Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático para el agro uruguayo
Uruguay cuenta con un instrumento estratégico para orientar las políticas públicas hacia la adaptación de los sistemas agropecuarios a los desafíos planteados por el clima a largo plazo: el Plan Nacional de Adaptación a la Variabilidad y el Cambio Climático para el Sector Agropecuario (PNA-Agro).
El documento que recopila el PNA-Agro propone una estrategia con vistas a 2050 y un plan de acción a 2025, con medidas de adaptación concretas sobre el desarrollo y la transferencia de tecnología, los sistemas de información, los seguros climáticos, la infraestructura productiva, la promoción de buenas prácticas, el fortalecimiento de las redes y organizaciones de productores y de las capacidades institucionales, entre otros temas.
La construcción del plan fue liderada por la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en coordinación con el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y Variabilidad (SNRCC), con asesoramiento técnico de la Organización de las Naciones Unidas y apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear.
En la apertura de la presentación, el Ministro interino del MGAP, Alberto Castelar, expresó que "éste es el producto del trabajo articulado de varias instituciones, de capacidades técnicas de nuestros ministerios y de otros organismos, que se ha hecho articulando también con el sector privado" y que "es un compromiso con el ambiente, con nuestra sociedad y con la comunidad internacional".
Castelar señaló además que la adaptación de los sistemas productivos a la variabilidad y el cambio climático es uno de los lineamientos estratégicos que fueron definidos por el MGAP en 2010 y que se implementaron «políticas públicas, como los planes de uso y manejo de suelos, el uso sostenible del campo natural, las políticas de promoción del riego, la gestión de riesgos, el desarrollo de sistemas de información».
Al hacer uso de la palabra, el Subsecretario de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Jorge Rucks, comentó que contar con un plan como este muestra que "si bien tenemos grandes vulnerabilidades frente a la variabilidad y el cambio climático, también tenemos fortalezas que están fundamentalmente asentadas en nuestras capacidades humanas y técnicas".
Por su parte, el Secretario Nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, Carlos Colacce, compartió que "este documento deja por delante previsiones que implican comprometerse con su cumplimiento, con su implementación […]. Trabajar en estos planes de adaptación es prepararnos lo mejor posible" para el cambio climático.
El Oficial a Cargo de la Representación de la FAO en Uruguay, Vicente Plata, destacó que "el desafío técnico" planteado por la elaboración de un Plan Nacional de Adaptación como éste, "fue encarado principalmente por el equipo nacional liderado por Cecilia Jones, con el apoyo de diversos oficiales técnico de la FAO, para lograr que las normativas a desarrollar estuvieran basadas en evidencia y en ciencia, y además, fueran desarrolladas en diálogo con los involucrados".
Plata se refirió además a que el documento contiene "una serie de indicaciones sobre los temas en los que hay que avanzar, basadas en evidencia, para que el sector agropecuario uruguayo pueda adaptarse más fácilmente a la variabilidad y el cambio climático".
Por su parte, el Representante Residente del PNUD en Uruguay, Stefan Liller, mencionó que "este plan nacional de adaptación va a contribuir a un cambio profundo hacia un modelo más resiliente y más adaptado".
El Coordinador de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático de OPYPA-MGAP, Walter Oyhantçabal, dijo por su parte que se trata de un documento que consolida "un trabajo de tres años" y que "apunta a servir para identificar, ordenar y priorizar acciones, es decir, a ser una guía para la implementación y para ayudar a transformar el sector agropecuario uruguayo".
A su vez, la Coordinadora Nacional contratada por la FAO para el proyecto de elaboración del PNA-Agro, Cecilia Jones, explicó que "se hizo un énfasis muy grande porque el documento no se hiciera entre cuatro paredes, sino que se trató de que hubiera un auténtico proceso de participación".
En este sentido, durante 2017 se realizó un proceso de consulta mediante una serie de Diálogos de Adaptación que permitió relevar los principales impactos de la variabilidad y el cambio climático y las propuestas de estrategias de adaptación con foco en los distintos sistemas productivos, las mujeres rurales y la agricultura familiar.
Además, se llevaron adelante taller en los que participaron cerca de 450 jóvenes en total en nueve departamentos del interior del país.
En julio de 2019, los contenidos del Plan fueron compartidos, discutidos y validados en un encuentro con actores de la institucionalidad pública agropecuaria, gobiernos subnacionales, sociedad civil, organizaciones de productores y de la Academia. Mas de más de 950 personas estuvieron involucradas en el proceso de elaboración del PNA-Agro.
El evento de presentación del plan incluyó la realización de un panel de discusión sobre los desafíos para la adaptación en el sector agropecuario, en el que participaron de Oyhantçabal; Ignacio Lorenzo, Presidente del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y Variabilidad; Jorge Sawchik, Director del Programa Nacional de Investigación en Cultivos de Secano y Mario Buzzalino, Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural. Los panelistas intercambiaron entre sí y con el público, sobre los principales retos en materia de adaptación a la variabilidad y cambio climático identificados desde sus distintas perspectivas y experiencias.
El PNA-Agro se elaboró con el apoyo del Programa Integración de la Agricultura en los Planes Nacionales de Adaptación. Participaron del Comité de Seguimiento del proyecto en Uruguay el MGAP, el PNUD, la FAO, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de Presidencia de la República, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional.