este motivo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), llaman la atención en este estudio sobre la necesidad de que los países apliquen políticas públicas que combatan la desigualdad y promuevan sistemas alimentarios saludables y sostenibles. 

Cada año, 3,6 millones de obesos más 

La obesidad es ahora en la mayor amenaza nutricional de América Latina y el Caribe: casi uno de cada cuatro adultos es obeso. El sobrepeso afecta al 7,3 % (3,9 millones) de los niños y niñas menores de 5 años, una cifra que supera el promedio mundial de 5,6 %, indica el informe.

“La obesidad está creciendo descontroladamente. Cada año estamos sumando 3,6 millones de obesos a esta región. 250 millones de personas viven con sobrepeso, el 60 % de la población regional. La situación es espantosa”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué. 

“Aunque la desnutrición persiste en la región, en particular en poblaciones vulnerables, también se suma la obesidad y el sobrepeso que afectan de manera particular a esos grupos. Es necesario un enfoque multisectorial, que va desde asegurar el acceso a alimentos balanceados y saludables hasta abordar otros factores sociales”, indicó Carissa F. Etienne, Directora de la OPS. 

En Uruguay, la obesidad afecta a más de uno de cada cuatro adultos mayores de 18 años:  27,9% de esa población, 24,9% de los hombres y 30,6% de las mujeres

El informe señala por otro lado la necesidad de aumentar la disponibilidad de frutas y verduras para el consumo. 

Cuando se mide la disponibilidad de frutas y verduras (producción doméstica, más importaciones, menos exportaciones, más las variaciones de las existencias) para la población, Uruguay queda en una posición deficitaria, una situación similar a la que se da en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Panamá. 

En el caso uruguayo, este fenómeno se explica principalmente por la escasa demanda. “La solución pasa por un cambio cultural en el patrón de consumo: está en cada uno tomar conciencia sobre la importancia de una nutrición variaba y saludable, y en la sociedad toda en hacer esfuerzos para que los productores ajusten la oferta a una demanda mayor”, señala al respecto el Representante de la FAO ad ínterin en Uruguay, Jorge Meza

“A pesar de las cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad que se registran en Uruguay es importante señalar que el país ha tomado medidas reseñadas en el informe como ejemplos a seguir y que se ha enfocado ahora, fuertemente, en el combate de la mala alimentación por exceso”, agrega Meza. 

Por ejemplo, las autoridades de Uruguay establecieron un acuerdo en septiembre de 2013 con la industria panadera, para reducir gradualmente el contenido de sodio en los panes. También, establecieron disposiciones para retirar saleros y otros condimentos con alto contenido de sodio en los restaurantes. 

Además, el Gobierno ha tomado medidas destinadas a los escolares, a través de la Ley 19.140 de Alimentación Saludable en los Centros de Enseñanza que prevé quioscos saludables, promueve campañas educativas y prohíbe publicidad de alimentos no saludables. 

Por otro lado, recientemente el país ha dado “un paso fundamental” con la aprobación del decreto para el etiquetado frontal de los alimentos recuerda Meza, “facilitando la comprensión del contenido nutricional de los alimentos que se consumen al identificar aquellos que tienen altos contenidos de calorías, sal, azúcar o grasas”. 

Finalmente, el informe también señala que Uruguay trabaja en combatir la pérdida y desperdicio de alimentos, para lo cual está trabajando en un proyecto de ley. Un desafío que también está siendo atendido por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú. 

Según Meza, “tomar medidas para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos es una tarea clave para asegurar alimentos sanos para toda la población, mejorar la nutrición y reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos”. 

Por tercer año consecutivo aumenta el número de personas con hambre 

Según el Panorama, el hambre afecta a 39,3 millones de personas, el 6,1 % de la población regional. Entre 2015 y 2016, el número de personas subalimentadas creció en 200 mil personas. Entre 2016 y 2017, el incremento fue de 400 mil; esto muestra que la velocidad del deterioro está aumentando.

Desde 2014, Argentina, Bolivia y Venezuela vieron incrementos en su número de personas subalimentadas, lo que está asociado a la pobreza y pobreza extrema. Actualmente 62 millones de personas se encuentran en esta situación en América Latina y el Caribe.

Por otro lado, Uruguay ha realizado un trabajo ejemplar a ese nivel y por eso lidera, junto a Brasil y Cuba, la lucha contra el hambre en la Región, con prevalencias de subalimentación inferiores al 2,5%.

Esto se asocia directamente con dos líneas de política pública que han sido impulsadas desde hace años.

Por un lado, la reducción de la pobreza. Uruguay tiene las tasas de pobreza y pobreza extrema más bajas de América Latina y el Caribe y es el país mejor evaluado por el Banco Mundial por sus índices de cobertura de servicios esenciales de salud. “Solo en Costa Rica, Cuba y Uruguay se asignan más del 6% del PIB a los sistemas de salud pública (OPS, 2017)”, indica el estudio.

Por otro lado, cabe destacar el trabajo realizado en inclusión productiva, que en el ámbito rural se refleja por ejemplo en la ampliación del mercado para los productos de la agricultura familiar, garantizando una alimentación más saludable y la generación de ingresos para los pequeños agricultores.

Uruguay, junto a Brasil, Guatemala, Honduras y Paraguay, cuenta con leyes que establecen mecanismos para la adquisición de productos a la agricultura familiar.

La ley 19.292/2014 declara de interés general la producción familiar agropecuaria y la pesca artesanal y, gracias a su aprobación, Uruguay estableció un régimen de compras estatales en beneficio de dichos agricultores y pescadores, reservando parte de las compras del públicas nacionales para esos productores. En el país, el 80% de la oferta de hortalizas proviene de la Agricultura familiar, de acuerdo al Panorama publicado hoy.

Los cuidados en la alimentación  además de la mejora del sistema de salud, han permitido que Uruguay tenga la tasa de mortalidad al nacer más baja de América Latina y el Caribe.

Más información

Comunicado regional

Página del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018 con video del lanzamiento

 

El informe en PDF

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