FAO en Uruguay

Uruguay promueve consumo de legumbres en su Año Internacional

26/07/2016

El Comité Nacional del Año Internacional de las Legumbres que acompaña FAO destacó el valor nutricional de las legumbres y el gobierno anunció que realizará una campaña de difusión para promover una alimentación sana y balanceada.

Naciones Unidas proclamó 2016 como el Año Internacional de las Legumbres en reconocimiento al papel fundamental que juegan en la seguridad alimentaria y nutricional, la adaptación al cambio climático, la salud humana y la de los suelos.

En el lanzamiento oficial realizado en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el Comité Nacional creado para celebrar este Año destacó el rico valor nutricional en proteínas que tienen lentejas, porotos y garbanzos para lograr una dieta balanceada. En Uruguay, solo 0,1 % del territorio tiene plantaciones de legumbres y el consumo se encuentra por debajo de los parámetros internacionales.

La Directora Nacional de la Dirección General de la Granja, Zulma Gabard, anunció que habrá pronto una campaña de difusión para promover una alimentación sana y balanceada.

El Comité está integrado por la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Dirección General de la Granja (DIGREGA-MGAP), el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA),  las Escuelas de Nutrición de la Universidad de la República (UDELAR) y de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), y el Programa Cocina Uruguay de la Intendencia de Montevideo.

Las legumbres son un tipo de leguminosos cosechadas exclusivamente por su semilla seca, de los cuales los más conocidos y consumidos en Uruguay son las lentejas, porotos y garbanzos. También se encuentra el chícharo, soja, maní y habas, dentro de las más de 20.000 especies que existen.

Son una fuente rica en nutrientes y tienen la característica que pueden ser almacenadas durante meses sin perder su elevado valor nutricional.

Gabard, indicó que el consumo que aconseja la Organización Mundial de la Salud es de tres a cinco raciones semanales para obtener una dieta balanceada en alimentos.

Explicó que las legumbres tienen 25 % de aporte en proteínas, poseen hidrato de carbonos en el orden de 60 %, de 4 a 18 % de lípidos insaturados que ayudan a reducir el colesterol y adquieren alto contenido en fibras y minerales, vitamina B, E, ácido fólico, potasio, nitrógeno, zing y manganeso.  

Otros factores predominantes son que tienen adaptación a distintos ambientes, lo cual deriva en que no es un alimento restringido, es productivo para el cuidado ambiental, especialmente del suelo y es de los primeros alimentos que el hombre domesticó, agregó Gabard.

Recordó que Uruguay tiene 16 millones de hectáreas de suelo explotado, 65 % de las cuales son de campo natural, seguido de 10 % en el cultivo de soja, luego se encuentra la forestación, las praderas artificiales.

“Solo 0,2 % de la superficie explotada del país corresponde a frutas y hortalizas y dentro de ese porcentaje el 0,1 % son legumbres. Que sea poco significativo en superficie no hace que sea poco significativo en el fruto de la producción netamente familiar puesto que ocupa el 20 % de la mano de obra agropecuario por hectárea. Por eso debemos fomentar la plantación y el consumo”, reveló.

Por su parte, el Director del Instituto Nacional de Alimentación, Gerardo Lorbeer, sostuvo que Uruguay tiene “en enorme desafío” en la promoción y desarrollo de la agricultura familiar a través de la ley 19.292, las que establece una reserva obligatoria para la compra por parte del Estado.

También el Oficial a Cargo de FAO en Uruguay, Vicente Plata, sostuvo que “es importante tener en cuenta que el cultivo de estos vegetales ayudan a la mitigación del cambio climático ya que fijan nitrógeno en el suelo y generan bajas emisiones de gases de efecto invernadero”.

“Además requieren poca cantidad de agua, por lo tanto su inclusión en rotaciones hortícolas es muy importante”, expresó.

Aliadas en la lucha contra el hambre

Según la FAO, América Latina y el Caribe no sólo tiene la distinción de ser la fuente originaria del frijol y otras legumbres, sino que se ha destacado por ser la que mayores avances ha hecho en la lucha contra el hambre.

Las legumbres pueden ser aliados claves para que la región alcance su ambiciosa meta de acabar con el hambre al año 2025, fecha asumida por el principal acuerdo regional de esta materia, el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.

Durante este año debemos celebrar los beneficios de las legumbres, revindicar su papel en la alimentación y nutrición y su relevancia en el desarrollo rural y en la mitigación del cambio climático.

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