FAO en Uruguay

Opinión - Nuestras acciones son nuestro futuro

22/10/2021

Los alimentos que elegimos y la forma de producirlos, prepararlos, cocinarlos y almacenarlos nos convierten en parte integral y activa del sistema agroalimentario, de su sostenibilidad dependen nuestra salud y la del planeta. 

Un sistema alimentario sostenible dispone de una variedad de alimentos suficientes, nutritivos e inocuos a un precio asequible para todos, evitando cualquier forma de malnutrición.

La FAO celebra el Día Mundial de la Alimentación cada año el 16 de octubre para conmemorar la fundación de la Organización en 1945 y crear conciencia sobre su mandato de garantizar que todos, en todas partes, tengan –justamente- acceso a suficientes alimentos inocuos, diversos y nutritivos, integrando sistemas agroalimentarios sostenibles. 

Esos sistemas deben poder asegurar a las generaciones futuras seguridad alimentaria y nutrición para todos, sin comprometer las bases económicas, sociales y medioambientales de los países.

El impacto de nuestras dietas en la salud del planeta está influenciado por una triada de producción, consumo y medio ambiente.

La transformación hacia sistema agroalimentarios sostenibles requiere de dietas que no solo cumplen los requerimientos nutricionales de las personas y la salud de las mismas, sino también apuntan a la salud del planeta.

La proyección a futuro para mitigar las consecuencias del cambio climático apunta a una sociedad cada vez más consciente del impacto en el medio ambiente en la producción de alimentos.

Esto implica que los consumidores sean cada vez más demandantes de alimentos cuyos métodos de producción, origen, materiales, ingredientes, entre otros, contribuyan a un desarrollo sostenible del sistema agroalimentario.

De hecho, esto también representa una oportunidad de nicho para la producción sostenible de alimentos y, a ese nivel, Uruguay tiene la oportunidad de apostar a la calidad de los alimentos que ofrece a los uruguayos y a los ciudadanos de todo el mundo.

La relación entre producción sostenible, nutrición y dietas saludables tiene consecuencias directas en la mitigación del impacto climático.

Por ejemplo, el consumo elevado de alimentos procesados o ultraporcesados que contienen envases o empaques repercute en la salud medio ambiental, además de impactar directamente en la salud de las personas.

El sobrepeso y la obesidad representan uno de los problemas de salud pública de mayor prevalencia y es el sexto factor principal de riesgo de defunción en el mundo.

Uruguay tiene uno de los índices más altos de prevalencia de esta enfermedad dentro de la región de América Latina y el Caribe, desde edades tempranas y a lo largo del ciclo de vida de las personas, condición que representa el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles (ECNT).

Conjuntamente, el acceso a dietas saludables es esencial para mantener un estilo de vida saludable, sobre todo en los grupos de población de menores ingresos, que en la región principalmente son en su mayoría niños, niñas y mujeres.

La transformación hacia sistemas agroalimentarios inclusivos y sostenibles, puede ser la respuesta a muchos de los desafíos planteados, porque permiten, además, dar cumplimiento a los objetivos de desarrollo sostenible para la agenda 2030 de las Naciones Unidas.

El lema elegido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el Día Mundial de la Alimentación de este año es: "Nuestras acciones son nuestro futuro". Plantea la necesidad de remarcar que los desafíos, oportunidades, derechos y obligaciones son de todos, por una mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

Esto representa, sin dudas, un ganar-ganar, para la salud, el ambiente, la economía y el desarrollo.

Autora: Julieta Moreira, consultora de Enlace y Procesos Estratégicos en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la FAO en Uruguay.

Publicado originalmente en el diario El Observador